Delpo volvió a jugar en el Argentina Open luego de 965 días de inactividad y el público llenó el Buenos Aires Lawn Tennis y le regaló un recibimiento que le erizó la piel.

No fue un día más para Juan Martín del Potro. Probablemente, en sus emociones, haya representado como un nuevo debut. A los 33 años, la Torre de Tandil salió al court principal del Buenos Aires Lawn Tennis luego de 965 días sin jugar oficialmente, y tras atravesar cuatro cirugías en la rótula derecha. Además, enfrentó a los fanáticos que llenaron las graderías luego de haber anunciado que por sus problemas físicos le iba a poner punto final a su carrera… Jugando, como lo merecía.

Por eso, cuando vio los reflectores del BALTC, y los hinchas lo vieron enfundado en indumentaria negra, presto para el enfrentamiento ante Federico Delbonis por el Argentina Open, las gargantas se unieron en un mismo cántico: “Olé, olé, olé, olé, Delpooo, Delpoo”. El tenista ex Nª 3 del mundo levantó su brazo para agradecer, sonrió tímidamente, y sus ojos se humedecieron. Los teléfonos móviles lo siguieron con celo hasta que dejó el bolso en su sector, y las voces volvieron a atronar: “Delpo, mi buen amigo, esta campaña volveremo’ a estar contigo”. Ni hablar cuando se acercó, red de por medio, a su adversario, también querido por los aficionados, campeón de la Copa Davis con Juan Martín en 2016… Pero el retorno del ídolo en circunstancias más que especiales lo convirtieron en visitante.

Entre los que lo aplaudieron y vitorearon hubo personajes célebres. Del tenis, como Gabriela Sabatini Guillermo Coria, actual capitán de la Davis. O Rolando Schiavi, ícono de Boca Juniors, el club dueño del corazón de Delpo. También su mamá y su novia. Y los “revoltosos” que estuvieron siempre, en las buenas y en las malas…

Media hora antes del match, mientras aún se batían a duelo Andújar y Londero, un grupo ruidoso, luciendo remeras blancas con la leyenda “qué placer verte otra vez”, se hizo notar en los accesos al Buenos Aires Lawn Tennis. Y sus integrantes se ubicaron juntos, exhibieron una bandera, y lo alentaron en continuado. Se trata de sus amigos y allegados de Tandil, que incluso supieron acompañarlo en el exterior.

En el US Open 2018, una docena de componentes de ese grupo ya había se había erigido como la hinchada más bullanguera del Grand Slam. “¿Quiénes son los revoltosos de allá arriba?”, se preguntó el cronista de la cadena ESPN Tom Rinaldi. Y sin querer los bautizó. ¡Cómo no iban a estar en una jornada tan especial?

“Somos amigos desde los 5 años, vinieron todos desde Tandil a Nueva York sólo para mirar este torneo e hicieron un gran esfuerzo para estar acá por primera vez”, explicó entonces el tenista. Y ahí estuvieron en el mítico templo porteño, aportándole la banda de sonido a otra epopeya de Delpo: regresar a los courts venciendo a las rebeldes lesiones.

"Gracias por tu entrega": la bandera que desplegaron sus amigos de Tandil (Telam)“Gracias por tu entrega”: la bandera que desplegaron sus amigos de Tandil (Telam)

 

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