Por Fabián Seidan – Diario Cuarto Poder. Los tiempos cambian y los festejos de fin de año también. De un año a otro siempre hay novedades y más hoy con la nueva variante de Ómicron acechando. Las libertades individuales pasaron a segundo plano y, para evitar encierros, se exige vacunarse. A todo ello se suman la empatía con las mascotas y los niños autistas, lo que llevó a que se prohibiera y limitara la venta y uso de cohetes. El brindis también está en la mira.
Con barbijos, pases sanitarios y distanciamiento
Las fiestas de Navidad y Año Nuevo como muchos recuerdan: reuniones familiares multitudinarias, con mesas largas y brindis con alcohol; salidas después de medianoche para saludar, bailar o juntarse con amigos; tirar cohetes y festejar hasta el amanecer ya es historia (o está camino a serlo). Porque hoy en día todo festejo debe ser medido, responsable, seguro y empático. Así lo establecen leyes, decretos y ordenanzas, que buscan que todos celebren, pero con límites, para evitar accidentes, daños a terceros, contagios y muertes.
Hoy en día la sociedad está más “reglada” o reglamentada. Y si no se cumplen las premisas, todos pueden verse afectados y sufrir multas u otros castigos por infringir las normas, más con una pandemia en curso que no da tregua y amenaza con expandirse, nuevamente.
Por eso, médicos infectólogos, reconocen que para evitar el avanza de la nueva variante de coronavirus, la gente no debería este año reunirse ni pasar las Fiestas juntos, menos con personas que no estén vacunadas. De última, concurrir con barbijo, no compartir cubiertos ni copas, mantener cierto distanciamiento y evitar aglomeraciones.
“Buenas, familia. Tema: el 24. Lo tiro ahora para evitar conflictos en la mesa de Navidad. Nosotros decidimos no ir porque hay varios de la familia que no se quieren vacunar. ¿Es polémico? Sí, pero como no vamos a exigirle a nadie un PCR ni el certificado y en unos días nos vamos de vacaciones, preferimos movernos por entornos seguros. Sepan disculpar. Mi deseo para 2022 es que estemos todos vacunados y que se termine esta pandemia”. El mensaje fu enviado por Emilio F. al grupo de sus hermanos abrió una nueva grieta que divide a las familias de cara a las próximas Fiestas.
Derechos y libertades individuales
Es que pasan los días y cada vez hay más contagiados de Covid-19. Los infectólogos advierten que nos arrimamos a una nueva ola, y por eso recomiendan no participar de reuniones familiares.
Reunirse en una casa y que asistan personas no vacunadas incrementa el riesgo de contagio para todos los invitados, incluso con sistema de ventilación cruzada o si todos se dejaran el barbijo.
“Esto no es una cuestión política ni de derechos o libertades. Desde el punto de vista infectológico, sentarse a la mesa con una persona que no tiene el esquema de vacunación completo aumenta de forma considerable el riesgo”, dice Eduardo López, ubfectólogo que asesora al gobierno nacional.
Grieta vacunado vs no vacunado
“Estamos empezando un rebrote y la curva se va a empinar de la mano de los no vacunados. Para fin de año, los casos se van a disparar. No creo que como en mayo o junio, pero sí van a aumentar, aunque con menos complicaciones e internaciones”, sostiene otro médico.
El repunte de la curva se está viendo en población más joven, que no está vacunada o que tiene una sola dosis. Por eso en nuestra provincia el gobernador Osvaldo Jaldo impuso el Pase Sanitario para concurrir a cualquier evento masivo, restaurantes, salones de fiestas, bailes y comercios.
Hay intendentes, como el de Yerba Buena, que aplicaron normativas al respecto, impidiendo encuentro de más de 400 personas en lugares abiertos o cerrados, con severas multas.
Sugieren no pasar Navidad ni Año Nuevo en familia
En la misma dirección, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió que la gente que tomen precauciones a la hora de celebrar las fiestas de Navidad a nivel mundial.
