La palta Hass, que se produce en Tucumán, se vende a 3.000 pesos el kilo en supermercados como Gómez Pardo. Lo precios son por demás ridículos en un país donde por la inflación reinante, cualquier negocio, fábrica o productos pone el precio que quiere. En mayo de este año, el precio del kilo no pasaba los 300 pesos.
“El precio de la palta no sería tan elevado para los argentinos si la cotización del dólar fuera libre”, dijo el tucumano Horacio Frías, presidente de Argenpalt.
En diálogo con Génesis Rural, Frías explicó que el costo del producto “se ha desbocado porque el importador no sabe a cuánto va a cotizar la divisa estadounidense cuando el Banco Central aprueba una importación”.
No obstante, Frías analizó que la palta “es un producto caro por naturaleza, ya que se producen 10 toneladas por hectárea frente a 100 de otros productos como la manzana, la pera o el limón”.
“De cada 100 pesos que paga el consumidor, al productor le quedan libres 19 pesos”, indicó.
fuente: contexto