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El precandidato presidencial habló del acuerdo con Juntos por el Cambio y detalló sus propuestas. Dijo que hay que echar a 400.000 empleados del Estado y propuso “cerrar Aerolíneas y privatizar YPF, AySA y el Correo”. A diferencia de Milei, rechazó dolarizar o tocar el Banco Central.

 

“Son reformas de sentido común. Acá no hay plan motosierra”. El diputado José Luis Espert detalló las propuestas que presentará en la campaña como precandidato presidencial por Avanza Libertad dentro de Juntos por el Cambio. El dirigente explicó los motivos y objetivos que lo llevaron a confluir como la pata liberal de la coalición opositora y se diferenció tanto en el perfil como en el contenido de las ideas de su antiguo socio político, el libertario Javier Milei.

En ese marco, en un extenso diálogo en los estudios de Infobae, Espert planteó la necesidad de achicar el Estado -incluso con despidos de empleados públicos- bajar impuestos, acelerar la apertura comercial, hacer una reforma laboral integral, reordenar el sistema previsional y privatizar las empresas públicas superavitarias.

“Sobran 1.400.000 empleados públicos en Nación, Provincia y Municipios”, dijo el diputado nacional y no dudó en manifestar que “hay que cerrar Aerolíneas Argentinas” y dejar en manos de los privados empresas públicas como YPF, AySA y el Correo Argentino, entre otras.

Las propuestas se conocieron pocas horas después que también tomara estado público la plataforma electoral de Milei, el líder de La Libertad Avanza. “Mi candidatura no busca sacarle votos a él”, dijo Espert, aunque reconoció que apuntan ambos a un mismo universo de votantes. “Es la competencia”, dijo.

José Luis Espert presentó su libro "La Argentina deseada". (foto Gustavo Gavotti)José Luis Espert presentó su libro “La Argentina deseada”. (foto Gustavo Gavotti)

Definiciones salientes de la entrevista

1- “De ninguna manera mi precandidatura presidencial de Avanza Libertad en Juntos por el Cambio persigue sacarle votos a Milei”.

2- “Sí (hay que echar 400.000 personas del Estado Nacional). Y hay que echar un millón, aproximadamente, entre provincias y municipios. Son todos ñoquis”.

3- “Digo en campaña que sobran 1.400.000 empleos públicos, que hay que cerrar Aerolíneas Aerolíneas, privatizar todas las empresas públicas que sean superavitarias (YPF, AySA y el Correo) y hay que cambiar todas las leyes laborales”.

4- “Hay que hacer una reforma previsional. Hay un verdadero descontrol absoluto: son 52 regímenes diferentes. Si nos mantenemos en un régimen de reparto puede implicar aumentar la edad jubilatoria”.

5- “Argentina tiene que plantearse el comercio y no esta cosa estúpida que es la sustitución de importaciones. El peor pescado podrido que la sociedad argentina se compró es el proteccionismo industrial, que nos dejó un país con una minería destruida, petróleo destruido, turismo destruido, economías regionales destruidas, agro destruido y un calzoncillo valiendo como un BMW”.

6- “Hoy hay gente que está robando con los planes sociales. Dicen que lo necesitan cuando, en realidad, tienen trabajo. Es un plan social trucho. Es robarle al que necesita el plan social y robarle al contribuyente que paga impuestos”.

7- “Una hiperinflación es 3% de inflación por día. Estamos teniendo 8% y vamos a 10, 12 o 15% mensual. Estamos lejos todavía”.

8- “Se acabó esta joda de que se cortan las calles todos los días o que Moyano cuando no le gusta algo de una empresa va y la bloquea: es delito y aplicaremos la ley. Vamos a meter preso a Moyano y a cualquier sindicalista que viole la ley”.

9- “Juan Grabois dijo que estaba dispuesto a dar sangre y la verdad que le echaron agua fría con un grifo en el Sur y salió corriendo”.

10- “Discutir el sistema monetario, la dolarización, el real o el euro puede ser la frutilla del postre, nunca el plato principal. El plato principal son las reformas que hay que hacer y que son de sentido común: la apertura al comercio, la del Estado y la laboral”.

11- “Prefiero que Argentina tenga su Banco Central y emita su moneda. Me parece poco serio hablar de que somos un país sin que pueda emitir su moneda. Es como decir “soy adulto, pero uso todavía pañales, porque me hago pis encima”. Un país que se precie de tal, que tenga orgullo, tiene que tener moneda propia. Los países que no tienen monedas son países que son la nada misma”.

12- “Massa está para que la mecha de la bomba que el kirchnerismo armó se estire lo máximo posible hasta el nuevo gobierno”.

13- “El gobierno de Alberto Fernández tiene que pagar el costo político, económico y social del desastre que hizo y está haciendo con el cepo, con los 400 tipos de cambio, con Precios Cuidados, Precios Justos, tarifas pisadas y precios pisados. Lo tiene que blanquear, tiene que eliminar el cepo, empezar a ajustar tarifas y liberar todos los precios. ¿Por qué? Porque la lucha contra la inflación ya la perdió”.

