Por Pablo Batalla* / Una grieta interna que crece. Me permito citar la nueva denominación de Juntos por el Cambio, citada en la columna de Don Eduardo: “Desunidos por el cargo”, porque es la que mejor pinta el actual estado de situación de ese espacio.
Capricho crónico
Es el que parece haber anidado en el espacio opositor Juntos por el Cambio. A menos de 70 días para las elecciones provinciales, sus dos principales referentes, Roberto Sánchez y Germán Alfaro, no se ponen de acuerdo en la conformación de la fórmula.
La presentación de Sánchez ante la Junta Electoral Provincial, en la que el espacio va sin el PRO -intervenido en la provincia- y sin el Partido de la Justicia Social (PJS) -liderado por Alfaro, es una prueba de divisiones que parecen profundizarse.
Los esfuerzos para desdramatizar la actual situación por parte de algunos dirigentes, especialmente de José Cano, han sido en vano, porque no se le puede echar siempre la culpa a la prensa de los errores de los políticos.
Un matrimonio al borde del divorcio
Esa es la imagen que da “Desunidos por el cargo”, porque el “alfarismo”, con radicales adentro, critica la actitud de la UCR y CREO de haber anunciado la postulación de Roberto Sánchez y Sebastián Murga para el binomio que irá por la Gobernación.
En tanto que los radicales presionan, no solo para que encabece la fórmula un hombre del más que centenario partido, sino también que sea uno de ellos el que pelee por mantener la Intendencia capitalina en poder de la oposición.
El núcleo duro de Alfaro se queja porque en los otros municipios de Cambiemos, Yerba Buena, Concepción y Bella Vista, fueron los propios intendentes salientes los que determinaron quién iba a defender la sucesión en el cargo.
La preocupación en CREO
El presidente de CREO Tucumán, Sergio Dávalos, convocó a una reunión de urgencia de ese espacio político con el precandidato a la Vice Gobernación, Sebastián Murga, quien ya en dos ocasiones ofreció declinar en favor a la unidad de JxC.
Consideraron que no se puede mantener la crítica situación en la que se encuentra la oposición, que “sigue sin expresarle definiciones a la sociedad” y es por ello que consideraron que “es imprescindible hacer las cosas diferentes”.
Es por ello que valoraron el gesto de grandeza de Murga de haber puesto a disposición su lugar en un par de oportunidades e instarlo a hacerlo por tercera vez, como un medio para destrabar la actual situación en que se encuentra el espacio.
Discurso y ambiciones, muy distintos
En Juntos por el Cambio insisten en profundizar un discurso en el que los dirigentes se muestran diferentes, pero un relato que se cae a pedazos cuando comienzan a tratar de definir las potenciales candidaturas.
Sin embargo, no se trata de una actitud que sea patrimonio de los referentes provinciales, sino que las figuras nacionales también caen en idéntico juego. Solo que en el escenario provincial la fórmula oficial está definida y aceitada.
“Desunidos por el cargo” no tiene mucho margen de maniobra. Una vez que definan la fórmula, tendrán que dar forma a los territorios que les brindarán los votos, pero ya van bastante rezagados en eso, que es clave en toda elección.
Con la mira en las legislativas 2025
Tamaña demora no hace más que abonar a la teoría de nuestro director, Manuel Rivas, quien en una columna de hace ya un tiempo señalaba que el orden del binomio en JxC, solo servirá para definir candidaturas para las legislativas 2025.
Según su hipótesis, el que encabece la fórmula tendrá derecho a reclamar el primer lugar de la lista a senadores, mientras que el segundo haría lo propio en las candidaturas para representar a los tucumanos en la Cámara Baja.
La demora excesiva en la que incurren los dejará fuera de todo. Es por ello que, tanto Alfaro como Sánchez, tienen que impulsar candidatos leales de su entorno a cargos electivos, pero en medio de una sangría de dirigentes es difícil.
El escenario está más cerca de la ruptura que de la unidad.
*Columnista de Política de Diario Cuarto Poder.