Por Inés Cortón* para Diario Cuarto Poder / Compartimos la nota sobre la presentación del libro “Siamesas”, de María Belén Aguirre, que tuvo lugar hace un par de días en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Agradecemos a Inés Cortón la gentileza de escribirla.
He sumergido en formol
el feto de este poema.
Un ejemplar
inusual destinado
a ser visto
con los ojos cerrados.
Así inicia María Belén Aguirre su obra “Siamesas”, que obtuvo el Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes 2020. Edición que por primera vez se presentaría bajo la denominación de fantástica, ciencia ficción y terror. “Siamesas” fue elegida entre 2580 obras recibidas pertenecientes a distintos géneros (novela, novela gráfica, cuentos, ensayo y poesía).
En la intimidad de una conversación con Laura Ponce, editora de la pieza, María Belén hizo, el pasado martes, un recorrido por el terror a lo largo de sus poemarios éditos e inéditos, elevando la emotividad del auditorio.
Escritores, admiradores y amigos
Un importante grupo de escritores, fieles admiradores y amigos formaron parte de un viaje literario a través de toda la obra de la autora, quien para presentar “Siamesas” (Ayarmanot, 2021), compartió también fragmentos de creaciones anteriores que contienen su germen: “Viaje a Lituania” (2009), “Retrato de Teresa” (2010), “Praga en dos” (2012), “Clases de Olga” (2013), “La bisnieta retardada de Artuad” (2013), “El demonio de la tristeza” (2014), “Las tuberculosas” (2016), entre otras.
La escritora reflexionó sobre su obra, la literatura y el lugar del arte en nuestra sociedad; al tiempo que puntualizó su singular concepción del terror calificándolo bajo la denominación de “cristal laxo”, para aludir a la flexibilidad y potencia tensora de esa perspectiva a la hora de abordar cualquier producción textual ominosa.
Generosidad con sus publicaciones recientes
Con su habitual generosidad, María Belén anticipó además poemas de sus creaciones más recientes, manifestándose así el sinnúmero de personajes que la habitan: desde el preso de “Cartas de un mancebo desde la cárcel de Saló”, pasando por un diálogo mediúmnico con su padre muerto en “Pater dixit” (obra que retoma el tópico del padre ya abordado en el poemario “El Pater” siete años atrás), hasta la biografía apócrifa de un escritor arrojado en uno de los vuelos de la muerte por la última dictadura militar, en “Ubi sunt” (todas estas producidas entre 2020 y 2021).
Lo inesperado e inexplicable
Mientras en la calle una tenue lluvia iba creciendo lentamente, en el interior del Bar Fondo Cultural se sumaba la sorpresa de lo inesperado: una máquina de café comenzó a funcionar sola, y apenas unos momentos después, una estridente canción se reprodujo sin que nadie la accionara en los parlantes del Bar durante unos segundos. Sin importar el nombre que podamos atribuir a estos “incidentes”, sabemos que solo ocurren cuando la sensibilidad alcanza los más elevados niveles.
Hipnosis y música
Como en un proceso de hipnosis colectiva, María Belén leyó a su vez fragmentos de “Diario negro” (2021), un capítulo que recorre en orden regresivo el mes de noviembre desde el 28 al día de Los Fieles Difuntos; una operación que nos dejó en presencia de su ausencia metafórica.
El evento contó con el exquisito acústico del compositor argentino Juan Rosasco, quien interpretó dos canciones: “Gritos de madrugada” e “Hipnosis”.
La lluvia, hacia el final torrencial, se mezcló con el arrullador canto a capela de un arrorró siamés en voz de la madre de la autora (como una voz venida desde el “más allá”) ante el silencio estremecido de los concurrentes.
La intensidad de la tormenta no cejó en su obstinación por dejar las palabras limpias de toda intención que no fuera otra que la fuerza con la que fueron escritas.
*Escritora, tutora virtual y profesora del Curso Virtual de Escritura Creativa. Co-fundadora del Taller Repentista.