14- “El Fondo puede empezar a discutir con el gobierno y la oposición mínimas pautas del nuevo programa, porque este programa está caído. Es muy difícil que el FMI adelante toda la plata del tramo que falta sin un acuerdo mínimo con la oposición. Desde la oposición le decimos al gobierno: pague los costos del desastre que hizo”.

15- “La idea conceptual es que Avanza Libertad, dentro de este nuevo espacio opositor que construimos con Juntos por el Cambio, tenga sus listas en todos los distritos que compitan contra la lista de Larreta y de Patricia Bullrich, o contra la lista de los radicales. Es confluencia para competir”.

– Era candidato a gobernador y ahora es precandidato a presidente y de un espacio que va a confluir dentro de Juntos por el Cambio, ¿por qué?

Dos explicaciones. Voy por la primera. Cuando me lancé como candidato gobernador de la provincia de Buenos Aires -mi querida y amada provincia de Buenos Aires por haberla recorrido de chico y de grande- no se habían iniciado las conversaciones con Juntos por el Cambio para el armado de un nuevo espacio opositor como sí comenzamos este año.

Estuve cinco meses pensando solo en la provincia de Buenos Aires, pero seguí recorriendo el país y tome más nota de que los problemas de la provincia de Buenos Aires son los mismos que los del resto del país. Y que no hay solución a los problemas bonaerenses sin solución a los problemas de toda la Argentina. Entendí que para solucionar los problemas de mis queridos bonaerenses hay que meterse a nivel nacional.

Justo comenzó la conversación con Juntos por el Cambio para el armado de este nuevo espacio opositor, donde se me dio la oportunidad de conjugar mi diagnóstico presidencial para mejorar la provincia de Buenos Aires con la posibilidad de ser precandidato a presidente en este nuevo armado opositor, donde se amplía Juntos por el Cambio y donde el liberalismo pasa a tener una silla más en igualdad de condiciones con el PRO, el radicalismo, la Coalición Cívica y el peronismo federal de Pichetto.

– ¿No achica el liberalismo meterse en otra agrupación más grande?

Todo lo contrario. Creo que lo agranda al liberalismo. Primero porque agranda sin dudas el principal espacio opositor y porque hay gente que si no hubiera estado José Luis Espert con Avanza Libertad dentro de un gran espacio opositor -un transatlántico, con gran desarrollo territorial, muchos diputados, senadores y gobernadores- tal vez hubiera estado con más miedo de votar el liberalismo, por el miedo a que se repita el kirchnerismo. Esto agranda la torta liberal y agranda mucho más todavía la torta que se llama hoy Juntos por el Cambio.

– ¿Con qué dirigentes habló para definir esta incorporación?

Con todos y estoy muy agradecido a todos los miembros de Cambiemos con los que hablé. Si me olvido de alguno, pido disculpas: hablé con varias veces con Patricia Bullrich, con Mauricio Macri, con Horacio Rodríguez Larreta, con Diego Santilli, con Alfredo Cornejo, Gerardo Morales, Gustavo Valdés, Maxi Abad, Ernesto Sanz, Lilita Carrió, Maricel Etchecoin, Miguel Ángel Pichetto y quedamos en conversar con Margarita Stolbizer.

– ¿Cuánto hubo en esas conversaciones de negociar espacios de poder y cuánto fue coincidir en términos ideológicos o programáticos?

Me metí en política a los casi 58 años y me metí sólo por lo programático. Lo programático para ser aplicado necesita de poder, porque sino te quedás en lo testimonial y nada más. Pero a mí me importa mucho más lo programático que el poder. Quisiera que Argentina aplique las ideas que defendí toda la vida, porque son ideas de sentido común, más allá de que sean liberales.

Los países que prosperan y donde la gente vive bien hacen las cosas que Avanza Libertad, el espacio que yo lidero, propone. Son cosas para que los argentinos estén mejor de lo que están. Para mí lo programático, lo conceptual, es clave y es lo único por lo cual me metí. Hicimos una primera etapa testimonial en 2019, cuando plantamos la idea y fuimos a lo programático. En los debates planteamos claramente lo que creíamos que había que hacer para que nos fuera bien como sociedad.

Juntos por el Cambio. En la presentación de su libro, hubo fuerte presencia política de la coalición opositora. (Gustavo Gavotti)Juntos por el Cambio. En la presentación de su libro, hubo fuerte presencia política de la coalición opositora. (Gustavo Gavotti)

– En soledad.

