El titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa colaboró en las gestiones para armar los encuentros que mantendrá la ministra en los Estados Unidos. Cabe recordar que Massa tiene buenos vínculos con la administración norteamericana.
Ante la crisis cambiaria que llevo al dólar libre a rozar los 350 pesos, el Gobierno apuesta a “empoderar” a Batakis para que pueda llevar adelante el programa comprometido con el Fondo que demanda, entre otras medidas, un importante ajuste fiscal.
De esta manera, Alberto Fernandez ratifica que está dispuesto a “dar pelea” y amenazó: “sepan los que me quieren torcer el brazo, que no me lo van a torcer”, respondiendo de esta manera a los “especuladores y a los sectores del campo que fuerzan por una devaluación”, como piensan en el Gobierno.
En este marco, en los encuentros que tiene la ministra con el Presidente y el titular del Banco Central, Miguel Pesce, comentan, se analizan medidas que permitan obtener más dólares del campo.
En Economía niegan que se vaya a fijar un “dólar soja” 30 a 40% superior al actual para que los productores liquiden los más de 14.000 millones de dólares en producto que tienen en existencias. Cabe recordar, no obstante, que el Gobierno también había desmentido en su momento medidas para el dólar turístico que finalmente se adoptaron.
La evaluación oficial es que el tipo de cambio no “está retrasado” y que en el primer semestre del año el balance comercio se vio afectado por las importaciones de energía.
En tal sentido, señalan que mientras que en los primeros seis meses del año pasados las compras externas de energía demandaron 2.281 millones de dólares, este año la cuenta se elevó a 6.609 millones con una suba 189,7%.
También recuerdan que hay unos 700 millones de dólares por parte de organismos de créditos internacionales demorados que ingresarán en este semestre. Por eso Pesce, estima que la situación crítica en materia de reservas que se da este momento, tenderá a mejorar en el futuro.
Flexible
En Washington, analistas internacionales afirman que el FMI “no le va a soltar la mano a la Argentina” ya que no quiere ser culpable de empujar al país a una crisis política y económica. De todas formas, difícilmente el organismo pueda dejar pasar cuestiones como la insuficiente acumulación de reservas o el retraso del tipo de cambio.
Tampoco podría desentenderse de acciones del Gobierno que van en contra de la reducción del gasto, como, por ejemplo, la ampliación de la moratoria. Cabe recordar que una de las condiciones estipuladas en el acuerdo establece el presentar una reforma previsional que sea sustentable.
De ahí que se prevea que, si bien en el organismo dicen que “estarían dispuestos a flexibilizar determinadas metas”, también se estima que se dará una indicación sobre la necesidad de más disciplina, particularmente en la política fiscal.
En tanto, en el Palacio de Hacienda consideran que existe margen para flexibilizar el acuerdo con el FMI, llevando el déficit primario para el año del 2,5%, acordado por Martín Guzmán, a 2,9%, amparándose que se celebró previo a la guerra entre Rusia y Ucrania.
Lo cierto es que los tiempos se están acortando. Sin un programa económico y un plan fiscal creíbles y con una tasa de interés fuertemente negativa (30 a 40% puntos por debajo de la inflación anual) todo indica que continuará la presión sobre el dólar.
Las medidas adoptadas por el Gobierno –apertura del dólar financiero, restricciones a las operaciones con Cedear- tienen sólo un efecto marginal, según señalan en el mercado.