Nota de tapa: Esto ya noff, un precedente para la conducta urbana de magistrados

Por Nicasio Rodríguez* para Diario Cuarto Poder / Conducta pública ante todo. Ese parece ser el mensaje que dejó esta semana a la sociedad en su conjunto y a los magistrados y funcionarios judiciales en especial, la destitución del juez de Familia, Orlando Stoyanoff.

Un hecho repudiable e inaceptable

El 11 de junio de este año no fue un día cualquiera para el juez de Familia, Orlando Stoyanoff, quien ese día protagonizó el ataque a un delivery, a quien no sólo golpeó sino que también causó daños en su moto.

Ira incontrolable de Stoyanoff.

Un problema de tránsito generó que el magistrado descendiera de su vehículo, le arrojara una patada al repartidor identificado como Francisco Azán, y no contento con ello, levantara y arrojara al motovehículo causándole roturas.

Repercusión en las redes sociales

Como ocurre en estos tiempos de tecnología, el hecho fue captado por ocasionales testigos que lo filmaron con sus celulares. Las escenas violentas no tardaron en viralizarse y el escándalo trascendió las fronteras de la provincia.

En los primeros momentos, nadie conocía la identidad del agresor, que se retiró del lugar de los hechos sin esperar la llegada de la policía, pero no se tardó en reconocer al sujeto en la persona del propio juez de Familia de la Sala IV, Orlando Stoyanoff.

Un resarcimiento que no alcanzó

Observando el cariz que tomaban las informaciones, el magistrado optó por tratar de solucionar, en parte, el daño que le había ocasionado al mencionado repartidor, por lo que le entregó una compensación económica.

Sin embargo, la viralización de las imágenes y el escándalo no se podían frenar. Surgieron entonces seis pedidos de juicio político, que derivaron en el inicio de un proceso en el que se lo acusó de incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Un final cantado y un precedente

Finalmente, el Jury de Enjuiciamiento presidido por estuvo presidido por el ahora presidente de la Corte, Daniel Leiva e integrado por los legisladores: Javier Morof, Sara Alperovich, Daniel Herrera, Dante Loza y Walter Berarducci y el representante del Colegio de Abogados, Esteban Jerez, definió su destitución.

La definición de este proceso no sólo le da respuesta a los pedidos de juicio político sino que genera un precedente sobre la conducta pública que deben mantener los funcionarios judiciales, que no se pueden dejar llevar por las pasiones de un problema callejero.

El planteo está realizado y la sociedad tucumana en su conjunto ha sido testigo de este criterio, que se aplica a todos los casos similares.

*Analista político y columnista. 

 

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