La periodista Cristina Pérez, que acaba de sacar una novela histórica sobre William Shakespeare y una cortesana que fue la primera mujer en publicar a fines del Renacimiento inglés, Emilia Bassano, participó esta noche de Comunidad de Negocios,y en diálogo con José Del Rio analizó la coyuntura argentina con una mirada crítica hacia la figura de la vicepresidenta Cristina Kirchner.
“Su figura es gravitante, creo que ella tiene preso el país para no ir presa ella. Hay un empecinamiento ideológico que ya ni siquiera tiene piedad con lo que viven los sectores más vulnerables. Ella solamente piensa en su delirio ideológico”, opinó.
La situación de pobreza
Pérez conduce el noticiero de Telefe junto a Rodolfo Barilli hace más de 19 años. La periodista, entrevistada por Del Rio, se refirió a la situación que viven miles de familias en el país, con altísimos niveles de pobreza. “Lo que más duele hoy es que se siente que se ha roto ese círculo del progreso posible. Cuando se le falta el respeto a la dignidad de las personas no creyendo que son capaces de ese progreso sino solo sujetos de limosna estamos haciendo que el país involucione”, dijo.
Pérez relató su historia personal de superación. “Vengo de la clase media baja, creo en el progreso y mi vida es una historia de superación: creyeron en mí y en mi esfuerzo y me abrí camino”, dijo. Y continuó: “Estoy segura que ese es el modelo personal posible para cualquiera que tenga un sueño. La Argentina tiene que ser un país para que la gente pueda soñar”.
“La libertad es tener opciones. Cuando nos quitan las opciones nos dejan sin poder ser artífices de nuestro destino. Tenemos que soñar todos para construir hacia adelante”, dijo en otro momento.
Crítica contra el gobierno
Durante la entrevista, la conductora fue crítica con el Gobierno. “El actual Gobierno no ofrece futuro, ofrece pasado”, dijo, y cuestionó: “No tiene autocrítica”. Pérez observó en retrospectiva el avance del Gobierno durante la pandemia del coronavirus. “En este tiempo, el oficialismo se cargó el artículo 14, que dice que se puede estudiar, tener libre tránsito, disponer de tu propiedad privada, que se puede comerciar. Si tomamos cada punto de ese artículo, el Gobierno le ha puesto cerrojo, fue empecinamiento ideológico”, indicó.
La reconocida conductora analizó lo que vivió el mundo entero con el crecimiento de los casos de Covid-19. “Nos puso a todos en un drama existencial, donde de pronto no sabíamos bien lo que pasaba y nos puso ante la sensación de peligro de vida”, reflexionó. Y, una vez más, apuntó contra el Gobierno: “Se confió con que estaban haciendo lo correcto, pero luego se descubrió que utilizaron la pandemia para el empecinamiento ideológico, nos encontramos con que no les tembló la mano para vacunarse primero. El Presidente imponía cuarentenas y festejaba en Olivos con total impunidad. La gente más humilde no podía ganarse el pan, no podía llevar a sus hijos al colegio. Cualquiera de esas personas supo que la libertad era disponer de su tiempo, de su vida y de proteger a los suyos. El curso de libertad lo enseñó el Gobierno con su autoritarismo”.
Echar la culpa a la herencia
En otro momento de la entrevista, sostuvo que los oficialismos tienen un tiempo determinado para echarle la culpa a la herencia que recibieron del gobierno que los precedió. “Hay un momento donde eso venció y la gente demanda resultados concretos de la gestión. La eficiencia no es una cuestión de tecnócratas, es también una cuestión moral de respeto hacia los conciudadanos”, analizó.
Por esto, se mostró en contra de que el Frente de Todos hable siempre de Mauricio Macri. “El Gobierno usa a [Mauricio] Macri como un espantapájaros para no asumir lo que este gobierno no pudo gestionar con eficiencia para la gente. Podemos hablar abiertamente de qué falló y qué no del gobierno de Cambiemos. El gradualismo tal vez fue cándido, había que tomar medidas mucho más concretas y rápidas. Se hizo kirchnerismo de buenos modales en el macrismo y después nos agarró una crisis y hubo que acudir al Fondo, pero si hoy no somos responsables para tratar nuestra deuda nos va a costar millones”, precisó.
Sobre las negociaciones del Gobierno con el FMI, Pérez aseveró: “Podríamos haber arreglado con el Fondo hace un año, pero no se hizo por Cristina. O sea, Cristina tiene al país de rehén”.
El poder de Cristina Kirchner
Consultada sobre la figura de la vicepresidenta, la conductora expresó: “Cristina es una indiscutible líder política de la Argentina. Diría que su capacidad estratégica para regresar al poder no ha mostrado al mismo tiempo una capacidad humana y una empatía con la realidad del país. Ha pensado solo en ella y creo que eso es lo que la gente le está cobrando”.
“Se ha mostrado fuerte en su peor hora cuando siguió construyendo en su bastión más importante, a pesar de la derrota y de estar en total soledad, alineó al peronismo y puso un presidente de cartulina -que tenemos aún- y que no respeta su propia investidura”.
El modelo de país y su crítica a Alberto
La periodista recordó su cruce con el presidente Alberto Fernández en medio del conflicto por Vicentin, y manifestó: “Ahí Alberto demostró que había piolines. Había que preguntarlo y también porque ahí estaba la cuestión del derecho a la propiedad, si se avanzaba con Vicentin era una llave para avanzar sobre los derechos de propiedad”.
El incómodo momento con el Presidente se produjo cuando la periodista le preguntó por “la polémica y cuestionada intervención” de la cerealera.”La palabra ‘expropiación’ erizó la piel de todo el sector empresario. ¿Hay una chance de que haya un estadio intermedio para no llegar a esa situación que, para muchos, compromete las garantías del derecho a la propiedad privada establecidas por la Constitución?”, había dicho Pérez. Y la reacción de Fernández mostró su malestar: “La pregunta funcionaría mucho mejor si Cristina deja de lado los adjetivos”. En ese momento, ella lo interrumpió y se defendió: “La periodista soy yo y usted es el Presidente, así que tengo derecho a expresarla como me parezca”.
Esta noche, Pérez recordó el episodio y agregó: “En la Constitución está nuestro gran contrato social, entre ellas nuestra libertad de expresión, que es lo que nos hace humanos. Me paro ahí desde la libertad de nuestra profesión, nosotros trabajamos para los ciudadanos, para que puedan tomar decisiones dentro de ese marco republicano y democrático donde deciden con su voto, entonces esa es mi posición honesta y lo digo porque yo como profesional lo ofrezco, no puedo contar como si diera lo mismo. Los valores no son intercambiables, nos constituyen”.
En esta línea, enfatizó que el Gobierno avanza sobre los derechos de los argentinos, mencionó el cepo cambiario y la presión tributaria. “Es todo una gran máquina de impedir”, dijo. Y, por último, cuestionó: ¿Cuál es el modelo que nos están ofreciendo si no creen en la capacidad productiva, en las ideas de los argentinos, en nuestra capacidad de innovar y de hacer del país un lugar mejor? Quieren convertir a la gente en dependiente de un Estado que cada vez está más famélico”.
fuente: lanacion