Por Marcelo Pérez -Diario Cuarto Poder / Se inundó de nuevo la capital. Las lluvias registradas durante la tarde del lunes produjeron anegamientos por toda la ciudad y no hubo que lamentar víctimas ni evacuado de milagro. La ciudad no da más y es intransitable cuando llueve, tanto para peatones como automovilistas. Al intendente Germán Alfaro eso lo tiene sin cuidado. Sólo le importa seguir “maquillando” al centro con semi-peatonales.
Se hunde en su propia impericia
El intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, no vive el presente por pensar en su futuro y por eso viene descuidando sistemáticamente sus obligaciones con los vecinos de la capital.
Alfaro vio lluvia y “abrió el paraguas” solo para intentar ganarle la interna a Roberto Sánchez en la carrera a la gobernación 2023; pero es tan ingenuo que justamente quiere vencer a un “piloto” que hizo varios podios y que tiene mejor imagen que el peronista devenido en seguidor del Pro.
Alfaro es tan falso y oportunista que un día abraza a Mauricio Macri, cuando lo ve caído, da un portazo y cuando se encuentra solo vuelve como perro arrepentido, con el rabo entre las patas a ver qué tajada puede sacar, ahora de la mano de Rodríguez Larreta.
Pero no se queda con eso. También busca aliarse con Ricardo Bussi, un sobreviviente de la política sobre quien pesa una terrible denuncia por abuso sexual contra una joven colaboradora suya.
La lluvia le sacó la careta
Pero en medio de ese ínterin suceden cosas y entre esas cosas está la vida y la normalidad en la que los vecinos de la ciudad quieren moverse. Porque gobernar no es sólo pagar sueldos o inaugurar juegos o bancos en placitas, sino dar a la gente seguridad, tranquilidad y buenos servicios. No sólo en el microcentro de la ciudad, sino en todos los barrios que la componen. Y entre las necesidades de la gente está poder circular normalmente, ya sea caminando como en vehículos y eso está fallando.
No puede ser que cada vez que llueva la gente deba quedar paralizada y con el corazón en la boca, sin saber si podrá cruzar de una calle a otra por las inundaciones o si una rama de árbol le caerá encima.
La última lluvia desatada el lunes pasado dejó al descubierto la falta de infraestructura y obras en la capital provincial. Cientos de calles y veredas anegadas, autos y colectivos quedados en el camino y gente sin poder movilizarse, fueron las imágenes que coparon las redes sociales. Hasta hubo un hecho que se viralizó en la red social Twitter cuando una mujer pasó un momento de angustia y terror al ser arrastrado el auto en el que se movilizaba por el agua.
Pudo ser fatal
El video captó el momento exacto en que un hombre ayuda a una conductora a salir por la ventanilla del auto en el momento en que la correntada ponía en riesgo su vida. El hecho ocurrió en la esquina de Rivadavia y Bolivia.
Pero no fue el único lugar donde la correntada atrapó autos y cruzar una calle o avenida era un riesgo inminente. Ocurrió en avenida Roca y Ayacucho; en La Rioja y Alsina, En Villa Alem (Marina Alfaro entre Plata y Florida; en la Mate de Luna (toda), en la Mitre, en 24 de Septiembre y San Luis; en avenida Jujuy y Democracia; en 9 de Julio e Inca Garcilaso; Mendoza y Dean Funes; en Villa 9 de Julio; Camino del Perú y Alfredo Guzmán; alrededor del Parque 9 de Julio, etc.
¿Alfaro es o se hace?
La pregunta del millón es por qué el intendente no se ocupa de solucionar el tema de las calles inundadas y avenidas anegadas, si se trata de un problema que data de muchos años. No es nuevo que las alcantarillas están todas taponadas, es una cuestión de falta de obras, de desagües que funcionen correctamente, de canales que permitan drenar el agua que anega la ciudad.
No puede ser que en la capital provincial cada vez que llueva la gente deba lidiar con el agua, llegar empapados a su trabajo, escuela o casa; o rezar para que las precipitaciones no sean abundantes, como lo son últimamente.
¿Qué le pasa al intendente Germán Alfaro que no se ocupa de gestionar? ¿No le importa los vecinos?, ¿sólo quiere que paguen los impuestos y las tasas y ya? ¿Qué contraprestaciones les da? Ninguna.
Desagües, baches y obras sin importancia
No mejora los desagües como tampoco arregla adecuadamente los baches, y siempre culpa a otros de sus falencias. Estuvo más de dos años “haciendo la nueva Plaza Independencia” para finalmente presentar una obra con pocas mejoras. Eso sí, el gasto fue exorbitante.
Ahora está preocupado por hacer otra semi-peatonal en calle Laprida. Y todas las semipeatonales se inundaron. ¿Dónde está el beneficio de esas obras?
Por el contrario, ha llenado el microcentro de semi-peatonales que volvieron al tránsito en un caos. Un dolor de cabeza circular en vehículo, llevar a los niños a las escuelas o intentar estacionar. Los dueño de cocheras en la zona se sienten perjudicados y la circulación de colectivos, tanto urbanos como de larga distancia, es casi imposible.
Franklin Adler, ingeniero, ex docente del departamento de Ingeniería Civil de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (UNT), simplificó la solución para las inundaciones en ciudades ya consolidadas como San Miguel de Tucumán: “No hay otra opción que construir obras de captación y conducción de aguas pluviales y de protección ribereña de los ríos que las atraviesan”.
Pero al mismo tiempo ve problemas en la aplicación, porque para la mayoría de los gobernantes (intendentes), asignar dineros a obras que eviten inundaciones es como “tirar la plata”. “Son montos muy elevados, que prefieren asignar a otros fines que juzgan más útiles para la población y que rinden mayores réditos electorales”, señaló hace unos años en una nota periodística.
Jóvenes por el Clima Tucumán
Debido a esta problemática, surgió un grupo denominado Jóvenes por el Clima Tucumán, quienes iniciaron una petición cansados de que todos los veranos se sufran inundaciones.
“Los canales fueron construidos hace más de 30 años y la infraestructura que tenemos para hacer frente a las tormentas es paupérrima. A todo esto, sumemos que las inversiones por parte del gobierno son casi inexistentes. Cada verano las lluvias son más intensas”.
“Necesitamos de manera urgente que se invierta en políticas para la adaptación al cambio climático. Específicamente necesitamos que se invierta en infraestructura pluvial para evitar que la lluvia arrase con todo en su camino”.
Mientras Alfaro toca el violín, su barco de aspiraciones se hunde, al igual que hace 110 años se hundía el Titanic, por la soberbia y negligencia de quienes lo comandaban. Menos semipeatonales y más desagües, San Miguel de Tucumán y sus habitantes agradecerán las obras útiles de verdad.