El Banco Central regula la devaluación del peso para que no se dispare la inflación, pero deteriora la competitividad cambiaria, que es la más baja en 15 meses. Pero la mayor emisión en los meses de elecciones para mantener al pueblo contento y tranquilo moverá mucho a la divisa estadounidense.
Mientras la actividad económica trata de despegar de la profunda baja que provocaron las medidas de aislamiento y la asistencia social para enfrentar el COVID-19, aún restan más de cuatro meses para llegar al fin de un convulsionado año, al que todavía le restan las elecciones primarias.
En Argentina, el tipo de cambio tiende a pasar por un período de volatilidad cuando se acerca el momento de votar. por eso, hay que seguir de cerca seis claves que van a determinar el recorrido del dólar, tanto en el mercado oficial como los tipos de cambio paralelos.
1 – Alta brecha. La diferencia de precios cercana al 100% entre el dólar mayorista -el más barato de todos los segmentos- y el libre -el más caro- será un umbral casi constante hasta fin de año. La economía resiste esta brecha solo por el “cepo” duro, pero esta distorsión es perniciosa mientras más se extienda en el tiempo, por la expectativas de devaluación que genera (históricamente, el dólar “corrige” siempre hacia el valor más alto), mientras que contagia al alza de precios de productos importados cuando no abundan en el mercado oficial los dólares para ingresar mercaderías.
2 – Ancla cambiaria. El dólar mayorista es ofrecido a a $97,33, cinco centavos arriba del cierre anterior. En 2021 gana 15,7%, una tasa que es prácticamente la mitad de la de la inflación del período. Y en la comparación interanual la suba del tipo de cambio oficial fue de 32,4% frente a una inflación que pasó el 50 por ciento. Está claro que es un objetivo del Banco Central el de acotar la devaluación del peso a un ritmo menor que el de la inflación para atenuar el efecto inflacionario de esta variable.
3 – Traba a la salida de divisas. Cuidar las reservas y sostener la estabilidad cambiaria en momentos de férreo control de capitales son una prioridad oficial y las medidas restrictivas para la operatoria de dólares en la Bolsa aplicadas por el BCRA apuntaron a eso: igual que en la plaza formal, se buscó reducir precios y cantidades a la vez con nuevas trabas.
4 – Ingreso de dólares comerciales. Hacia el cierre del año se juega buena parte de la estabilidad cambiaria por el ingreso de dólares por exportaciones. Afortunadamente, los volúmenes de oferta privada en las últimas ruedas rondaron los USD 400 millones diarios en la plaza mayorista, una cifra elevada para esta del año.
Nivel de reservas. No todos los dólares que compra el Central en el mercado pasan a reservas, pues una parte se destina al pago de deuda externa y otra, vender dólares en la Bolsa para contener el alza del MEP y el “contado con liquidación”.
5 – Monitorear este ítem es relevante, pues de él dependen tanto la estabilidad cambiaria como las expectativas de devaluación que manejan empresas y fondos de inversión. Las reservas internacionales se mantienen estabilizadas en torno a los USD 42.000 millones, por cuanto crecen unos USD 2.600 millones o 6,6% en 2021.
6 – Emisión monetaria. Desde que volvió el “cepo” cambiario hubo una correlación llamativa entre el precio del del dólar y el dinero en circulación (billetes y monedas en poder del público y cuentas a la vista).
fuente: infobae