De limas para las asperezas en la política comarcana y un año 2022 que asoma enfocado en la gestión

—¡Eduard querido! ¿Qué hace con esa lima dándole a esa superficie áspera? ¿Acaso se está por dedicar a tareas manuales?

—No, mi estimado. Que trabajen los más aptos.

—Ya me parecía que usted quería evitar la fatiga…

—No, mi amigo. Aquí estoy, firme como rulo de estatua, listo para analizar la política comarcana.

—¿Y esa lima qué tiene que ver con la política comarcana?

—Mucho.

—Deje de dar más vueltas que perro pa´ echarse, y explíquese.

—Está bien. Resulta que luego de la visita del Presidente se comenzaron a limar algunas asperezas.

—No me diga.

—Sí le digo.

—¿Qué asperezas?

—Las que existían, por ejemplo, entre Osvaldo y el intendente de la tortuga y entre Osvaldo y el legislador del botón antipánico.

—¿Qué pasó?

—Ambos fueron recibidos por el Gobernador en su despacho.

—¿Y fueron al pie?

—No sé, pero me parece que abren una nueva etapa de diálogo.

—¿Por qué quieren?

—Más bien porque no les queda otra.

—¿Por qué?

—Porque a Juan no le conviene tener una provincia dividida si se quiere proyectar como presidenciable.

—¿En serio?

—Sipi. Muchos imaginaban que Juan les iba a bajar la plata por vía de ATN.

—¿Y no lo hará?

—No. Parece que no lo va a puentear a Osvaldo. Se va a privilegiar la gestión.

—Esa es una buena noticia después de un año lleno de desencuentros y sorpresas.

—Usted lo dijo. Y en el caso personal, lo voy a compensar con la cuenta en el bar.

—¿En serio?

—Sipi.

—¿Va a pagar la cuenta del mes?

—No, pedí dos cortaditos que pagaré de mi propio peculio.

—¡¡¡Ya me jodió de nuevo…!!!

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