La decisión fue tomada por la Cámara Federal porteña, rechazando el planteo de la vicepresidenta Cristina Fernández.
La Cámara Federal porteña rechazó hoy apartar a la jueza María Eugenia Capuchetti de la investigación del intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Y a la vez que la ratificó, le ordenó avanzar con medidas de prueba en la llamada “pista Milman”, vinculada al legislador del PRO Gerardo Milman.
Esta semana, los abogados de la querella de la Vicepresidenta reclamaron ante la Cámara Federal porteña que la jueza Capuchetti sea apartada de la investigación por el intento de asesinato de la exmandataria. “Si nos frustraron la posibilidad de la prueba es porque había gato encerrado”, expresó el abogado José Manuel Ubeira en la audiencia del miércoles ante el juez de la sala I del tribunal de apelaciones, Leopoldo Bruglia.
Hoy finalmente se conoció que, en dos resoluciones diferentes, el Tribunal de Apelaciones dispuso que Capuchetti ordene nuevas medidas de prueba para “corroborar o descartar” los dichos del testigo que aseguró haber escuchado a Milman decir la frase “cuando la maten, yo estoy camino a la costa”, dos días antes del intento de asesinato del 1 de septiembre pasado, según la resolución a la que tuvo acceso Télam.
“En tal sentido, se evidencia como indispensable la convocatoria a prestar declaración testimonial al diputado Marcos Cleri –quien presentó al legajo una certificación notarial de una captura de pantalla” en la que el testigo le refirió haber escuchado esa frase en el bar Casablanca.
En dicha resolución también se asentó que “resulta necesario que se amplíe la declaración testimonial recibida a Jorge Alberto Abello, con el objeto de averiguar si, además del mensaje que le envió a Cleri, ha comentado lo que escuchó a terceras personas, ya sea en forma presencial” o ” mediante un mensaje”.
Definiendo qué pruebas son prioritarias
Los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens hicieron lugar así de manera parcial a un planteo de la querella de la Vicepresidenta, representada por los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldázabal. Los abogados habían reclamado que se periten los teléfonos celulares de dos asesoras de Milman que estuvieron con él en la mesa del bar cuando el testigo Jorge Abello dijo que escuchó la frase, el 30 de agosto pasado.
Los jueces dispusieron que antes de ordenar esta medida, se dispongan otras ante la “gravedad institucional” del hecho investigado. En ese sentido, explicaron que se torna “imperiosa la producción de todas aquellas diligencias probatorias que puedan resultar pertinentes y útiles para el descubrimiento de la verdad, sin escatimar esfuerzos y premura, aunque optando siempre por la alternativa que resulte menos lesiva para las garantías constitucionales en juego”.