Por Manuel Rivas* Diario Cuarto Poder / Noche de emociones. La presentación de “Eslabones”, libro póstumo de Susana Gianfrancisco, estuvo cargada de emotividad por el legado de la autora tucumana fallecida el año pasado víctima de covid.
Recuerdos llenos de luz
La sala principal del Teatro Orestes Caviglia se colmó de luces que generaron los recuerdos de todos los presentes en torno a la escritora tucumana Susana Gianfrancisco, en la presentación de su último libro “Eslabones”, a cargo de sus hijos y amigos.
La presentación y conducción estuvo a cargo del poeta urbano Pablo Espeche, quien en un primer momento anunció la proyección de un video en el que aparecieron imágenes de la autora con el fondo musical del tema “De vez en cuando la vida”, de Serrat.
La emotividad se profundizó cuando uno de sus nietos dijo en la sala en penumbras: “vení abuela”, pero inmediatamente, como si fuera un toque de la querida Susana, agregó: “quiero hablar por micrófono”, lo que generó risas.
Los oradores
Tras ese duro golpe al corazón, hizo uso de la palabra su hermana, Silvia Gianfrancisco, quien la evocó desde su infancia y comentó aspectos relacionados a su trayectoria y a su interés por lo literario. En donde enumeró algunos de los muchos logros de la autora.
También se refirió a ella y a su calidad literaria el editor Julio Ricardo Estefan, de La Aguja de Buffon Ediciones, quien resaltó que no hubo que retocar nada del libro de microrrelatos por estar perfectamente escritos.
Luego su hija, Inés Palomar, agradeció a los amigos, en especial al escritor Gustavo Díaz Arias, para luego señalar que la presentación del libro fue una promesa que le realizó a su madre, lo que se cumplió apenas siete meses después de su partida.
La voz de una hacedora de escritores
El nombre de la escritora Inés Cortón se repitió varias veces en una noche de latidos intensos. Se la señaló como responsable del despliegue literario de Susana Gianfrancisco, que luego de realizar sus talleres comenzó a ganar concursos y reconocimientos.
Pero la autora bonaerense también se hizo presente, a la distancia, con un mensaje grabado en donde destacó la calidad literaria, la humanidad y generosidad de la escritora tucumana y se deshizo con toda humildad de la incidencia de su labor sobre ella.
Las palabras de Inés Cortón, quien dijo que no hubiera podido hacerlo en vivo, fueron recibidas con un cerrado aplauso de los presentes, que se conmovieron hasta las lágrimas por tan digno y sentido reconocimiento.
Música y poesía
El homenaje musical estuvo a cargo de Luis Salas Gómez, quien recordó que junto a Susana compuso una zamba. Le tributó una composición propia, que también cosechó merecidos aplausos por parte de los presentes.
En tanto que el homenaje poético estuvo a cargo de Gustavo Díaz Arias, quien leyó afectado visiblemente por la emoción, el poema “Azul índigo”, dedicado a su amiga, a quien también evocó con palabras entrecortadas por lo intenso de los recuerdos.
Mencionó Díaz Arias a los integrantes del Espacio de Epicuro, Miguel Ángel Figueroa y Noelia Mónaco, a cuyos Vernissage apoyó la autora en todo momento y participó de todas las ediciones, en un acto de generosidad que la caracterizaba.
Lectura de microrrelatos
Finalmente fue su hermana, Silvia Gianfrancisco, la encargada de leer algunos de los microrrelatos -seleccionados por los hijos de la autora- y a los que agregó uno más de su propia elección. A continuación compartimos dos de ellos:
La Puerta del Viento
Los toltecas, creadores de la leyenda de la Puerta del Viento contaban que, todo lo que pasa por ella, se eleva al cielo. Esto se debía a las respiraciones de los amantes. Como no puedo dejar de respirar y te amo tanto, tengo miedo de que, si la atraviesas, te eleves en un vuelo cósmico.
Aislamiento
Este encierro me taladra el cerebro. A lo lejos escucho las tristes canciones del verdulero, que no vende, la plaga le quitó clientes. Trato de leer, pasar el tiempo, devoro las frases. De pronto, queda un último cuento y termino el libro. Si lo leo ¿me abandonarán las palabras?
La muerte es el olvido
En las palabras de su editor, Julio Ricardo Estefan, señaló que la muerte triunfa sólo cuando hay olvido, lo que no pasará con Susana Gianfrancisco, porque su legado quedará en sus libros y en el recuerdo de quienes la conocieron.
Y no se equivocó con aquellas expresiones, porque todos los que estuvimos anoche en la sala principal del Teatro Orestes Caviglia, tuvimos la sensación de su presencia, de una o de otra manera, ella estuvo con nosotros.
Finalmente, con “Eslabones” entre mis manos, salí de allí junto a los amigos que me dio la Literatura, en extendida evocación comentando sobre nuestras emociones, aquellas que seguramente Susana habría transformado en poesía.
*Director Diario Cuarto Poder, periodista, profesor de Letras e Historia y escritor.