El candidato a presidente xeneize Andrés Ibarra habló de todo: su historia en el club, fuertes críticas a Riquelme y la solución que plantea para La Bombonera.
Andrés Ibarra, candidato a presidente de Boca Juniors, habló de todo en una entrevista exclusiva con Infobae. El economista y político que fue gerente general del club durante el mandato de Mauricio Macri, quien también lo convocó para integrar el Gobierno nacional cuando fue Presidente de la Nación, repasó su historia e hizo una fuerte crítica contra la actual gestión. Separó al Riquelme jugador del dirigente, aseguró que disolvería “en un minuto” al Consejo de Fútbol y dio pistas sobre la que será “la solución definitiva” para la ampliación de La Bombonera, proyecto que presentará en un mes.
—Parece difícil separar la frase “el candidato a presidente de Boca” y “de Mauricio Macri”…
—Yo soy el candidato a presidente de Boca, obviamente impulsado y apoyado por Mauricio Macri, lo cual para mí es un enorme orgullo porque tengo una relación de hace muchos años con él, pero además porque tuve el honor de trabajar como gerente general en la gesta histórica, como llamamos nosotros aquella época en la que se ganaron tantas copas internacionales, las cuatro Libertadores y las dos Intercontinentales. Una gestión impresionante. La más importante de la historia de Boca en ese sentido. Me da mucho orgullo, estoy muy cómodo con eso y estoy muy contento de ser candidato a presidente de Boca.
—¿De dónde surgió tu fanatismo y cómo es tu historia con Boca?
—Soy de Boca de toda la vida. A mi primer partido fui con un tío, hermano de mi viejo, a ver un Boca-Deportivo Quito hace muchos años. Era por una Libertadores, ganó 4 a 0 Boca. Yo tenía 5 años. He sido fana de Boca, he llorado por Boca, me acuerdo que una vez San Lorenzo nos hizo cuatro en la Bombonera. Pero después los Bosteros hemos tenido los grandes éxitos y los recuerdos imborrables de los equipos del Toto Lorenzo, también con una Copa Intercontinental y las dos Libertadores, y después jornadas o noches épicas como el nucazo de Guerra o el gol de Palermo a River. El histórico para mí es el de Martín, ese famoso día que al Tolo Gallego se le ocurrió decir que si Bianchi ponía a Martín, él lo ponía al Enzo (Francescoli). Y por supuesto terminamos todos cantándole “ponelo al Enzo…”. Fue increíble cómo giró y los defensores de River que se iban para atrás reaccionaron tarde y ahí Martín le pegó a aquel palo, una noche extraordinaria. Tengo infinitos recuerdos como tenemos muchos hinchas de Boca.
—¿En aquella etapa de Macri en Boca, qué cargos ocupaste?
—Mauricio me llamó y tuve el orgullo de ser gerente general. Imaginate que participé de la vida íntima del club y todo lo que fue la gesta histórica y gloriosa, desarrollando fuertemente los vínculos internacionales para Boca, el marketing deportivo, los productos Boca por todo el mundo, ayudando a la organización del club con reglas de juego bien claras, sobre todo con los jugadores, la administración del club, la organización de los eventos, el Boca Social, el Boca Cultural, los otros deportes, como gerente general tenés toda esa responsabilidad. Para mí fue una época magnífica, porque no solo pude desempeñarme en función de mis conocimientos adquiridos por mi profesión y haber trabajado en empresas, sino por ser fana de Boca, así que que mejor que eso.
—Desde el actual oficialismo, más precisamente Riquelme, dicen que el club se usó durante mucho tiempo para hacer política. ¿Qué opinás sobre esa frase?
—Que es de una enorme hipocresía y desde un lugar mentiroso. Es una mentira, es hipócrita decir eso porque él participó y sabe perfectamente que su gloria deportiva se generó ahí en esa época con Mauricio como presidente. Después me acuerdo perfecto en 2007 cuando viene Russo y Mauricio lo vuelve a traer al club. Hay mucha ingratitud en ese tipo de cosas, porque uno debe respetar su historia y su idolatría se debe a aquella época gloriosa en la que no tenía nada que ver la política, a mí me consta. Vivimos tratando de hacer crecer al club, lo logramos estando entre los cinco primeros clubes del mundo, reconocidos en el mundo adonde íbamos, era la marca Boca que ya de por sí era conocida, la marca más importante de la Argentina, de la región y del mundo. De las cinco marcas más importantes representando a la Argentina, pero además con contenido porque era una organización con reglas, con mucha institucionalidad, en la que todos poníamos a Boca por encima de todo, no importaban los ídolos, era Boca el objetivo. Y como consecuencia de todo eso es que llegamos a tener esa preponderancia e importancia internacional. Esa es la gran crítica que tengo yo hoy y la gran pena de que le esté pasando a Boca lo que le está pasando. Respecto a esto, bien clarito: es hipócrita decir eso porque el objetivo era engrandecer al club y es lo que se logró. Un club de primer nivel internacional, para Mauricio luego vino la política, pero eso es otra cosa, no tiene nada que ver.