En soledad absoluta y con poder cero. Ahora en el 2021, ya con un gran crecimiento dentro de la sociedad de las ideas que planteamos en el 2019, ya empezamos a mojarnos los piecitos en la orilla del poder. Estuvimos a punto de ir una mega PASO con Cambiemos contra Kicillof en la provincia de Buenos Aires, en la elección legislativa pero no se llegó a buen puerto, lamentablemente. Ya en el 2023, dos años y a cuatro años de haber plantado la semillita liberal -después de 30 años que estuvo desaparecida de la discusión presidencial- ahora sí hay ansias de muchos sectores políticos y de poder de que el liberalismo esté debidamente representado.

Ya la discusión con todos los que mencioné era programática y también de poder, pero siempre lo programático primero. A mí lo que me interesa es que las ideas liberales, que son de sentido común, porque lo que proponemos ocurre en todos los países donde la gente vive bien -dicho, sea de paso en AvanzaLibertad.com está nuestra plataforma de transformaciones- quiero que lleguen lo más alto posible.

Si son de la mano de Avanza Libertad mejor, pero si no, también está bien. Por supuesto quiero ser presidente, por eso soy precandidato en este nuevo espacio opositor que construimos con Juntos por el Cambio, pero para mí es mucho más importante que la Argentina salga del lugar de miseria extrema en el que el kirchnerismo lo puso.

– ¿Hubo acuerdo sobre, además, de ser candidato, tener determinada cantidad de bancas o puestos en un futuro gobierno?

Eso está en proceso de discusión, pero hay una decisión estratégica de parte de los miembros de Cambiemos y de Avanza Libertad de seguir ensanchando este nuevo espacio.

– ¿Va a tener Avanza Libertad candidato propio a gobernador en la provincia de Buenos Aires?

Sí, sí. La idea conceptual es que Avanza Libertad, dentro de este nuevo espacio opositor que construimos con Juntos por el Cambio, tenga sus listas en todos los distritos, que compitan contra la lista de Larreta y de Patricia Bullrich, o contra la lista de los radicales. Es confluencia para competir.

– ¿Tiene nombre del candidato a gobernador?

No, todavía no. Recién anuncié mi candidatura presidencial hace poquitos días. Estamos conversando. Sí puedo decir que Roberto Cachanosky se incorporó ya a este proyecto -excelente valor, brillante profesional- como así también Ramiro Castiñeira, un economista muy profesional, excelente persona, muy bueno. Nos vamos armando de a poquito.

– ¿Y candidato o candidata a vicepresidente?

Vamos a tener candidata o candidato a vice, también candidato a jefe o jefa de gobierno, pero todavía no está nada definido.

Federico Angelini, presidente del PRO, junto a Patricia Bullrich, Espert y otros dirigentes de Avanza Libertad.Federico Angelini, presidente del PRO, junto a Patricia Bullrich, Espert y otros dirigentes de Avanza Libertad.

– ¿Qué perfiles deberían tener?

En Buenos Aires vamos a necesitar gente muy muy aguerrida. En la ciudad da para una cosa un poco más conceptual, más ideológica. En la provincia de Buenos Aires es más de trinchera.

– ¿Puede ser en la ciudad de Buenos Aires Roberto García Moritán como jefe de gobierno?

No lo descarto, porque es un excelente candidato.

– En los reportajes le preguntan todo el tiempo sobre Javier Milei. ¿Le molesta?

No. Para nada, porque tengo la mejor con Javier.

– Como no le molesta, le voy a preguntar. ¿Su candidatura en Juntos por el Cambio busca restarle o capturar votos que podrían ir a Milei?

No, no busca eso para nada. Lo que busca la candidatura de José Luis Espert o de Avanza Libertad dentro de Cambiemos -en este nuevo espacio que estamos construyendo- es que las ideas liberales sigan creciendo y ya no sean testimoniales sino que vaya teniendo cuotas de poder crecientes. La idea es llevar las ideas de la libertad lo más alto posible y también dar el mensaje claro a la sociedad que nuestra política es una política de servicio al ciudadano, lo que le sirve al ciudadano.

Avanza Libertad hoy está en una etapa diferente a la etapa de Milei. Yo pasé por la etapa de Milei, que fue el 2019: estar solo, ir solo, por afuera de grandes portaaviones, como pueden ser el Frente de Todos y Cambiemos. Pasé esa etapa y ahora para mí la etapa personal es la de estar discutiendo las ideas de la libertad, pero con poder concreto, para llevarlas a la aplicación concreta. De ninguna manera persigue sacarle votos a Milei.

– Me imagino al votante de ustedes dos como muy parecidos.

Bueno, pero esa es la competencia.

– Son dos cañas que van a la misma pecera.

Probablemente, pero Javier cuando decidió hacer política golpeó la puerta de Avanza Libertad. Golpeó mi puerta y le dimos la bienvenida y él decidió irse. Y está todo bien, porque soy liberal y solamente quiero que esté aquel que tenga ganas de estar. No voy a encadenar a nadie. Él decidió con argumentos muy válidos irse de Avanza Libertad y le está yendo bárbaro.

