“Va a tener que aprender a caminar de nuevo”, afirman expertos traumatólogos. Infobae dialogó con tres especialistas en ortopedia sobre cómo fue la fractura y cómo será el posoperatorio tras la intervención quirúrgica.
Como lo hacemos cuando tenemos apenas más de un año de vida, Verónica Lozano va a tener que aprender a caminar. Literalmente.
La conductora televisiva sufrió la fractura de ambos pies el pasado 8 de febrero cuando cayó desde 7 metros de altura de una aerosilla en un centro de esquí Aspen, EEUU, mientras disfrutaba de unas vacaciones familiares y con amigos en los Estados Unidos.
Los talones de Lozano resultaron gravemente heridos por el impacto, motivo por el cual debió usar vendas en sus pies y movilizarse en silla de ruedas. Ayer se sometió a una cirugía de reconstrucción, este procedimiento intenta reconstruir los pies que le quedaron “como una papa que se aplastó”. “El médico me opera los dos talones a la vez”, según ella misma contó.
Pero, ¿cómo es la fractura que sufrió Lozano? ¿Qué tipo de cirugía le fue realizada? ¿Cuáles son los tiempos de rehabilitación que tiene para volver a caminar y hacer deporte? ¿Puede quedar una secuela en el futuro?
Alejandro Druetto, cirujano traumatólogo, explicó a Infobae que cuando uno cae “de parado”, la transmisión de energía producto del golpe que llega desde el talón hacia toda la pierna es muy grande.
“El fuerte impacto genera el estallido de los huesos del talón en varios fragmentos. Este hueso es el calcáneo y es importante porque es justo donde se apoya el pie. Es una especie de esponja, bastante débil, que tiene poca vascularización. Al caerse de una gran altura y producto del golpe, el hueso se aplasta y se rompe, por lo que hay que volver a armarlo mediante la colocación de una placa con tornillos que sostiene todos los microfragmentos rotos. Es una lesión que genera osteosporosis, por lo que hay que esperar a que el hueso se reconstruya solo. O bien, en personas de edad más avanzada, hay que colocarle injertos de hueso”, indicó Druetto.
Y agregó: “A Verónica se le realizó una cirugía bilateral simultánea, es decir la operación de ese hueso en ambos pies. Las placas y los tornillos quedarán allí para siempre y no va a poder apoyar los pies por 60 días, ya que estará inmovilizado con una bota Walker o yeso. Luego tendrá por lo menos otros 90 de rehabilitación. El hueso en ese tiempo se va poniendo firme y luego se va integrando otra vez”.
El especialista afirmó que “es importante en estos pacientes que se prevenga una trombosis, que es frecuente en este tipo de rotura. El pie, en este caso, ambos pies, están inmovilizados y por la inactividad y la falta de movimiento, se puede generar una trombosis. Para ello se recetan anticuagulantes.
Sobre las consecuencias a futuro, Druetto precisó que puede ser que se genere una artrosis de tobillo con el tiempo, que posteriormente va a necesitar cirugía. “Se opera y se fija totalmente el tobillo. Se llama Artrodesis de tobillo, y se coloca una placa con tornillos y clavo que fije los tres huesos: calcáneo, el astrágalo y la tibia. Esto genera menos movilidad en el tobillo”, indicó.
Rehabilitación complicada
Norberto Furman, doctor en kinesiología y fisiatría, con 48 años de experiencia médica explicó: “Verónica sufre el impacto del hueso calcáneo de ambos pies. Hizo una conminuta. Las fracturas de huesos se clasifican de varias maneras. La conminuta es aquella en la que el hueso se fractura en dos o más fragmentos. Cuando hay más de un hueso fracturado no hay prótesis, sino que un especialista en pies hace una reconstrucción con clavos y tornillos. Es como armar un rompecabezas. Se trata de un hueso muy compacto, que está en contacto directo con el piso. El impacto hace que se rompa.
