La brecha entre el cálculo lineal de 9,3% que midió el Indec para el conjunto de los 31 aglomerados urbanos para el segundo trimestre de 2016, aunque la proyección al total país se reduce a 8,9% de la oferta laboral en ese momento, y 12,3% que recalculó el Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la UCES, se origina en que la Encuesta Permanente de Hogares, por razones metodológicas, no toma en cuenta a quienes dejaron de buscar un empleo en los últimos años, ante la ausencia de oportunidades concretas en una economía que acumuló un lustro de estancamiento.
La formalidad de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec a 31 aglomerados urbanos de todo el país determinó en el segundo trimestre de 2016, sobre una población de 27,2 millones de personas, que la oferta laboral era de 12,5 millones de personas y los desempleados totalizaban 1,17 millones de trabajadores, equivalente a 9,3% de la población económicamente activa, con sólo 5 distritos con tasas de dos dígitos por centuales. Fueron los casos del agregado de los 24 distritos del Gran Buenos Aires; el interior de la provincia; Gran Córdoba; Río Cuarto y Gran Rosario.
Sin embargo, el escenario cambia si se proyecta para todo el país una tasa de participación piso del 46% de la población de cada distrito en el mercado de trabajo y se la coteja con la proporción que estuvo ocupada plena o parcialmente.
Eso fue lo que hizo IDELAS para no subestimar el efecto desaliento que afecta a una franja importante de trabajadores, porque en los últimos años las puertas del mercado de trabajo estuvieron virtualmente cerradas. El ejercicio arrojó que “la desocupación afectaba realmente a 2,5 millones de personas en todo el país, 12,3% de la oferta ajustada; y se amplió a 25 sobre 36 las jurisdicciones con tasas de desempleo de dos dígitos porcentuales; y que los habitantes que no formaron parte de la oferta por falta de oportunidades laborales sumaba unas 740 mil personas”.
RADIOGRAFÍA AJUSTADA DEL MERCADO DE TRABAJO
IDELAS considera más relevante que detenerse en un análisis retrospectivo de la situación del mercado de trabajo es conocer la real magnitud del desempleo en todo el país y de la proporción de la oferta laboral que está ocupada a tiempo parcial, y la que busca el cambio, pero que no lo logra.
“Ese ejercicio arrojó que sobre 42,8 millones de habitantes participaron del mercado de trabajo poco más de 19,4 millones; 17,7 millones estaban ocupados, de las cuales 1,3 millones lo hacían por menos de 35 horas semanales, pese a que deseaban hacerlo por más tiempo y 2,7 millones buscaban infructuosamente cambiar de empleo. De ahí que sólo 7 de cada 10 trabajadores pudo satisfacer su objetivo de emplearse a pleno”, observa el estudio privado.
Y agrega el análisis de la casa de altos estudios que “el cuadro social es aún más inquietante, porque frente a una tasa de participación promedio de 46% de la población, de 31 aglomerados relevados por el Indec 27 registraban una proporción menor, con mínimos de 34,1% en Formosa; 37,6% en Santiago del Estero y 38,6% en Río Negro. De ahí que si se estableciera un piso hipotético de ese 46% de los habitantes para cada aglomerado, surgiría que el efecto desaliento afectaba a unas 740 mil personas, y que la tasa desempleo de dos dígitos porcentuales se observó en 25 de aglomerados, luego de incorporar 5 como residuo de las grandes subregiones de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Chubut”.
El informe de IDELAS de la UCES concluye que “para exterminar la pobreza no bastará con reducir la tasa de desempleo por debajo de 5 o 6% de la población económicamente activa, con la actual tasa de participación de los habitantes en el mercado laboral, sino que será clave elevarla a un promedio de 50%, con un piso en todo el país de 46% de los residentes. Niveles inferiores implicarán la existencia de un efecto desaliento, y la persistencia de un núcleo duro alto de pauperidad”.