La escasez de reactivos que se usan en el test de detección de coronavirus, comenzó a sentirse en Tucumán, a pesar de la medida que tomó el Ministerio de Salud Pública, restringiendo la toma de muestras sólo a un sector de la población.
Según la titular del Colegio de Bioquímicos de la provincia, Angela del Carmen González, la explosión de demanda que se registró en los centros de testeo las últimas semanas puso al sistema al borde del colapso.
Sucedió que en un escenario de crecimiento exponencial de contagios, hubo gente que acudió hasta tres veces a distintos nodos de hisopado, lo que dejó a la provincia en una situación de escasez agravada por el contexto.
Es que los proveedores de los reactivos son empresas extranjeras que, además de cobrar en dólares, también afrontan una mayor demanda, por lo que están entregando 50 cajas, cuando antes remitían unas 200.
Desde el Colegio manifestaron su preocupación ante la evidente preferencia de la ANMAT para acelerar la llegada al país de los autotest, incluso retardando el ingreso de insumos para tests rápidos y PCR.
La titular de la entidad consideró que poner el testeo en manos de la gente, sin garantías de un diagnóstico acertado, representa un grave problema epidemiológico. El proceso debería estar siempre en manos de profesionales.