Los sueldos de los trabajadores registrados marcaron su quinta caída anual consecutiva en 2022 y por la inflación, en el 2023 también quedarán rezagados. El Ministro de Economía, Sergio Massa, no le encuentra aún la vuelta a la inflación y los salarios siguen perdiendo poder de compra.
La actividad económica marcó en 2022 su segundo crecimiento anual consecutivo tras la pandemia, mientras que los salarios sumaron su quinta caída ininterrumpida. El Gobierno afronta un nuevo año electoral con esta dualidad generada por los altos niveles de inflación que ya rozan los tres dígitos: una economía que produce más con trabajadores que perciben menores remuneraciones.
El coordinador del Observatorio del Derecho Social (ODS) de la CTA Autónoma, Luis Campos, dijo que el PBI cerró en diciembre último un 0,3% arriba de diciembre de 2015, mientras los ingresos que perciben los asalariados del sector formal están 23,1% por debajo de ese momento. El especialista señaló que el “estancamiento salarial” está directamente vinculado con una aceleración de la inercia inflacionaria que provocó que las paritarias corrieran permanentemente por detrás del IPC, salvo en contados casos.
El corte elegido no es casual, ya que desde 2016 hubo caída salarial real en seis de los últimos siete años, en donde solo 2017 marcó una leve mejora. “La ruptura más fuerte fue durante la gestión Cambiemos en 2018-2019, cuando la actividad cayó un poco y los salarios se desplomaron. En la gestión del Frente de Todos la actividad repuntó un poco, pero los sueldos no”, sostuvo Campos.
En el último informe del INDEC también se observaron seis años de retroceso en el promedio salarial liderado por la pérdida de ingresos en los asalariados informales, los cuales se encuentran 18,1% por debajo de los niveles de diciembre del 2019. Obviamente, este segmento tiene menos posibilidades de defender su capacidad de compra porque no cuentan con convenios colectivos.
Además, la inflación impacta especialmente sobre los sectores más vulnerables y el último reporte de Ecolatina mostró que la caída del poder adquisitivo promedió 1,6% en el 50% más rico de la población, mientras que la baja fue de 3,7% en la mitad más pobre. La diferencia es mayor al comparar los extremos: para el sector más asalariado fue 5,1% el retroceso real en la capacidad de compra y 1,2% en el grupo que menos ingresos tiene. La consultora proyectó que esa dinámica volverá a repetirse este año.
El Gobierno podrá mostrar antes de las elecciones que incluso con el impacto de la pandemia, la actividad económica superó los niveles previos a las sucesivas crisis de los últimos años. Pero no podrá jactarse de una mejora en los salarios, que tuvieron un fuerte deterioro.
En el Frente de Todos saben que el bolsillo es una de las claves para mantenerse en el Ejecutivo luego de los comicios. Por eso, habrá que estar atento a la actividad económica, que en un contexto de falta de divisas, cepo importador, tasas más altas y ajuste fiscal, acumuló en diciembre su cuarta caída mensual y la primera en 21 meses.
Analistas privados prevén una inflación del 6,1% para febrero y estiman una cifra anual cercana al 100%
El Revelamiento de Expectativas del Mercado (REM) que publica el Banco Central dio a conocer las previsiones para el segundo mes de este año. El dólar oficial estará alrededor de los $330,47 a fin de 2023, aseguraron.
Las expectativas de los analistas privados sobre la economía argentina determinaron que la inflación de febrero de 2023 rondará el 6,1%, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado por el Banco Central (BCRA).
Para diciembre de 2023, quienes participan del REM proyectaron que la inflación general alcanzará el 99,9% -2,3 puntos porcentuales por encima de la previsión proyectada en el relevamiento anterior- y casi 40 puntos más que el objetivo del Gobierno. Asimismo, se elevó el pronóstico de inflación para 2024 y 2025, hasta 81,7% y 53,8%, respectivamente.
El informe también prevé que el dólar oficial cerrará el próximo mes de marzo a $202,67 (5,6% de variación mensual esperada) y quienes pronosticaron con mayor precisión esta variable a horizontes de corto plazo proyectaron que el tipo de cambio nominal promedio para el mismo período se ubique en $202,73 (5,7% mensual de variación). A su vez, destacaron que para diciembre del 2023 la divisa cerrará en $330,47 y en 2024 cotizará a $693,61.
Los analistas también esperan una variación del Producto Interno Bruto (PIB) real para 2023 de 0,0%, reduciendo su pronóstico en 0,5 puntos porcentuales respecto al valor contemplado en el REM previo. En tanto, para el 2024 los consultores esperan un crecimiento económico anual de 1,0%, mientras que para el 2025 los participantes de la encuesta indicaron que proyectan una variación de 2,5% del PIB real.