“La operación no es complicada. Lo complicado es la rehabilitación. Y sobre todo, teniendo en cuenta que Vero sufrió la rotura de huesos en ambos pies. Las personas con este tipo de fractura deben volver a aprender a caminar. Cuando aprendemos a caminar de chicos, construimos un patrón de marcha. Es algo tan individual como la huella digital. El eje de la planta baja, va a tener una línea distinta. En los pies tenemos 52 huesos que trabajan como un engranaje. Es una máquina perfecta para caminar, pero cuando uno de esos engranajes se rompe, la arquitectura de la marcha se modifica”, sostuvo Furman.
Y agregó: “Vero va a tener una marcha distinta al comienzo ya que va a adoptar una postura antiálgica o antálgica, que es una posición que adopta el enfermo para evitar el dolor, en este caso, al pisar. La recuperación es muy importante. Como va a haber dolor, se va a pisar con la parte del pie sana, es decir, con la parte de adelante donde están los dedos, el antepie. Eso se va a generar una sobrecarga que puede acarrear dolores más arriba, como en las rodillas o cadera. Primero deberá trasladarse en silla de ruedas, luego con la ayuda de muletas y después bastón. Pueden surgir dolores más arriba. En rodilla y cadera. Es que el talón recibe el 50% del peso del cuerpo y la arquitectura del cuerpo se basa en una simetría que hoy está rota. Por eso digo que va a tener que volver a aprender a caminar”.
“Pero al ser una persona joven y dinámica no tendría que tener mayores problemas en su rehabilitación en su domicilio. Tendrá un pequeño centro de rehabilitación en su dormitorio, seguramente que la va a ayudar a ejercitarse y darle movilidad a la zona afectada. También deberá recibir medicación para mitigar los primeros dolores ya que sufre la columna, se inflama la cintura, hay dolores en los hombros al usar mucho las manos para apoyarse mientras se desplaza. Va a ser una rehabilitación bastante larga y va a depender del grado que tenga para recuperarse. Puede llegar hasta los 6 meses, pero va a quedar bien”, concluyó Furman.
Omar Lencina, (MN60159) médico deportólogo especialista en ortopedia y traumatología también dio un buen pronóstico de la operación de Verónica y de la evolución que tendrá. “Son fracturas de deportistas o de obreros de la construcción, cuando caen de pisos altos y sobreviven”.
La recuperación va a depender de cuan grave fue la fractura en el calcáneo y si hubo también en los huesos próximos. Pero como ocurrió en un centro de esquí, es una lesión que también se ve con frecuencia y allí tienen expertos para operar este tipo de traumatismo.
En la rehabilitación es muy importante controlar que no haya edema o hinchazón en la zona afectada. Si el pie no está bien rehabilitado deja un edema que se produce porque el hueso tiene un plexo linfático que al quebrarse se tapona. Es clave tener un buen drenaje linfático, que evite que el tobillo se hinche. Las complicaciones más frecuentes después de una fractura así son el edema posquirújico y la renguera o claudicación en la marcha.
“Sé de la gravedad de la situación, pero confío”, dijo Lozano esta semana al ser entrevistada. En tanto, aseguró que una vez que esté recuperada y que tenga la autorización, regresará a la Argentina para continuar con la rehabilitación. Tras la intervención, Verónica publicó un emotivo mensaje en sus redes sociales, y manifestó todo su agradecimiento por la compañía en este momento tan difícil: “Gracias por el amor y las oraciones. He recibido más amor del imaginado por mí”, comenzó su mensaje, junto a un corazón y un arco iris.
Y continuó invocando diferentes creencias, pero con un mismo objetivo: “Gracias Dios, virgencitas invocadas, santos/as, ángeles, energías. Cada uno a su modo y bajo el nombre que hayan elegido ha llegado a mí y me han colmado de paz y amor”, señaló. Como fondo del texto, eligió una fotografía de su esposo, que la acompañó en todo momento, con el fondo de un inconfundible paisaje nevado.