– El fin de semana Milei trató a Ricardo López Murphy de traidor y delincuente. En un momento parecía que eran descalificaciones contra usted.

Soy precandidato a presidente, quiero presidir la Argentina, quiero conducirla. No me voy a prestar a ningún juego de difamación, ni de agresión. Fuera… quiero discutir los problemas que tiene la gente, que son gravísimos. Nunca voy a tratar de contestar a agravios.

– La última vinculada a Milei. Él impulsa “el plan motosierra” de ajuste del Estado, dolarización, eliminación del Banco Central. ¿Se puede llevar adelante estas ideas en soledad, sin ese transatlántico que usted dice que es Juntos por el Cambio?

En soledad no se puede hacer. En Argentina seguro que no se puede porque nuestro sistema de gobierno, que está en el primer artículo de la Constitución Nacional es un sistema representativo, republicano y federal. Es un sistema de alta complejidad, porque el pueblo no gobierna sino a través de sus representantes, es representativo; es un sistema republicano, porque hay división de poderes, con Ejecutivo, Legislativo y Judicial; y también es un sistema federal, con autonomías de las provincias. Un sistema que requiere muchísimo acuerdo.

En la etapa de soledad yo sabía que no iba a ganar la presidencial en el primer año que aparecía en mi vida en la política -de cero a presidente la probabilidad es cero- pero en esa etapa el objetivo era sembrar la semillita. Ahora la semillita ya es una planta que tiene un gran cuerpo y hay que pasar de lo testimonial al poder. Cuando ya hablamos de poder ahí se requiere -dado este sistema representativo, republicano y federal- de mucho acuerdo, mucha conversación, mucha persuasión, de mucha evangelización.

Pero no evangelización, acuerdos, conversaciones para perder el tiempo, sino para convencer al otro que lo que uno piensa es mucho mejor de lo que piensa el otro. Es complejo hacer una transformación en soledad.

– Vayamos a las ideas y este “plan motosierra“ que plantea Milei. ¿Es posible?

Argentina tiene que hacer cosas sí o sí, si no quiere terminar mucho peor de lo que está. Argentina ya es casi un país que es una villa miseria, tenemos la mitad de la población pobre, 60 por ciento de los chicos pobres y que no tienen comprensión de texto. Es un país que bordea y tiene ya toques cubanos, venezolanos. Aunque no es ni Venezuela ni Cuba, todavía como un todo, pero sí tiene toques cubanos y venezolanos.

Hay que hacer un montón de reformas, que es copiar lo que hacen otros países donde la gente vive bien. En eso de copiar, hay cosas muy evidentes que hacen los países donde la gente vive bien: comercian con el mundo, la primera cosa, que es crítica. Vos le vendés algo a tu empleador, yo le vendo algo a mis clientes y todos le vendemos cosas a alguien que no hace lo que nosotros hacemos.

Argentina tiene que plantearse el comercio y no esta cosa estúpida que es la sustitución de importaciones, que es un pescado podrido que hay que tirar a la basura. El peor pescado podrido que la sociedad argentina se compró es el proteccionismo industrial, que nos ha transformado en un país, con una minería destruida, petróleo destruido, turismo destruido, economías regionales destruidas, agro destruido y un calzoncillo valiendo como un BMW o un auto valiendo como un transatlántico. Esta es la primera gran reforma que hay que hacer.

La segunda gran reforma es la del Estado. La gente no da más de pagar impuestos, hay que reducir el Estado y bajar impuestos. Y la tercera, es la reforma laboral: nadie va a contratar gente con estos costos laborales y este sistema indemnizatorio.

Después, una vez que uno tenga todo eso funcionando, va a tener inflación internacional y usted podrá dolarizar, adoptar el euro, el real. Pero hasta tanto Argentina no salga del proceso adictivo al populismo que tiene, pasando por un síndrome de abstinencia grande, no tiene ninguna chance que le aguante un sistema monetario.

Discutir el sistema monetario, dolarización o el euro o el real puede ser la frutilla del postre, nunca el plato principal. El plato principal son las reformas que hay que hacer que son ponerle la generación que quieras, son de sentido común, más que de primera o segunda generación.

– Ni plan motosierra ni dolarización, lo resumo.

Son títulos. ¿Qué es el plan motosierra?

– Recortar 10 o 15 por ciento el gasto público. Sencillo.

Sí, hay que recortar 15% del gasto público, ahora hay que hacer una reforma laboral, abrirnos al comercio. Esto no es solamente destruir o dinamitar, es cortar y empezar a reformar, reconstruir a la Argentina. No se trata de cortar con “plan motosierra” el gasto público, dinamitar el Banco Central, hay que hacer una reconstrucción de la Argentina, cambios en las leyes laborales, cambios en el Estado, reducción del gasto público.

Javier Milei viene creciendo fuerte en las encuestas. (Foto: Franco Fafasuli)Javier Milei viene creciendo fuerte en las encuestas. (Foto: Franco Fafasuli)

– ¿Se pueden aplicar esas ideas que impulsa Milei?