Ghebreyesus aseguró que comprende el hartazgo que generan las medidas de cuidado y las condiciones impuestas en esta nueva realidad que determinó la pandemia, pero dijo que la forma más rápida de “volver a la normalidad” es “tomar las decisiones difíciles que hay que tomar”.
Así, reconoció que “en algunos casos” eso significará “la cancelación o el retraso de los eventos” de Navidad y expresó: “Pero un evento cancelado es mejor que una vida cancelada. Es mejor cancelar ahora y celebrar más tarde, que celebrar ahora y estar de luto más tarde”.
Controles antes que encierros
El Jefe del Departamento de Operaciones Policiales (D3), Comisario Inspector Raúl Silva, detalló que la policía realiza y mantendrán los operativos en el Gran San Miguel de Tucumán, Yerba Buena y otras ciudades de la provincia, junto a personal de Gendarmería Nacional y otras fuerzas de seguridad provinciales y municipales durante las noches de las fiestas para evitar encuentros masivos y descontrol sanitario.
Por un lado, tras las disposiciones del COE, se controla el cumplimiento del decreto ratificado mediante ley. Se busca el cumplimiento efectivo y hacerles saber que habrá sanciones a los propietarios que no hagan control del cumplimiento del pase sanitario para el ingreso al local.
El jefe del D3 agregó que se tiene en cuenta que en estas fechas se realizan muchas reuniones de fin de año en las que hay consumo de alcohol excesivo por lo que se continuará desplegando más personal a las calles a medida que se acerquen las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
La grieta entre vacunados y no vacunados recién comienza a marcarse. La libertad de uno termina donde empieza la del otro.
Pirotecnia, cosa del pasado
Y si la vacuna no es suficiente para que las familias tengan divisiones a la hora de festejar “las Fiestas de fin de año”, surge el tema de los cohetes, donde muchos ven con buenos ojos la prohibición de la pirotecnia mientras que otros rechazan el fin de una tradición popular.
Es que a partir de pedidos de defensores de animales domésticos y de niño de espectro autistas, la pirotecnia pasó a ser algo malo, por lo que algunas provincias y municipios decidieron prohibirlas o limitar su uso.
La prohibición del uso y comercialización de pirotecnia ya rige en varias provincias con la finalidad de proteger a niños autista como a los animales domésticos, mientras que en otras, solamente se limita el uso de elementos pirotécnicos. En Chubut, Neuquén, Río Negro, Mendoza, San Luis, Jujuy y Misiones, la prohibición del uso de pirotecnia alcanzó a toda la provincia al quedar vigente el llamado “Código de convivencia urbana”.
En Córdoba los municipios como Alta Gracia, Bell Ville, Cosquín, La Falda, San Francisco, Río Cuarto, Río Tercero, Villa Carlos Paz y Villa María prohíben uso y venta de cohetes.
En Mar del Plata, Villa Gesell y Necochea, Santa Teresita, Valeria del Mar, prohíben la comercialización de pirotecnia sonora, en tanto que Pinamar y Miramar tienen legislaciones que limitan su uso sin llegar a “pirotecnia cero”. El municipio de General Pueyrredón y Mar del Plata, está prohibida la venta de pirotecnia sonora.
En Tucumán, Yerba Buena y Tafí Viejo permiten sólo pirotecnia sin estruendo. En la Ciudad Jardín está prohibida la tenencia, fabricación, comercialización, depósito circulación venta al público mayorista o minorista así como la manipulación y uso particular de todo elemento de pirotecnia y cohetería de tipo explosiva o de combustión con efecto ruidoso. Pero en la Capital provincial sí se permiten la venta de artículos de pirotecnia en general.
Termina un año duro y difícil, donde por la pandemia y las medidas impuestas por el gobierno para enfrentar la crisis y los contagios, mucha gente la pasó mal, perdió seres queridos, su trabajo, dinero y oportunidades; por eso, que este 24 y 31, no sean noches en la que tengamos que lamentar algo más. ¡¡Salud!!