El Halcón goleó 3 a 1 al Decano como local y lo dejó con las manos vacías de cara al anhelo de clasificar para la Copa Sudamericana.
El sabor agridulce le va a durar por mucho tiempo. La imposibilidad de coronar un campañón de la mejor manera llevó a que se quedara con las manos vacías. Pese a la satisfacción por haber finalizado en el lote de arriba en la Liga Profesional, Atlético Tucumán se despidió de este 2022 masticando bronca. Es que luego de una recta final flojita en la que se quedó hace varias fechas sin chances de ilusionarse con lograr su primer título en la elite del fútbol argentino, el equipo no pudo conseguir el único objetivo que le quedaba: perdió 3-1 frente a Defensa y Justicia y, por el triunfo de San Lorenzo, no logró clasificarse a la Copa Sudamericana.
El Decano sintió el desgaste hecho en el segundo semestre, no llegó con fuerza a los últimos encuentros y lo terminó pagando muy caro. Golpeado por el sueño frustrado, tampoco pudo hacer pie en Florencio Varela, donde el Halcón se quedó en la puerta de acceder a la Libertadores, motivo por el que deberá conformarse en disputar la segunda competencia a nivel internacional en la próxima temporada.
El local tomó el control de la pelota, se adaptó mejor al desarrollo del partido y rápidamente empezó a lastimar el arco de Carlos Lampe, quien le ahogó dos veces el grito en los primeros minutos: sacó un cabezazo de Gabriel Alanís y un remate de Kevin Duarte. Para colmo, cayó el 1-0 del Ciclón y la visita necesitaba imponerse en el marcador. Pero la falta de convencimiento hizo que Eugenio Isnaldo se perdiera un mano a mano y, poco después, Uvita Fernández sacara un tiro desde afuera del área que dejó atónito al arquero boliviano, uno de los que bajó considerablemente su rendimiento, algo que afectó muchísimo en el conjunto de Lucas Pusineri.
En el complemento, cuando Atlético fue con todo para dar vuelta el resultado, Manuel Capasso se fue expulsado por doble amarilla y marcó un antes y un después. Más allá del empate parcial de Mateo Coronel de penal, luego de que Nazareno Arasa fuera al VAR, Defensa encontró espacios y supo sacarle jugo: Uvita metió su segundo y Fabricio Domínguez decoró el duelo.