Un aspecto son los temas de fondo y otro son las formas. Prefiero enfrentarme solamente cuando es necesario. Por ejemplo: vamos a hacer una reforma laboral ¿pero por qué? Porque me parece increíble que haya dirigentes sindicales que se precien de tales cuando no quieren reformar leyes laborales que, entre otras cosas, causan que la mitad de los trabajadores estén en negro. ¿Cómo te considerás sindicalista si los “clientes” tuyos trabajan en negro la mitad, ocho millones de personas? Estoy dispuesto a enfrentarme con sindicalistas que no quieren hacer una reforma laboral, porque no puedo tolerar que alguien se llame sindicalista y acepte 50% del trabajo en negro, completamente precarizado sin ningún derecho social. Y trato de persuadir a los sindicalistas que más o menos entienden que algo hay que hacer. Como en la vida, prefiero concentrarme en aquellos enemigos que son casi irreductibles e ir por ellos.

Este tema del sistema monetario creo que no tiene ningún sentido discutirlo hasta que no se hayan hecho todas las reformas de sentido común, que yo hablaba antes -no tanto de primera, segunda o tercera generación-, sino reformas de sentido común, que son las que te van a permitir lograr una inflación internacional. Ese día, podés elegir cualquier sistema monetario: dolarización, euro, real o el peso.

Yendo a la discusión que planteás, prefiero que Argentina tenga su Banco Central, que emita su moneda, porque a mí me parece poco serio hablar de que somos un país sin que pueda emitir su moneda. Es como decir “soy adulto, pero uso todavía pañales, porque me hago pis encima”. O sos adulto o una criatura que se hace pis. Un país que se precie de tal, que tenga orgullo de ser país, tiene que tener moneda propia. Además, los países que no tienen monedas son países que son la nada misma.

Antes de discutir el sistema monetario -esto me parece crucial- Argentina tiene que hacer reformas de sentido común, lograr inflación internacional y ese día, si querés, discutimos otro sistema monetario. Prefiero quedarme con lo que tiene el 95% de los países del mundo: un Banco Central que emite moneda de manera responsable para que no haya inflación.

Decir que no hay inflación es decir que el dinero puede comprar cosas, que no se te derrite como un helado bajo el sol en verano. Decir que no hay inflación o baja inflación es decir que el dinero tiene poder de compra. Para que el dinero compre cosas hay que reducir la oferta o aumentar la demanda del dinero: reducir la oferta es cero emisión monetaria para financiar el Estado y aumentar la demanda es darle credibilidad a la Argentina. La credibilidad te la dan estas reformas de sentido común y luego tenés que agregarle la decisión de que no se emita nunca más dinero para financiar al fisco. Tan simple como eso.

– Le pregunto sobre el cepo, el dólar. ¿Hay que levantarlo apenas arranque el próximo gobierno?

Los gobiernos cambian, pero la gente sigue viviendo en la Argentina y el país sigue siendo el mismo. Lo que los gobiernos tienen que hacer es empezar a pavimentar el camino que va a tener que recorrer el próximo gobierno. Los gobiernos deberían tener una mínima cuota de estadista y pavimentar el camino para el próximo gobierno.

Ahora voy a lo del cepo: este gobierno tiene que pagar el costo político, económico y social del desastre que hizo y que está haciendo con el cepo, con el dólar, con los 400 tipos de cambio que tiene Argentina, con Precios Cuidados, con Precios Justos, con tarifas pisadas, precios pisados. Esto lo tiene que blanquear el gobierno de Alberto Fernández, que tiene que eliminar el cepo, empezar a ajustar tarifas y tiene que liberar todos los precios que está controlando hoy. ¿Por qué? Porque la lucha contra la inflación ya la perdió, por lo tanto ya que la perdió, que haga algo para ayudar al próximo gobierno, que va a gobernar a los mismos argentinos que está gobernando y perjudicando.

La liberación total de todos los precios que yo hablo -tarifas veremos cómo se ajustan- pero que desaparezca Precios Justos, que desaparezca lo que era Precios Cuidados, que todos los meses un colegio o un laboratorio tenga que pedir permiso por cuánto aumentan los medicamentos, el cepo tiene desaparecer.

Para que esto no implique un “Rodrigazo”, hay que hacer varias cosas: al mismo tiempo de eliminar el cepo y eliminar todos los controles de precios y precios subsidiados, el presidente tiene que anunciar por cadena nacional que el Banco Central deja de emitir dinero para financiar al fisco. El gobierno emitió en las últimas tres semanas casi 500.000 millones de pesos para financiar el Estado.

El Estado se debería arreglar con los impuestos que recauda hoy y si no con deuda pública o que baje el gasto. Para que eliminar el cepo no implique un “Rodrigazo” -o una explosión de precios- el gobierno tiene que congelar el gasto público en pesos corrientes.

