Casi el 70% de los trabajadores privados recibirán bonos en diciembre para compensar la inflación. También los pagarán a jubilados y beneficiarios de planes sociales.
“Hay que regar la pradera, porque si no cualquier chispa la prende fuego”, es la frase preferida de Emilio Pérsico, referente del Movimiento Evita para negociar con el Gobierno. Mauricio Macri ordenó regar la pradera todas las veces que fuera necesario. Lo hizo en diciembre pasado, lo repitió en abril y volvió a hacerlo esta semana. Regó con millones de pesos la pradera de Pérsico y las organizaciones sociales. Todo sea por un fin de año en paz. “Están cubiertas las fiestas”, resumió menos metafórico Pérsico.

El Gobierno convino tomar como propia la bandera de la emergencia social y reformular el proyecto inviable que impulsaban las organizaciones sociales. El Gobierno se comprometió a entregar 25 mil millones de pesos en los próximos tres años a las organizaciones sociales para “fortalecer la economía popular” y otros $ 5 mil millones si el dinero se termina en 2018. El jefe de Gabinete elegirá de dónde salen las partidas. El nuevo Consejo de la Economía Popular y el Salario Complementario, que contempla la ley, tendrá representantes de los ministerios de Hacienda, Desarrollo Social y Trabajo y de las organizaciones inscriptas en el flamante RENATREP, el registro nacional de la Economía Popular. Además de la ley, en el Gobierno estudian crear un organismo a imagen y semejanza de las agrupaciones, nada tan ambicioso como el ministerio de Economía Popular que les había prometido Daniel Scioli.

Además del aguinaldo para cooperativistas, está cerca de cerrar el bono para beneficiarios de AUH. La oferta por grupo familiar ya no correría. Ambas partes ya se convencieron de los beneficios de un monto fijo por hijo.

¿La paz social le salió cara al Gobierno? “Depende. ¿Cuál hubiera sido el costo de crear un millón de empleos como dice la ley? ¿Y el costo político de vetarla? ¿Y los parches que hubiera tenido que pagar?”, se pregunta un funcionario que suele tratar con las organizaciones. Macri afirman compró gobernabilidad al contado, pero en parte a futuro, explican. “¿Cuántas empresas de las que vinieron al Mini Davos invertirían si hay ollas populares y piquetes en todo el país desde diciembre a marzo?” La falta de ollas populares y gomas prendidas fuego no garantizan inversión extranjera, pero la presencia -creen- las descartan por seguro. La mención no es casual. Varios de los CEOs que participaron del foro de empresarios se entrevistaron con representantes de los movimientos sociales. Pérsico dialogó con el representante de un imperio cerealero. Fuera del Conurbano, el Gobierno monitorea el nivel de conflictividad en varias ciudades termómetro de las provincias y colabora con esos intendentes.

El campo de los trabajadores informales de las zonas más desprotegidas del área metropolitana no es el único que recibirá oxígeno indispensable hasta que la economía enseñe señales más claras de recuperación. El Ejecutivo convino un bono con estatales y forzó a los privados al mismo camino.

En el ministerio de Trabajo hacen cuentas. Creen que el 70% de los 10 millones de trabajadores registrados recibirá en promedio un plus de $2.000. Son $14.000 millones. Los gremios de Transporte se llevan entre $3 y $5 mil y los bancarios acaban de cerrar un bono de entre $8.000 y $12.000. Los gremios cuya actividad depende de las Pymes están más complicados.

A su vez, la ANSES ya liquidó bonos para 3.273.244 jubilados, lo cual implica una inversión estatal de $3.117 millones.

Fuente: Clarin

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