—¿Nunca se intentó usar a Boca como trampolín político?
—Pero de dónde sale esa idea de usarlo cuando en realidad el único objetivo que tuvo Mauricio cuando se metió en Boca, si se quiere, era cumplir un sueño que no pudo cumplir como jugador de fútbol, pero sí como presidente del club. Después las cosas en la vida se van dando, pero no había un pensamiento de “ah, vamos a Boca a ver”. Yo le preguntaría por ejemplo a Doman, que estuvo tres meses, si él se planteó usar para la política a Independiente, mirá lo que pasó. Me parece muy antipático, hipócrita, ingrato plantear ese tipo de cosas cuando se le dio tanto al club y se lo puso en primer nivel internacional. En todo caso si después vino la política por el lado de Mauricio y fue Jefe de Gobierno y fue Presidente de la Nación, bueno, siguió su carrera por ahí, pero a Boca se le dio todo. Creo que eso es bien clarito y los hinchas lo tienen bien claro también.
—Sos de los que separan al Riquelme jugador e ídolo y al Riquelme dirigente, ¿no?
—Si hablamos del jugador, Román es seguro uno de los cinco grandes ídolos de Boca.
—No te animás a decir el mejor…
—Pero lo digo honestamente. Boca tiene una historia tan grande, tan gloriosa en términos de ídolos que es difícil decir “es el mejor” porque están los que fueron más contemporáneos a Rattín, a Rojitas, al que yo lo vi en el final y tenía una habilidad extraordinaria. Hay muchos. Mi viejo y gente más grande te decían que Rojitas era igual que Diego (Maradona), algunos decían que fue mejor que Diego y que no tuvo la oportunidad. Sería muy miope de mi parte decir que es el mejor. Claro que yo lo vi mucho más a Román, pero también en el mismo nivel lo pongo a Palermo. Depende de cómo uno juzga, con qué vara mide al jugador de fútbol. De la habilidad increíble de Román nunca nos vamos a olvidar, del golazo en la final del 2007 y ni hablar del caño a Yepes, son cosas históricas. Yo soy un agradecido a esas glorias dentro de las cuales está Román. Martín es el máximo goleador histórico con un porcentaje impresionante de gol y una resiliencia como persona. Entonces es difícil elegir entre ídolos como estos, Rojitas, Román, el Tanque Rojas, Palermo, Rattín… Ni hablar que Román está entre los cinco y los hinchas discutiremos en qué lugar está, pero otra cosa es el dirigente y ahí sí soy hipercrítico respecto a lo que está pasando hoy en Boca con su dirigencia. Tanto del presidente como del vicepresidente, que son los principales responsables de gobernar a Boca.
—El oficialismo consiguió títulos y remarca que ganó seis de ocho campeonatos. Considerando esos resultados, ¿cuál es la mayor crítica que le hacés a la actual gestión?
—Creo que la gestión es muy mala en general por varias razones. Te tomo eso de los resultados que decís e igual la gestión general del fútbol es pésima porque independientemente de haber ganado, hay que desmenuzar todo. La última copa que se festejó como si fuera la Libertadores con Patronato, es una copa, bárbaro, bienvenido para Boca. El equipo no juega bien. La penúltima, la de Independiente, el equipo tampoco jugaba bien y la ganamos con mucha suerte. La podríamos haber perdido ese día en la Bombonera que estábamos 2-2 con Independiente pendientes de lo que pasaba con Racing y River. Si Galván no patea tan mal el penal, perdíamos el campeonato. Creo que Armani no tuvo más remedio que agarrar la pelota porque si no iba a ser alevoso el tema. Después ganamos títulos por penales. Y el primero de todos esperando lo que pasaba en Tucumán con River, el día que vino Diego e hizo el gol Carlitos, en definitiva el 70% del torneo fue de la gestión anterior.
—¿Y por fuera de los resultados deportivos?
—Boca perdió no menos de 35 millones de dólares por el desastre de los jugadores libres que han ido dejando. La cantidad de incidencias y problemas que hemos tenido y que generó esta libertad de acción de jugadores a Boca le ha costado no menos de 35 millones de dólares, que es una locura. Se trajeron jugadores de dudoso rendimiento y lo peor es desde el punto de vista económico, porque eso te impide reforzar el equipo. Trajeron jugadores de bajo valor de reventa, no juveniles que vienen a Boca, se potencian y crece su valor patrimonial para venderlos bien. Si le agregamos los problemas que hubo con los técnicos, el maltrato a un ídolo como Battaglia, la verdad que sin ninguna necesidad. Ahí entran en juego cuestiones de no preparación para ejercer el cargo de directivo. Un Consejo de Fútbol que contamina todo porque lo único que genera es presión, “poné a tal jugador”, intereses contrapuestos, una mala gestión que contamina el vestuario. En definitiva le generan al técnico presiones de distinto tipo y no lo dejan trabajar tranquilo. Le pasó a Battaglia, después le pasó al Negro Ibarra que el mismo Riquelme dijo “quiero que se quede 20 años como me voy a quedar yo”. Me parece un poco soberbio lo que dijo y, respecto del Negro Ibarra, en vez de 20 años, quedó tres meses. Ahí se equivocó en la declaración o en haberlo sacado. Toda la gestión del fútbol profesional es pésima. A eso le sumo el problema de no tener sponsor, de representación institucional en Boca, las patéticas peleas que hemos tenido en las copas con los dirigentes de Boca, porque en definitiva los muchachos del Consejo de Fútbol son dirigentes, ya no son jugadores.