Negociación. Las autoridades del FMI negocian con Massa un desembolso que le permita a la Argentina reforzar sus reservas.Negociación. Las autoridades del FMI negocian con Massa un desembolso que le permita a la Argentina reforzar sus reservas.

Es eliminar el cepo, congelar el gasto, que el Banco Central no emita más pesos, y que el Fondo Monetario empiece a discutir con el gobierno y con la oposición mínimas pautas del nuevo programa. Porque este programa está caído, por eso el gobierno está pidiendo un adelantamiento de los tramos que no se desembolsó. Con apoyo político de la oposición para estas medidas durísimas, el FMI puede ser que ayude con algo de plata y que el aterrizaje sea menos doloroso del que va a ser.

– Imposible. Un programa de ese tipo lo veo imposible.

Esto es lo que debería hacerse porque, como político que está al servicio de la gente, tengo que hacer propuestas pensando en lo menos malo para la gente. Y lo menos malo es que este gobierno empiece a pagar los costos del desastre que hizo, con alguna anuencia de la oposición para que el Fondo te adelante un desembolso que le estamos pidiendo de un programa caído. Es muy difícil que el Fondo adelante toda la plata, del tramo que falta, sin un acuerdo mínimo con la oposición, y desde la oposición le decimos al gobierno: pague los costos del desastre que usted hizo, nadie generó ese desastre salvo usted.

¿No lo va a hacer? Si el gobierno Alberto Fernando va a seguir con este mamarracho, este delirio que muchas veces se le criticó en el pasado a los supuestos liberales de José Alfredo Martínez de Hoz, a los liberales de la Convertibilidad, diciendo “aumentan la deuda externa para mantener un dólar artificial”. Están incurriendo en el mismo error que estos gobiernos populistas criticaron, de supuestos gobiernos liberales diciendo “están endeudándonos para mantener un dólar artificial”. Están endeudando externamente para mantener un cepo y un dólar artificial. Una verdadera irresponsabilidad.

– ¿Estamos cerca de una hiperinflación?

No. Una hiperinflación es 3% de inflación por día. Estamos teniendo 8% y vamos a 10, 12 o 15% mensual. Estamos lejos todavía.

– ¿No hay riesgo de que se espiralice la inflación?

Sí, yo creo que se va a espiralizar la inflación, pero una híper es 3 o 4 por ciento por día. Se tiene que espiralizar al infinito para eso. Recordemos además que cuando Argentina tuvo una hiperinflación, hubo una desaparición total del poder político. No había gobierno. Hoy no veo eso.

– ¿Sergio Massa qué papel está cumpliendo ahora y como ministro qué valoración tiene para usted?

Massa está para que la mecha de la bomba que el kirchnerismo armó se estire lo máximo posible hasta el nuevo gobierno. Por eso digo que esto no hay que permitirlo porque, más allá de los costos políticos al divino botón que va a pagar el nuevo gobierno, si esta mecha no se corta ahora, cuando uno tiene la olla muy a presión, el día que explote la olla, cuanto más tiempo estuvo a presión va a explotar peor. Pienso en la gente, no en la especulación política. Quiero que este gobierno pague los costos, porque es justo que los pague, porque llamaron a este desastre, y porque creo que cuanto más tiempo pase poniéndole presión a la olla es peor para la gente.

– ¿Y si tuviera que calificarlo a Massa como ministro?

Me parece muy mal ministro.

– Planteó en las últimas entrevistas que hay que achicar el Estado. ¿Por dónde empezaría?

Hay que hacer una reforma muy profunda y tiene que empezar por la reducción de ministerios, que es el Poder Ejecutivo, siendo presidente uno lo puede hacer relativamente fácil. De 20 ministerios a digamos 8, como hemos tenido históricamente.

– ¿Afuera el Ministerio de la Mujer?

Sí y muchos otros. Hay que hacer un Ministerio de Economía muy fuerte por la gran reforma que hay que hacer. Luego, además de la Administración Pública Nacional, hay que hacer una gran reforma del sistema previsional.

– Hagamos un punto ahí. Cuando habla de cerrar ministerios o achicar ministerios, me imagino que también implica desvincular gente, porque cada uno de esos ministerios tiene gente ¿cuánta gente hay que despedir, hay que sacar del Estado?

En el Estado Nacional hay cerca de 800.000 empleados. Con la mitad alcanza.

– ¿Hay que echar a 400.000 personas?

Sí. En el Estado nacional. Hay que echar un millón, aproximadamente, entre provincias y municipios. Son todos ñoquis.

– Repítame eso, por favor.

¿Usted quiere tener un gran país o no?

– Sí. Todos queremos.

Bueno, ok. Entonces acá va a haber que pasar por un síndrome de abstinencia. El síndrome de abstinencia es que el Estado tiene que ser achicado, porque el Estado no está para generar empleo o militantes, está para devolverle a la gente que paga impuestos la plata que paga de impuestos, con educación pública, salud pública, diplomacia, justicia, defensa y seguridad.

