El juez Sebastián Casanello hizo lugar a la petición del empresario, que está declarando en Comodoro Py desde antes del mediodía.
Durante la maratónica declaración indagatoria que lleva ante el juez Sebastián Casanello, Leonardo Fariña solicitó ingresar al programa nacional de protección de testigos e imputados y el magistrado accedió a la solicitud, confirmaron fuentes judiciales.
Se trata de la ley 25.764, que contempla la “preservación de la seguridad de imputados y testigos que hubieran colaborado de modo trascendente y eficiente en una investigación de competencia federal”. Para poder hacer efectiva la aplicación de la misma, las autoridades ahora deberán disponer medidas de seguridad en el lugar de detención de Fariña, que se supone seguirá siendo la cárcel de Ezeiza. Las fuentes indicaron que Fariña deberá “estará a resguardo absoluto”.
Fariña ingresó bien temprano a Comodoro Py y empezó a declarar ante Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan, quienes investigan la causa de la corrupción K, alrededor de las 11 de la mañana. Cerca de las 21.30 llegaron a los tribunales de Retiro dos camionetas del Servicio Penitenciario Federal, por lo que la salida del supuesto “valijero” sería inminente.
En medio de la jornada de indagatorias, que incluyó el testimonio de Fabián Rossi, Casanello resolvió que la causa vuelva a secreto de sumario. La medida había regido hasta ayer, cuando la levantó, pero algo, que por ahora no trascendió, lo hizo cambiar de opinión. El instrumento le permite emprender diligencias sin el conocimiento de las partes.
La causa tuvo un vuelco inesperado esta semana, cuando Casanello ordenó la detención del empresario Lázaro Báez. El magistrado consideró que existía riesgo de fuga cuando sus informantes encontraron falta de certezas en el plan de vuelo de Báez antes de que saliera de Río Gallegos.
En simultáneo con Báez fue arrestado Daniel Pérez Gadín, sindicado como su contador. Ambos declararon días atrás, al igual que sus hijos, Martín y Sebastián, respectivamente.