El debate se escuchó en la primera audiencia pública que la Corte Suprema de Justicia celebró hoy como parte de la causa en la que la actual empresaria demandó Google para que desindexe los contenidos que la relacionan con el caso Cóppola, que hace 25 años la involucró en un escándalo mediático.
Los defensores del Pueblo bonaerense y de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) respaldaron hoy el pedido de la empresaria Natalia Denegri en su demanda contra Google para que desvincule el contenido que la relaciona con eventos mediáticos en torno a una causa penal en los años 90, mientras organizaciones como el CELS destacaron el valor de la libertad de expresión y que las restricciones “deben ser excepcionales”.
El debate se escuchó en la primera audiencia pública que la Corte Suprema de Justicia celebró hoy como paso previo a resolver en la causa en la que Denegri demandó al buscador para que desindexe los contenidos que la relacionan con el caso que hace 25 años involucró al exrepresentante de Diego Maradona, Guillermo Cóppola.
El expediente sobre el llamado “Derecho al olvido” llegó al máximo tribunal luego de que el gigante tecnológico apelara los fallos de las instancias anteriores que aceptaron parcialmente la pretensión de Denegri, quien estuvo presa por el denominado “Caso Coppola”.
La compañía consideró que el fallo de la Sala H de la Cámara Nacional en lo Civil limita el derecho a la información y la libertad de expresión, al restringir el acceso a contenido periodístico sobre una persona que fue y es pública por su propia voluntad y se relaciona con un caso judicial de interés público.
Para la empresa, el material forma parte del acervo cultural más allá de la valoración subjetiva que se haga sobre su calidad y resaltó que las decisiones judiciales podrán afectar las posibilidades de millones de usuarios para la búsqueda de información lícita a través de internet.
Denegri pidió que sus intervenciones en el programa de televisión del fallecido periodista Mauro Viale no aparezcan entre los resultados de su nombre y el caso que involucró a Cóppola, que se encuentran en una veintena de artículos publicados en diarios y videos subidos a YouTube.
La demandante, ahora empresaria, pero entonces menor de 21 años, asistía cotidianamente al programa “Mediodía con Mauro”, donde se abordaba esa causa también conocida como “Del jarrón”, en el que se registraban peleas, agresiones físicas, acusaciones e insultos entre los participantes.
La primera de las dos jornadas se desarrolló en la sala de audiencias del Palacio de Justicia y estuvo presidida por el titular de la Corte, Horacio Rosatti acompañado por los ministros Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.
En ella expusieron los “Amicus Curiae” (amigos del tribunal), individuos o empresas expertos en el tema del juicio, que brindaron sus aportes como especialistas, pero sin vincular al tribunal.
La primera en exponer -con un tiempo de ocho minutos al igual que el resto de los “amigos del tribunal”- fue la Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, María Rosa Muiños, quien reclamó que “se garantice el derecho a la rectificación” y “cuando corresponda, la supresión” del contenido no consentido.
Muiños, quien se expresó “en representación y defensa de los vecinos y vecinas” de la Ciudad de Buenos Aires, recomendó que el “Derecho al Olvido” pase a llamarse “Derecho de Supresión de Datos Personales” y propuso que “se incorpore la perspectiva de género como uno de los elementos constitutivos” de su ejercicio.
Su par en la provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino, pidió que se pusieran “límites al totalitarismo digital”, porque mientras “Natalia soporta el descrédito, Google se lleva las ganancias” y comparó este caso con el de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien también promovió una demanda contra el motor de búsqueda por menciones difamatorias hacia su persona.
“Existe un fuerte componente de género en este debate”, agregó Lorenzino, para quien el caso de Denegri se inscribe en el tema de “violencia de género digital”, en tanto que Google “es responsable porque aporta las herramientas tecnológicas y pidió a la Corte que, al momento de resolver, exhorte al Poder Legislativo a crear una “agencia de algoritmos”.
Durante algo más de una hora y media que duró la audiencia los expositores abordaron la cuestión relacionada con la “televisión basura” (Denegri participó voluntariamente de muchos programas sobre el Caso Coppola), pero difirieron sobre la solución para el reclamo de la empresaria.
Los docentes universitarios Horacio Granero y Ricardo Alberto Muñoz se refirieron a la responsabilidad de los motores de búsqueda porque “facilitan el acceso a los datos” y “la continuidad los hace desproporcionados e inadecuados”.
Para que se revoque el fallo a favor de Denegri se pronunciaron Carlos Laplacet, de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentina (Adepa), quien destacó el “derecho a la memoria” y que no se debe limitar el acceso a datos de “interés público” porque el daño sería mayor, y los representantes de la Asociación por los Derechos Civil (ADC), que recalcaron que la información “es verdadera”.
Para Diego Morán, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la libertad de expresión es “piedra angular” y, por lo tanto, las restricciones “deben ser excepcionales”.
En el mismo sentido se refirió Diana Cohen Agrest, de la asociación civil “Usina del Arte”, quien pidió que se revoque la sentencia que favoreció a Denegri porque “el derecho a la privacidad no debe obstruir el acceso a la información” en casos de interés público.
Para el abogado constitucionalista Pedro Caminos, en el caso de Denegri “no hubo afectación al derecho al honor” porque actuó según “su propia voluntad”, aunque luego se sintió “incómoda”.
Al final de la audiencia se dispuso un cuarto intermedio hasta mañana a las 10, cuando expondrán las partes y responderán las preguntas de la Corte.
Denegri se encuentra radicada desde hace 10 años en Estados Unidos, es madre de dos hijos, y como empresaria gastronómica está al frente de una cadena de restaurantes en el sur del estado de Florida. También es propietaria de una productora de contenidos cinematográficos por la que fue galardonada con 13 premios Emmy.