El cantante y poeta estadounidense Bob Dylan ganó el Premio Nobel de Literatura 2016. La academia sueca destacó el aporte del artista a la música popular americana.
En el anuncio del premio, la Academia Sueca destacó a Dylan “por crear nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición musical estadounidense”.
La secretaria permanente de la Academia Sueca, Sara Danius, defendió la elección de Dylan como ganador del Nobel de Literatura 2016 por su condición de poeta y lo comparó con los vates griegos de la antigüedad.
“Si miramos miles de años hacia atrás, descubrimos a Homero y a Safo. Escribieron textos poéticos hechos para ser escuchados e interpretados con instrumentos. Sucede lo mismo con Bob Dylan. Puede y debe ser leído”, declaró Danius minutos después del anuncio del galardón en la sede de la Academia en Estocolmo.
Dylan es “un gran poeta en la tradición en lengua inglesa”, “muy original” y que durante 54 años “ha seguido actuando y reinventándose a sí mismo, creando una nueva identidad”, adujo en una entrevista concedida a la web de la Fundación Nobel.
Danius se mostró esperanzada por que la designación de Dylan no genere muchas críticas por su condición preferente de cantautor y confesó que no fue una gran admiradora del músico en su juventud, aunque ha acabando siéndolo con los años.
Destacó además su disco “Blonde on Blonde”, uno de los clásicos de Dylan, como paradigma de su obra, “un ejemplo extraordinario de su forma brillante de rimar, de juntar estribillos y de su estilo brillante de pensamiento”.
La Academia Sueca reconoció en su fallo a Dylan por haber contribuido con “nuevas expresiones poéticas dentro de la tradición de la gran canción americana”.
Dylan, de 75 años, está considerado como una de las figuras más influyentes de su generación. En 2007 fue premiado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y un año después con el Pulitzer de honor. Y ya había sonado en varias oportunidades como posible candidato al Nobel, galardón que finalmente obtuvo hoy.
Su carrera musical arrancó a comienzos de los 60 con el folk y la canción protesta como seña de identidad y hits como “Blowin’ in the Wind” y “A Hard Rain’s a-Gonna Fall”.
En 1965 llegaría su reconversión eléctrica con “Highway 61 Revisited”, considerado uno de los discos clave del siglo XX y en el que consolida su interés por el rock y el blues. Su primer sencillo, “Like A Rolling Stone”, fue elegido la mejor canción de todos los tiempos por la revista musical “Rolling Stone”.
Discos como “Blonde on Blonde”, “Planet Waves” o “Desire” desafiaron la cultura pop tradicional y le valieron un enorme éxito comercial además del aplauso de la crítica. Tras su conversión del judaísmo al cristianismo y el giro religioso de sus composiciones, resurgió a finales de los 80 con “Oh Mercy”.
Fuente: Clarín