Por Pablo Batalla* de Diario Cuarto Poder / Vacunado. El anuncio dentro del oficialismo de la candidatura de Rossana Chahla a la Intendencia capitalina, es el primer golpe para la pérdida de esa jurisdicción por parte de Juntos por el Cambio, en donde siguen sin definir candidaturas.
¿Más Juntos que Juntos por el Cambio?
La imagen que da el oficialismo provincial, en estos tiempos electorales, es de fuerte unidad. Al punto que la imagen de Rossana Chahla, franqueada por Osvaldo Jaldo y Juan Manzur, es una postal de cómo están las cosas en ese espacio.
La ex ministra de Salud y actual diputada nacional, recibió la doble bendición del Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación y del Gobernador, quienes han dado el ejemplo de unión hacia abajo y tienen aceitada la maquinaria electoral.
Mientras tanto, en uno de los espacios opositores que no le hace honor a su nombre, Juntos por el Cambio, siguen sin ponerse de acuerdo con respecto a las candidaturas, pese a que las elecciones son en mayo próximo.
Figura clave en tiempos de pandemia
La ex ministra de Salud cimentó su popularidad en los duros tiempos de la pandemia, pese a que ella misma sostiene que “no es nueva en la política”. Su labor fue destacada y le proporcionó un crecimiento a su imagen positiva ante la sociedad.
Esa aceptación de la opinión pública, más allá de las críticas que siempre ocultan intencionalidad política, fue la que la catapultó a integrar la lista de candidatos a diputados en el Congreso de la Nación, banca con la que se alzó finalmente.
De ese modo, desde la función pública en el Poder Ejecutivo provincial pasó a representar a los tucumanos en el Poder Legislativo nacional y de allí, ahora se proyecta a disputar el comando del Poder Ejecutivo en el quinto municipio del país.
Aferrado a lo que ya no es
Por su parte, el actual intendente capitalino, Germán Alfaro, no encuentra el rumbo en la coalición opositora ni en la necesidad de mantener el espacio del Gobierno municipal para su Partido de la Justicia Social (PJS).
En lo primero, su deseo de ser candidato a Gobernador choca con el mismo anhelo del diputado nacional Roberto Sánchez. Ambos no se ponen de acuerdo y ni siquiera el favoritismo de Horacio Rodríguez Larreta pudo volcar la balanza a favor de Alfaro.
En lo segundo, ya ensayó que sus colaboradores directos se prueben como potenciales candidatos, sin dejar en claro que su deseo es que su propia mujer, Beatriz Ávila, sea su sucesora, pese a que el posicionamiento no le alcanza.
Una premonición a punto de cumplirse
El 17 de octubre del año pasado fue una fecha clave en el oficialismo, porque se realizó un acto en la sede del PJ en donde la consigna principal afirmaba que se había acabado la interna entre manzuristas y jaldistas y que debían buscar la unidad.
En ese acto hubo tres interlocutores, el primero de ellos fue el actual Vicegobernador Sergio Mansilla, el Gobernador Osvaldo Jaldo y el Jefe de Gabinete, Juan Manzur, quien en ese encuentro se erigió en el jefe de la campaña 2023.
En aquella oportunidad, el gobernador Jaldo vaticinó que se iba a recuperar la Intendencia de San Miguel de Tucumán. El primer paso se dio este último viernes de enero, con el anuncio de la candidatura de Rossana Chahla.
Sin margen de maniobra
Con este movimiento del oficialismo, que se encuentra avanzando en todos los sectores con el armado de listas y candidaturas, Juntos por el Cambio (JxC) profundiza su situación de desventaja ante las elecciones de mayo próximo.
Sin definir los candidatos principales, se hace difícil buscar los nombres de aquellos referentes que puedan garantizar retener el Gobierno Municipal Capitalino. Los funcionarios siempre estuvieron a la sombra del intendente y no pueden despegar.
Por otra parte, la propia imagen del Lord Mayor está asimilada más al Loco Monedita que a un dirigente que pueda disputar el sitial histórico que representa el “Sillón de Lucas Córdoba”. Su estilo no convence a los vecinos de la ciudad.
Ya está vacunado
Desde el principio de su gestión, el intendente de San Miguel de Tucumán tomó la postura de echar la culpa de sus problemas a otros. Quizás en su primera gestión, recostado sobre los Aportes del Tesoro Nacional macrista, no se quejó tanto.
Sin embargo, en su segundo gobierno no se hizo cargo de ninguno de los problemas fundamentales de los vecinos. Ahora le agarró el apuro por pavimentar, tras los reveses con el Estacionamiento Pago y el Mercado del Norte.
Los vecinos tienen memoria, lo mismo que las cubiertas, llantas y trenes delanteros rotos por los verdaderos cráteres que aprendieron a esquivar todos estos años, pero que lo mismo sorprendían. Ya es tarde. Está vacunado por el oficialismo.
*Periodista, columnista de Política y actualidad.