Por Ricardo Rivas* / Exitosa presentación de la novela. El escritor y periodista tucumano Luciano Núñez vivió una tarde noche soñada al dar a conocer, en la Sala Hynes O´Connor, la edición argentina de su libro, que ya es un éxito editorial en México.

La espera literaria llegó a su final

Se respiraba un clima de expectativa en la Sala Hynes O´Connor y no era para menos, el escritor y periodista Luciano Núñez regresaba a Tucumán, como tantas veces en estos casi 17 años de residencia en Cancún, para presentar su novela.

Sucede que desde que trascendió la presentación de “Magníficens, de Tucumán a Cancún”, en nuestro país, el interés fue creciendo y eso se tradujo en las sensaciones que entregó el público en ese ida y vuelta con el autor y sus presentadores.

Las palabras de bienvenida en nombre del Ente de Cultura de Tucumán, estuvieron a cargo de Patricia Rodríguez, quien compartió la emoción de ver a su amigo presentando este libro, que representa su primera novela.

Luciano Núñez (centro) junto a sus presentadores, Manuel Rivas y Diego Jemio.

Acompañaron al autor en esta presentación, el periodista y asesor editorial, Diego Jemio; y el periodista, escritor y director de Diario Cuarto Poder, Manuel Rivas. El primero de ellos dialogó con el autor sobre la obra, en tanto que el segundo fue moderador.

Antes del inicio de la presentación y, a modo de introducción musical, el cantautor tucumano, Alcides Núñez, tributó la canción “Hermano”, que fue celebrada con los calurosos aplausos de los presentes.

Una charla que desnudó la obra

Luego de que Rivas presentara al autor y su entrevistador, hubo breves palabras de Núñez y Jemio comenzó el diálogo, con preguntas que fueron llevando al público, no solo a las profundidades de la creación ficcional, sino a la propia cocina de la novela.

No solo se notó el oficio periodístico de Jemio, sino el conocimiento en torno a la obra, porque fue uno de los amigos del autor que acompañó la construcción y desarrollo de la novela hasta su culminación y posterior publicación en el país azteca.

Núñez explicó el título de “Magníficens”, que alude a un ave de Cancún que por sus características de andar siempre buscando cómo sobrevivir ante un mundo que se presenta complicado, se asimila a la situación de desarraigo del migrante.

Justamente ese desarraigo -vivido en carne propia por el autor- es la vivencia principal que refleja la novela en la piel del protagonista, un periodista tucumano, Bruno Marín, quien luego de ser despedido de un diario decide irse del país.

El autor y el personaje frente al espejo

En el diálogo se abordó el ineludible tema de cuánto de la personalidad del autor tiene el protagonista Bruno Marín. El autor explicó que en esa magia de construir los personajes, tuvo la sensación de que tenían vida propia.

En ese sentido, el protagonista cuenta con otros personajes que le dan fuerza narrativa a la obra y cuya construcción también fue compleja, al punto que una de ellas, Cristina, fue una de las que más complicó llegar al ansiado epílogo.

En definitiva Marín, más allá de los condimentos personales que le haya agregado su creador, termina configurándose como una verdadera entidad fruto de la labor de demiurgo puesta de manifiesto por el escritor alberdiano.

“Escribir una novela es correr una maratón”

Al definir cómo fue darle vida a su obra, Núñez compartió con los presentes los consejos y consideraciones que le acercó el afamado escritor cubano Leonardo Padura, quien le dijo que “escribir una novela es como correr una maratón”.

Y así lo fue, en la óptica de Núñez, porque comenzó la escritura con un gran envión, que luego se fue lentificando en la complejidad de la escritura, que hasta tuvo que rehacer, al modificar de la primera a la tercera persona la narración.

Luciano Núñez en plena alocución en la presentación de “Magníficens, de Tucumán a Cancún”.

También habló del momento en que quiso dejar de lado la obra y allí también terciaron los dos presentadores quienes, en dos ejemplos concretos, señalaron los mecanismos para darle ánimo a la distancia.

Ese bloque culminó con la música que vino de la mano de Horacio Mejail, quien interpretó la canción de Atahualpa Yupanqui, “Tú que puedes vuélvete”, en consonancia con el tema del desarraigo, abordado en la novela.

El mano a mano con el público

Finalmente, en la dinámica de la presentación, fue el turno del público, que tuvo la posibilidad de realizarle preguntas al autor. En esas preguntas se expuso la relación entre esos dos mundos distintos: Cancún y Tucumán.

No solo en lo que representa cada uno, en sus aspectos comunes y diferentes, sino también en el uso del lenguaje, aquello que se denomina de un modo u otro, y lo que tiene directa relación con el habla de los personajes y su fidelidad.

Por último, la emoción de las palabras del autor y lo que significa su regreso, fueron el corolario previo al cierre musical, de la mano de Patricia Rodríguez, acompañada por Ernesto Klass, en la canción “Primera soledad”, de Armando Tejada Gómez.

Transmitimos las felicitaciones a Luciano Núñez y compartimos ese hermoso y poético epílogo de la presentación, a cargo del propio autor:

“Volver es compartir de nuevo lo que alguna vez amé y sigo amando, extraer el néctar de una palabra compartida y hecha recuerdo; más bien, el diálogo entre la ficción y la realidad, como decía Tomás Eloy Martínez.
Una parte de la realidad son los mapas y los territorios, el ámbito y el sentido; y tanto lo primero como lo segundo me traen de nuevo a este punto cardinal. Me asiento en esos pilares para hacer este libro que nos une y tiene más sentido aquí, en la danza de los cañaverales tucumanos como en las arenas del Caribe; en ambas orillas, la esperanza me alienta a mirar al cielo y a buscar las aves que surcan el mundo desde arriba y, de vez en cuando, bajan a reposar en algún nido.
Apoyando el codo en la vieja ventana de nuestra infancia, donde están los viejos pasillos con olor a verdín en las paredes, arrastrado bajo un pinar jugando a las bolillas o, en el intento de erguir un barrilete. Hoy, les abro las puertas de otro nido que he tejido allá. De eso se trata mi Magníficens, de la América Latina que tiene las venas abiertas y el corazón caliente que no deja de latir.
Muchas gracias por venir”.

 

*Periodista, columnista de Actualidad y Letras de Fuego

Comments

Comentarios