Un grupo de jóvenes que visitan distintos bares y pubs de Rosario de la Frontera, en Salta, fueron denunciados a través de las redes por las estafas que van dejando a su paso, al hacerse servir bebidas y comidas que no pagan, huyendo del lugar de manera sincronizada.
Los comerciantes gastronómicos advirtieron a través de las redes sociales acerca de un curioso modus operandi de un grupo de jóvenes comensales estafadores, al que algunos ya bautizaron como “La banda de los comilones”.
Según lo que manifestaron, seis jóvenes llegan, comen, beben y a la hora de pagar aprovechan el descuido de los dueños y huyen del lugar.
Néstor Chávez, uno de los damnificados, relató lo sucedido este fin de semana en su local comercial.
“Tres chicas y tres chicos llegaron a mi negocio, se sentaron afuera y justo mis otros empleados estaban ocupados y directamente los atendí yo. Dentro de ese grupo había una chica con tono aporteñado y me preguntó si yo atendía con Mercado Pago para hacerme el depósito de la cuenta”.
“Le respondí que sí y que no había problema en que hiciera el pago de esa forma, entonces ella me respondió que en todo caso si no era mucha la cuenta, que me iba a pagar en efectivo”. Acto seguido, Chávez contó que los comensales pidieron milanesas a la napolitana, dos pizzas y gaseosas.
“La misma chica luego me pidió milanesas napolitanas para las chicas y los chicos estaban indecisos, no sabían qué pedir y ella en ese instante directamente pidió dos pizzas para ellos”, narró.
“Se les llevó el pedido, incluso ingresaron al local varias veces para ir al baño. Después al rato que llega la comida, les dijeron a uno de mis empleados que les envuelva la comida porque la iban a llevar”, recordó.
Cabe señalar que dicho grupo, según el relato del comerciante, se sentó a propósito en unas mesas que están afuera del local, justo en un lugar donde hay muy poca luz por las copas de los árboles.
Ellos justamente se sentaron a unos metros del negocio, en donde hay una morera grande que no permite el paso de la luz, y en esos momentos aprovecharon para salir corriendo. Allí había otras mesas llenas y las personas que estaban ahí avisaron que estos chicos se estaban escapando.
“Inmediatamente dejé todo y me fui corriendo unos metros hasta la esquina a ver si los alcanzaba, pero cuando llegué, ya habían desaparecido, creo que cuando llegaron a la esquina se dividieron y tres corrieron para un lado y los otros tres, para el otro”, dijo
Además, contó que el empleado también salió para alcanzarlos pero que fue en vano. A su vez, Chávez agarró su moto y fue en búsqueda de los fugaces comensales.
“No sabía qué hacer y se me ocurrió salir a buscarlos en mi moto. Pero por suerte a mitad de camino reflexioné y me puse a pensar la posibilidad de que estuvieran armados, porque por lo general cuando salen a delinquir, siempre tienen un arma o algún cuchillo y por eso decidí volver”, señaló.
En esos momentos pasó un móvil policial y el gastronómico, sin dudar, les dio información de lo sucedido. A pesar de que la policía recorrió la zona por la que pudieron haberse dado a la fuga, no lograron encontrar a ninguno de los seis jóvenes.
Otro comerciante gastronómico, quien no quiso dar a conocer su identidad, describió el mismo modus operandi, y al mismo grupo de jóvenes, que repitieron la maniobra en su negocio.
Cabe señalar que los gastronómicos no realizaron la denuncia formalmente en la comisaría, pero sí en las redes sociales para alertar a los colegas y que no les pasara lo mismo.
Finalmente Chávez expresó: “Por cuestiones de tiempo no fui a hacer la denuncia, pero cuando hice la publicación en las redes sociales, muchos compañeros del rubro se comunicaron para contarme que los mismos chicos también consumieron por una suma de cinco mil pesos y salieron corriendo. Lo único que espero es que no se vuelva a repetir y que no les pase lo mismo a otros comerciantes”.
fuente: tribunodesalta