Por Manuel Rivas* / Letras de Fuego / Columna. El cantautor tucumano y sobrino de la mítica Mercedes Sosa, Coqui Sosa, lleva adelante su carrera musical e ilumina el recuerdo de la gran cantante tucumana para mantener vivo ese legado cultural.
Un puente entre Tucumán y Buenos Aires
Una tarde noche especial en la 47ª Feria Internacional del Libro, otra noche en una peña de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), otra presentación en el auditorio de un colegio profesional en CABA y su participación reciente en la Expo Láctea.
Así es la vida profesional de Coqui Sosa, quien despliega lo que más lo apasiona sobre el escenario: el folclore. Pero además tiene una misión más profunda y trascendente, mantener vivo el recuerdo y el legado de su tía, la gran Mercedes Sosa.
La particular coincidencia con el artista en CABA me permitió disfrutar de sus presentaciones, en especial la realizada en el hermoso auditorio del Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas de esa ciudad.
Un recital intimista
El tucumano fue presentado por el coordinador de la Comisión de Acción Cultural de ese cuerpo colegiado de profesionales, Luis A. Barrera, y sólo acompañado por su guitarra y ataviado con el poncho que nos identifica, comenzó su actuación.
El tono intimista de la actuación, se sostuvo en las primeras canciones con “Aquí en el sur”, que le pertenece, y las compuestas junto al poeta Pablo Dumit: “Canción para despertar a la patria”, “Hay dolores”, “Y con tu corazón”.
Cabe destacar que fue acompañado en percusión, charango y accesorios, por Jorge Tabares, mientras que Jorge Castro aportó su capacidad en danza y percusión.
Tucumanidad e invitados
Los aplausos y las expresiones de celebración fueron impregnándolo todo de tucumanidad, no sólo por los comprovincianos presentes sino también por quienes gustan de la música de nuestra provincia. Coqui Sosa continuó escalando por esos peldaños invisibles.
En ese momento, el artista dio paso a su colega Diego Massimini, quien interpretó “La mecha”. Coqui Sosa le dio continuidad al homenaje con “Cantora del pueblo”, tema basado en un poema propio que escribió cuando su tía entró en la eternidad.
Luego retomó con canciones compuestas junto al poeta Pablo Dumit, “País” y “Donde termina el asfalto”, para cerrar ese segmento con la canción propia a la que dio en bautizar como “Yukkuman”.
Los consagrados y un final a puro folclore
El recital entró en un mayor ritmo con canciones de consagrados, como “Mi orgullo es ser tucumano” (Alma García), “Los hermanos” (Atahualpa Yupanqui), “La media pena” (Hermanos Núñez) y “Subo” (Rolando “El Chivo” Valladares).
Finalmente, cantó “Gatito de las penas” (Raúl Carnota), “La NN” (Narváez-Cufré) y se cerró con un verdadero himno, “Al jardín de la República” (Virgilio Carmona), en donde fue acompañado por Luis Adrián Barrera.
El corolario de los aplausos es el galardón sencillo que Coqui Sosa se guarda en el corazón y que eleva, como una plegaria, hasta las alturas en las que perdura para siempre la voz única de la gran Mercedes Sosa, su amada tía.
*Fundador y director de Diario Cuarto Poder. Profesor de Letras e Historia, periodista y escritor.