Por Miguel Ángel Figueroa* para Diario Cuarto Poder / Entrevista al joven escritor Mariano Alarcón, integrante del Espacio de Epicuro, quien publicó recientemente su libro “Nazareno una historia para sobrevivir”.
—Si yo te preguntara quién es Mariano Alarcón, ¿Qué dirías?
—En primer lugar, tengo 30 años, me considero un joven, soy estudiante y también soy un trabajador. Incursiono en algunos campos del arte, en la pintura y la escultura en la Fundación Museo Iramain y en el taller de San Lucas, también en la literatura en el Espacio de Epicuro con la idea de publicar mis obras. Desde muy chico me animé a escribir, me dejaba llevar por la imaginación y un día me dije que ya era el momento para mostrarme.
—¿Cómo conociste a los miembros de El Espacio de Epicuro?
—Anduve en distintos espacios literarios, donde pueda formarme, aprender y escuchar a otra gente más experimentada; en las redes sociales vi que organizaban las Vernissages y allí me integré y me gustó la propuesta que hacían y congeniamos para complementar todo lo que podemos dar en este hermoso arte.
—¿Por qué tu obra se publicó en la ciudad de Córdoba?
—Busqué editoriales en internet, buscaba quién se animaba, quién me aceptaba lo que yo proponía porque también la obra requiere una propuesta y si es que agradable a los lectores y ubiqué la editorial de la ciudad de Córdoba, que también trabaja con muchos autores de todo el país, llamada Tinta Libre, esta editorial aceptó mi manuscrito e iniciaron la corrección y en enero de este año, año tan calamitoso por la pandemia, publicaron mi obra.
—Cuéntanos sobre la tapa, nosotros (El Espacio de Epicuro) los que tuvimos la oportunidad de ver y leer tu libro sabemos algo de la tapa.
—Hay siete artes, según lo que establece la gente que sabe, pero cada arte se relaciona. Para profundizar más, hay una relación con la tapa, la obra trata la historia de un joven estudiante de Comunicación, y cuando realiza su pasantía conoce a un chico, niño que huye de la guerra, que es una de las víctimas del conflicto bélico de una región tan castigada que hasta hoy tenemos estas noticias desde la región de Oriente Medio. Entre ellos, entre este joven llamado Nazareno y el niño huérfano surge una amistad, una conexión que ya empezamos a imaginar, si bien la tapa… Yo me animé a hacerlo con pintura, se llama pintura acrílico sobre tablas, allí se describe la imagen de un hombre cargando a un niño, que expresa ternura, esa conexión… No quiero decir el detalle porque vale la pena leerlo, lo que relaciona a un hombre con un pequeño, es decir, esa relación, esa conexión, ese amor que surge entre ambos, eso es lo que genera también la tapa y que los lectores van a poder ir ubicando en las líneas. Algo que correspondería a lo que se llama la sensibilidad masculina, algo que estamos viendo actualmente en la sociedad el rol del padre, de estar conectados con los hijos, es lo que también se lee en la obra y descubrí algo que no se ve mucho, que se llama el ilustrador literario. Antiguamente, los ilustradores literarios pintaban sus obras con pincel, hoy se utiliza el diseño gráfico, los aportes que ha dado la tecnología, pero me gustó también ubicar mi arte en la misma obra, la obra se llama “El abrazo en la playa”, eso está en la portada del libro y a la gente de la editorial le fascinó la propuesta que le he brindado.
—¡Qué maravilloso que dominés dos artes!
—Influenciado en la escuela secundaria, cuando por primera vez leí El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, que él hacía estas dos artes. Obra tan clásica, tan leída, él tenía esa habilidad, son pocos los casos, estoy muy lejos para ser como el autor de El Principito, pero algo que interioricé usando dos tipos de artes en una obra, que se complementan, que me gustó hacer conjuntamente.
—Les decimos a los lectores que nos pueden encontrar en las redes sociales, en el Facebook como El Espacio de Epicuro, en Instagram eeepicuro 2020 (Miguel Figueroa) o en el Facebook de José Alarcón. Este año participaste en el Mayo de las Letras leyendo dos microrrelatos, ¿Cómo fue esa experiencia?
—Muy fascinante poder participar con otros colegas y dentro de lo que se llama este marco de pandemia, no debemos detenernos. La virtualidad nos permitió poder compartir también el arte y poder llevar alegría a mucha gente en esta situación tan particular que está viviendo. Mi obra se llama Nazareno una historia para sobrevivir, no es escapar de la realidad, estamos nosotros en esta realidad, pero lo contamos de otra forma, de una forma más agradable, más bonita, más bella, y que despierte esa alegría, no sea tanta calamidad que estamos viviendo, nadie está escapando de una pandemia o de una guerra, qué poder hacer dentro de nuestro intelecto, creatividad y poder hacer de otra forma lo que el mundo quiere ver, es verdad que estamos viviendo una situación tan particular, pero queremos llevar una sonrisa y despertar esos sentimientos y tratar de cambiar algo. Por último, quiero agradecerles a ustedes, a los creadores de El Espacio de Epicuro, por permitir pulirme y poder crecer humana y artísticamente.
—Lo que opinás Mariano, Aristóteles ya lo escribió en su Poética: lo que podría haber sucedido eso es la literatura. Muchas gracias, Mariano, por la entrevista.
—Gracias a vos, a Noelia Mónaco y a los lectores del Diario Cuarto Poder. Un saludo para todos.
*Licenciado en Literatura Clásica y escritor.
Noticias del autor
Mariano Alarcón nació en San Miguel de Tucumán a finales de la década de los ochenta. Es estudiante de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). También es aficionado al arte, como la pintura y la escultura, que desarrolla en una fundación de su ciudad.
En el campo de la literatura cuenta con obras escritas como relatos y micro relatos, algunos publicados en Diario Cuarto Poder. También compitiendo en certámenes literarios.
Tiene como referentes a Jorge Luis Borges y a Domingo Faustino Sarmiento. También integra un taller literario con otros compañeros escritores llamado El Espacio de Epicuro donde analizan diferentes temáticas de esta disciplina.
“Nazareno una historia para sobrevivir” es la primera novela realizada por el autor. Movilizado por la situación hostil que atraviesan estos grupos humanos: los denominados “refugiados” como nueva problemática actual.
También suma otros puntos de vista sobre el rol de la paternidad, la nueva masculinidad y la familia.
Por otra parte, como homenaje al centenario de la primera emisión radial en Argentina, esta obra hace mención a la labor en este medio de comunicación.