—Si fueras presidente, ¿disolverías el Consejo de Fútbol?
—En un minuto lo disuelvo. No se puede manejar de esa forma el fútbol profesional. El presidente del club tiene que entender y manejar el fútbol profesional, con el directivo a cargo y un manager. Vamos a poner un manager deportivo con mucho conocimiento, información y que maneje tanto el fútbol juvenil como el profesional. Es absolutamente imprescindible que haya una conexión y manejo planificado entre el fútbol juvenil, el crecimiento de los juveniles y su vida al primer equipo, pero con un plan de trabajo. Es la única manera de generarle valor y conocimiento y horas de fútbol a los juveniles y empezar a valorizarlos porque ese es el gran desafío de los clubes en Argentina ante la situación que es muy difícil desde el punto de vista competitivo con lo económico y el dólar. Tenemos serias dificultades desde ese lado. La clave es el trabajo de la cantera y los juveniles para darles valor y con eso generar el aumento del patrimonio de Boca.
—Sos cercano a Nicolás Burdisso (ex director deportivo) y otros ex jugadores que pasaron por el club. ¿Tenés definidos algunos puestos para ellos?
—Estoy hablando con muchos ex jugadores con los que me une muchísimo cariño y respeto desde el lado profesional. Los conocí en la gestión, tengo particularmente mucho afecto y vínculo diverso con Diego Cagna, que ya está en el equipo nuestro. Después veremos los roles. Los vínculos con él, con el Flaco Schiavi, el Pato Abbondanzieri, Martín Palermo, los Mellizos Guillermo y Gustavo, a los que les tengo un enorme afecto. Vamos a conversar en toda esta etapa porque es fundamental que Boca esté integrado por ex jugadores de esta capacidad y conocimiento, de buena gente y con mucha armonía entre ellos mismos. Es clave el vínculo entre los directivos y los equipos, en este caso el fútbol profesional y juvenil. Generar un trabajo de equipo, ese concepto, no la existencia de ídolos supremos, superiores que toman las decisiones sin trabajar en equipo. Eso va a cambiar radicalmente en Boca.
—Entre varios nombres que mencionaste, hay dos que resaltan y hoy tienen trabajo como entrenadores: Palermo y Guillermo Barros Schelotto. ¿Los imaginás como potenciales técnicos de Boca?
—Por supuesto, tengo la mejor. Iremos viendo desde ya cómo se desarrolla todo. Y por supuesto que tenemos un equipo deportivo en el que quiero encarar una buena renovación tomando la experiencia de ex dirigentes que comandan agrupaciones y han estado en el club más la juventud. Tenemos muchísimos chicos jóvenes que están trabajando con nosotros en distintos equipos, con la plataforma, la tecnología, el tema del estadio… Un gran equipo de jóvenes y mujeres, mujeres con un empuje impresionante muy ligadas al corazón de Boca, así que quiero ser puente hacia esa renovación. Un equipo que incluya el conocimiento y la experiencia, con el empuje de la juventud.
—Macri ya dijo que va a participar activamente de las elecciones. ¿Será tu compañero de fórmula, vice segundo, vocal o todavía no está definido?
—Eso depende de él y de su hoja de ruta. Sí está claro que tengo todo su apoyo y es muy probable que forme parte de nuestro equipo. En qué lugar o con qué título es otra cosa. Lo importante es que va a estar muy cerca nuestro. Tenemos una mesa con ex directivos y gente muy ligada al Mundo Boca, pero ahora de ninguna manera quiero hablar de nombres. Todo lo que aparece son especulaciones que hay. A partir de septiembre y octubre vamos a definir los nombres que nos van a acompañar en todo sentido.
—Por último, dejales un mensaje a los socios de Boca. ¿Por qué deberían votarte en diciembre?
—Les vamos a proponer a los socios la mejor plataforma que realmente le va a dar solución a muchos problemas, empezando por el estadio. Vamos a manejar el fútbol profesional para volver a poner a Boca en la alta competencia, volver a ganar las copas internacionales. Vamos a trabajar fuertemente para tener un club ordenado y que nuevamente esté entre los cinco primeros del mundo. Que no sea orgullo solo de los socios sino de todos los hinchas de Boca. Trabajamos seriamente para lograr esos objetivos y por eso queremos que nos voten, conocemos cómo manejar todo esto y lo vamos a demostrar durante la gestión. Que confíen en que vamos a dejar todo para que Boca vuelva a estar en esos cinco primeros lugares y, como solemos decir, para recuperar la gloria perdida.
fuente: infobae