Los estatales son de los sindicatos que mayor movilización tuvieron durante el gobierno de Macri. (@ATE_PromSocial)Los estatales son de los sindicatos que mayor movilización tuvieron durante el gobierno de Macri. (@ATE_PromSocial)

– Llega el gobierno de Juntos por el Cambio que preside José Luis Espert..

No, no. El gobierno que preside José Luis Espert.

– ¿Llega al gobierno de Juntos por el Cambio que preside José Luis Espert y dice: “Hay que echar 400.000 personas”?

Sí, porque hay que reducir los ministerios a menos de la mitad. Otro tema en el que es importante avanzar es en el tema de los ñoquis, punteros y militantes que hay dentro de las provincias y dentro de los municipios, en este millón de puestos públicos, los cuales se van a tener que hacer cargo gobernadores e intendentes municipales. De nuevo: es una cosa inadmisible, no entiendo cómo los argentinos toleramos que el Estado sea utilizado como botín de la política para hacer política.

– Me cuesta pensar en cómo se sostiene políticamente despedir a cuatrocientas mil personas. Es una duda.

Yo me pregunto cómo este país se ha sostenido políticamente con 8 millones de trabajadores trabajando en negro, con cientos de empresas que han desaparecido del sector privado, con millones de empleos privados que se han perdido. Porque los 25 millones de cheques que se pagan mensualmente para planes sociales, implica a una familia tipo promedio de cuatro o cinco personas, hay 5 millones de adultos que reciben planes sociales.

Digo en campaña que acá sobran 1.400.000 empleos públicos. Digo en campaña que hay que cerrar Aerolíneas Aerolíneas. Yo digo en campaña que hay que privatizar todas las empresas públicas que sean superavitarias. Digo en campaña que hay que darle cero peso a las organizaciones sociales. Yo digo en campaña, que hay que cambiar todas las leyes laborales, promoviendo la descentralización en la negociación colectiva, promoviendo la democracia sindical, terminando con el unicato sindical, terminando con la ultraactividad, terminando con el hecho que se cobre, aunque no estén afiliados a los sindicatos, la cuota sindical Estas cosas hay que decirlas en campaña para que la gente decida votarlas o no.

– ¿YPF?

Privatizada.

– ¿AySA?

Privatizada.

– ¿El Correo Argentino?

Privatizado.

– ¿Los trenes?

Diría los trenes básicamente privatizados y subsidiados si hay destinos en los cuales no llegan.

– Sería volver a los 90.

No. En los 90 era “ramal que para ramal que cierra”. No es eso. Estoy diciendo: trenes privatizados pero a destinos que no se llega será subsidiado. Lo mismo que los vuelos. Aerolíneas Argentinas cerrada, más cielos abiertos y que vengan todas las aerolíneas que quieran volar a Argentina.

– ¿Cómo va hacer para cerrar Aerolíneas?

Pero hay que hablarle a la gente. Aerolíneas costó 100 hospitales públicos de alta tecnología en los últimos 10 años, porque Argentina perdió 10.000 millones de dólares en diez años. Nosotros le subsidiamos el pasaje a gente que si vuela en una aeronave podría pagárselo y le estamos quitando hospitales a los pobres.

Aerolíneas Argentinas es la empresa de bandera.Aerolíneas Argentinas es la empresa de bandera.

– Con el tema de la jubilaciones ¿hay que volver a las AFJP?

Podemos volver a un sistema de capitalización y puede ser que sea dentro del Estado o fuera del Estado con las AFJP. Pero acá lo central es que el Estado tiene 12 puntos del Producto Bruto del gasto en jubilaciones cuando, en realidad, por la edad que tiene esta sociedad debería gastar la mitad, 6 puntos. ¿Por qué es así? Porque hay un verdadero descontrol absoluto en materia jubilatoria: hay 52 regímenes diferentes de jubilaciones.

Uno tiene el régimen general y después tiene como 50 cajas aparte: la de los policías, las Fuerzas Armadas, maestros, médicos, ingenieros. Cada una tiene su edad para jubilarse, su aporte. Acá hay que uniformarlo a esto y el descontrol es el que genera no el sobre gasto, sino la ineficiencia en el gasto.

Este es el concepto: tiene que haber un régimen general, con una jubilación mínima y que después la gente aporte lo que quiera, durante el tiempo que quiera y que se jubile con lo que quiera. Y no nos mintamos más, porque el régimen general te pone como mínimo 30 años de aportes, pero como nadie llega a los 30 años de aportes, nos pasamos haciendo moratorias para que lleguen a los 30 años de aportes. Por qué no dejamos de mentirnos y decimos: nadie aporta 30 años, que la gente aporte lo que quiera y se jubile con lo que quiera. ¡Démosle esa libertad, esa caramba!

