La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) difundirá mañana los resultados de la prueba PISA, la evaluación internacional que mide el desempeño de los alumnos de 15 años. Sin embargo, antes de conocerse, esos resultados ya están despertando polémica: hay dudas sobre las muestras con las que se hicieron las pruebas y éstas podrían no ser representativas.
Según se pudo saber, los resultados arrojarían mejoras estadísticamente improbables, lo que siembra dudas sobre la confiabilidad del estudio. Las pruebas PISA 2015 se rindieron en septiembre del año pasado. Participaron 7.500 alumnos de 238 escuelas públicas y privadas. Esta evaluación, que se toma cada tres años, mide las competencias en matemática, lectura y ciencias de alumnos de 15 años de 73 países.
En la anterior edición, en 2012, Argentina terminó con una mala nota: quedó 59 entre los 65 países que fueron evaluados entonces. Según trascendió, ahora hubo alteración de los colegios que participaron. “No tenemos evidencia de que haya habido una manipulación intencional de las muestras. Sabemos que la fuente oficial del listado de escuelas fue el censo de 2013, que fue actualizado para reflejar la realidad de 2015. En particular, un número de escuelas incluidas en el listado del censo de 2013 fue borrado, por razones varias”, dijo Andreas Schleicher, responsable de la Dirección de Educación y Habilidades de la OCDE.
Quienes sí ven sospechas de intencionalidad apuntan a que el kirchnerismo, en el poder cuando se hizo la evaluación, seleccionó escuelas con mejor desempeño en el armado de esta muestra, para que el resultado final mostrara también mejoras. El ex ministro de Educación, Alberto Sileoni, aseguró que no le extrañaría que las pruebas reflejaran un avance respecto a las de 2012 ya que “después de estos años de política, es posible una mejora” y aseguró que los cambios en las escuelas de la muestra se debieron a que “pasamos por un proceso de transformación del sistema educativo secundario y el listado de escuelas coincidió con eso”.
Una versión que circuló en las últimas horas es que la Argentina podría no figurar este año en la lista de resultados y se haría un apartado contando la situación, lo que según Schleicher no terminaría ocurriendo. Consultados por Clarín, voceros del Ministerio de Educación anticiparon que la cartera que dirige Esteban Bullrich no hará comentarios hasta la difusión oficial del ranking.
Fuente: Clarín