La profundización del cambio climático incrementó la intensidad de fenómenos ambientales sobre las ciudades, lo que ha generado un mayor estrés sobre la capacidad de respuesta y gestión de estas crisis por parte de los gobiernos. Frente a esta nueva realidad las ciudades han sufrido fuertes transformaciones vinculadas a su creciente y rápida urbanización, debiendo enfrentar nuevas situaciones que afectaron su normal funcionamiento, como es el caso de la violencia, la migración, la desigualdad social y el cambio climático.
Ante la invitación dirigida al intendente de la Banda del Río Salí, Darío Monteros; el coordinador de Relaciones Internacionales del municipio, Rodolfo Di Pinto, presentó la postulación de la ciudad para participar de la Quinta Edición de la Escuela de Resiliencia de Mercociudades, a realizarse los días 4 y 5 de octubre del corriente año en Canelones (Uruguay), resultando la Banda una de las 15 ciudades elegidas de la Red internacional.
Mercociudades representa a 364 ciudades de 10 países con un total de 120 millones de habitantes. Esta red nació en 1995 en búsqueda de una integración regional diferente, respetuosa de la diversidad y con la vocación de construir una ciudadanía participativa y sin fronteras.
Políticas públicas urbanas
Participarán del encuentro los gobiernos locales que desean impulsar acciones de política pública para avanzar en la resiliencia urbana y -así- estar mejor preparados para anticipar, mitigar, adaptarse y desarrollarse frente a los múltiples impactos y vulnerabilidades a las que se expone una ciudad.
La Escuela de Resiliencia se alinea con los compromisos de la Agenda 2030, como el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre Financiamiento para el Desarrollo y la Nueva Agenda Urbana. Además forma parte de las acciones que Mercociudades y R-Cities promueven dentro de la iniciativa mundial de la ONU, Making Cities Resilient 2030 (MCR 2030).
Inundaciones y sequías
“Entre los impactos agudos que amenazan a una ciudad, se encuentran las variaciones en el régimen de precipitaciones y caudales, acentuadas por el cambio climático y la ocurrencia de eventos extremos como inundaciones o sequías, que tienen un impacto enorme en la vida de las personas, más aún con la intensificación en el uso de suelos, que han comprometido el suministro de agua potable”, señaló Di Pinto.
Cloacas y tratamiento de efluentes
Di Pinto comentó que en la postulación presentada, se manifiesta que en la Banda del Río Salí hubo inconvenientes con la falta de cloacas y tratamiento de efluentes (y los problemas de aguas servidas), por lo que actualmente se está avanzando en un nuevo sistema general para suplir esta contingencia. “Es la obra de infraestructura más grande en años en nuestra ciudad y además evitará la contaminación de las napas de donde se extrae el agua potable que se brinda a través de la red domiciliaria”, apuntó.
Construir en altura
Asimismo, el funcionario bandeño aclaró que otro problema que se solucionaría a partir de la puesta en funcionamiento del servicio de cloacas es la actual imposibilidad de construir en altura y la puesta en funcionamiento de varias dependencias públicas; el Centro Judicial del Este, el Centro Cívico Municipal, el Parque Industrial y de Servicios, el Nodo de Transferencia de Cargas y un Centro de Convenciones con hotelería.