El Estimador Mensual de Actividad Económica del Indec de septiembre mostró una variación negativa de 3,7% con relación a igual período del año anterior.
El resultado no sorprendió a los analistas del sector privado, ni tampoco a los técnicos del Banco Central de la República Argentina, porque una variación similar acusó el Índice General de Actividad de la consultora Orlando Ferreres.
El relativamente alto nivel de actividad en el tercer trimestre de 2015, cuando la cantidad de dinero se expandía a tono con el recalentamiento del clima electoral a un ritmo de más de 40% al año, explica la aceleración del ritmo de caída interanual.
Sin embargo, llamó la atención que frente a una mínima contracción de la generación de riqueza de 0,1% que midió el estudio privado, en comparación con agosto, el Indec registrara una merma de 0,8% en el indicador desestacionalizado.
Lamentablemente, el organismo oficial de estadística mantiene la práctica de no abundar en el análisis y detalle del comportamiento de los grandes sectores de la economía.
De ahí que si se toma como la referencia más aproximada los datos de la consultora de Orlando Ferreres, se concluye que en septiembre las ramas más contractivas fueron: construcción 11%; intermediación financiera 10,3% y agro 9,3%. En una franja menos contractiva se ubicaron el comercio 5,1%, industria 4,7%, y la generación de electricidad, gas y agua 2,1 por ciento.
En el acumulado de los nueve meses el Indec midió un receso de 2,4%, similar al 2,5% que registró el estudio privado.
Las perspectivas para octubre no lucen mejores, a la luz de los indicadores líderes actividad, como del anticipo del IGA de Ferreres.