El Presidente apuesta a consensos básicos en la coalición oficialista, mientras funcionarios cercanos a la Vicepresidente desgastan al ministro de Economía y cuestionan las metas técnicas acordadas con el FMI. Desconfía de la tregua de Cristina.
Alberto Fernández levantó la voz cuando leyó en su WhatsApp que un alfil de Cristina Fernández de Kirchner aseguraba en ciertas tertulias oficialistas que Argentina no podía comprar gas ruso en rublos como consecuencia geopolítica del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El Presidente explicó a su interlocutor en Olivos que no hay una sola cláusula del Fondo que prohíba adquirir hidrocarburos al Kremlin, que hasta ahora Vladimir Putin no ofreció esa posibilidad y que -de todas maneras- no estaría dispuesto a hacerlo frente a las sanciones económicas dispuestas por Estados Unidos y la Unión Europea.
Alberto vs Cristina
“Operan para ensuciar el acuerdo con el FMI, que no tiene cláusulas limitativas para el comercio. Hay sanciones y voy a acatarlas. Yo no me quiero pelear con el mundo”, dijo Alberto Fernández en la quinta presidencial.
Y remató: “Los problemas internos se resuelven con el tiempo, y todos deben comprender que la Presidencia en la Argentina no es un órgano deliberativo: cuando el presidente decide, se termina el debate”.
El abrupto mal humor del jefe de Estado -por la tergiversación del acuerdo con el FMI- contrastó con su estrategia política para aplacar sus profundas diferencias con Cristina, Máximo Kirchner, La Cámpora y el Instituto Patria.
Tregua vidriosa
Alberto Fernández desconfía de la tregua política que proponen los correveidile enviados por CFK, pero apuesta a lograr que las internas palaciegas se moderen cuando la economía mejore y los referentes ultra kirchneristas entiendan que el poder presidencial ya no se comparte.
En este contexto, la estrategia presidencial corre peligro. Martín Guzmán ya adelantó a Alberto Fernández que la inflación de marzo y abril será muy alta, y Máximo Kirchner -avalado por la Vicepresidente- no tiene intenciones de silenciar sus críticas estructurales al Presidente.
Alberto Fernández está conforme con la gestión del ministro de Economía y elogia la importancia institucional del acuerdo que cerró con el Fondo. Guzmán -junto Sergio Chodos, representante en el FMI- ejecutaron una sucesión de movimientos en Europa y Estados Unidos para garantizar la aprobación del board y tuvieron la suficiente capacidad política para sumar el respaldo de inversores privados y embajadores argentinos que trabajaron a destajo.
fuente: infobae