– ¿Ahora eso implica aumentar la edad jubilatoria, por ejemplo, también?

Claramente implica aumentar la edad jubilatoria. Si es que nos mantenemos en un régimen de reparto. Pero si no, la gente puede jubilarse a la edad que quiera si hacemos un régimen de capitalización.

– ¿Pero qué piensa José Luis Espert? ¿Hay que reformar el sistema previsional y volver a las AFJP y aumentar la edad jubilatoria?

No. Yo ya dije. AFJP son administradores de fondos de pensión privada. Vos podés hacer un sistema de fondo de pensión estatal, podés tenerlo. Eso es un tema de segundo orden, ahora el tema de primer orden es que acá tenemos que emprolijar todo el sistema provisional primero, antes de pensar en AFJP privada o estatal. Lo que sí creo yo es que el sistema tiene que ser de capitalización, a la larga por lo menos.

– ¿Y con los planes sociales?

Hay que hacer una auditoría y plan social trucho hay que darlo de baja.

– ¿Qué es el plan social trucho?

Hay gente que está robando con los planes sociales. Dice que lo necesita cuando, en realidad, tiene su trabajo. Es un plan social trucho y es robarle al que necesita el plan social, robarle al contribuyente que paga impuestos. Hay que hacer una auditoría, quedarte solo con los planes sociales bien dados, en el sentido de que hay detrás un oficio que se perdió, un comercio que cerró, una industria que desapareció, pero ese plan bien dado hay que condicionarlo en el tiempo -porque no puede ser toda la vida- y condicionarlo a que la persona termine la primaria, la secundaria y se terminó las dos, que se capacite.

Además, ese plan social, para que pueda terminar en un empleo formal hay que darle una zanahoria al empresario, que es por ejemplo, si un plan social no paga contribución patronal que el empresario que contrata a un beneficiario de planes no pague contribuciones patronales durante equis años. Y a las organizaciones sociales hay que darle cero pesos.

– Y con la Asignación Universal por Hijo.

Son parte de los planes sociales. Yo haría una uniformización total de los planes sociales. Uno le da un subsidio a la familia que no está condicionado a la cantidad de hijos que tenga, si está condicionado en el tiempo y a la actividad o la enseñanza que adquiera. Se tienen que uniformizar todos los planes sociales: tiene que haber uno solo.

– Con los Moyano, los Baradel, con el sindicalismo combativo kirchnerista ¿cómo piensa que hay que relacionarse?

Tendrán que ajustarse a la ley. Hay que entender que la ley se aplica. Hay una Constitución, hay un Código Penal. En el artículo 14, la Constitución dice libertad de empresa, libertad de circulación y eso está penado, si se viola, en el Código Penal. En el Código Penal dice que eso está reprimido con cárcel, y por lo tanto eso es lo que vamos a aplicar: la ley contra aquellos que la violenten. Se acabó esta joda de que se cortan las calles todos los días o que Moyano cuando no le gusta algo de una empresa va y la bloquea: eso es delito, eso va a estar penado y aplicaremos la ley.

– ¿Van a ir a buscar a Moyano si hay un corte de Camioneros?

Sí.

– ¿Lo van a meter preso a Moyano?

No es que lo vamos a meter preso a Moyano. Vamos a meter preso a Moyano y a cualquier sindicalista que viole la ley. Violar la ley es impedir que una empresa saque los productos de su centro almacenamiento, eso es violentar la Constitución, nuestra Carta Magna, nuestra Carta Fundamental.

– Lo escucho y pienso en que Aníbal Fernández dijo que si se aplican esas reformas van a haber sangre y muertos en las calles.

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Retirada de Grabois de la estancia de Joe Lewis

También Juan Grabois dijo que estaba dispuesto a dar sangre. La verdad que le echaron agua fría con un grifo en el Sur y salió corriendo, así que sobre estos bravucones nada. No me voy a prestar a estas cosas de bravucones, me parece poco serio y además lamento que un ministro como Aníbal Fernández ya esté anticipando algo que luce medio golpista. Y aparte la sangre se derrama por culpa de los Aníbal Fernández y los Grabois de esta vida. ¿Porque Aníbal Fernández es ministro de?

– Es ministro de Seguridad.

¿Y qué pasa con la seguridad en Argentina? Todos los días tenemos inocentes muertos, eso es sangre. ¿Qué tenemos en Rosario? Verdaderas balaceras a diario y tomada por los narcos, eso es sangre a diario. Así que el que derrama sangre es Aníbal Fernández. La oposición vamos a evitar que siga el derramamiento de sangre de inocentes. Iremos contra los violentos. Iremos contra los que no respetan la ley. Para los liberales de Avanza Libertad la carta de navegación es la ley. La ley empieza por la Constitución y sigue por los Códigos y el Código más importante después de la Constitución, es el Código Penal. Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada.

fuente: infobae

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