Si a River ya le resultaba incómodo jugar un Superclásico cuatro días antes de la final de la Copa Argentina, haber perdido contra Boca provocó un fastidio indisimulable de cara al encuentro frente a Rosario Central. Y movió los cimientos del Monumental. A tal punto que en esos 90 minutos en Córdoba, el equipo de Núñez se juega mucho más que un título. Hasta la continuidad de Marcelo Gallardo podría depender del resultado en el Mario Alberto Kempes.

La suculenta derrota del domingo dejó secuelas en el mundo Millo nario. Por más que haya revancha enseguida y que esté latente la posibilidad de conseguir un título, una derrota ante el rival de toda la vida, por goleada, y en el Monumental, no es gratuita. Lo saben todos. Por eso, la necesidad de abrazar esa Copa el jueves se potenció. Es que, si eso sucede, a River le permitirá olvidar rápidamente lo del domingo y enfocarse en el principal objetivo del año que viene, la Copa Libertadores. En cambio, con un escenario de derrota, el combo sería letal. Además de tener un mal cierre de 2016, se quedaría sin copas internacionales para 2017 y en el torneo local está lejos (a nueve puntos del líder, justamente Boca). ¿Dónde encontrará la motivación Gallardo para continuar hasta diciembre del año que viene, cuando finaliza su contrato con el club?

“Me he sentido raro en este semestre por no tener competencia internacional entre semana. Extrañé esos partidos”, aseguró el entrenador de River hace pocos días. Y esa puede ser una de las claves que marque su futuro. Quienes más lo conocen al Muñeco aseguraban, hasta hace quince días, que su intención era quedarse en el club hasta el final de su vínculo, pasara lo que pasara. Sin embargo ahora, según pudo saber Clarín, ya no lo afirman. Y se muestran dubitativos. “Si pierde la final de la Copa Argentina no sé cuál será su decisión”, confió una persona muy cercana al entrenador. La misma fuente sí aseguró que en caso de ganarle a Central continuará en su cargo.

Esta situación puso en estado de alerta a los dirigentes, aunque ellos confían en que 2017 arrancará con Gallardo al frente del plantel en la pretemporada de Estados Unidos, que ya está planificada.

En los últimos días se especuló con que al Muñeco le llegaría una importante oferta desde Francia. De todos modos, si se va, su decisión no estará directamente ligada a la chance de dirigir en Europa. El sabe que más temprano que tarde le llegará esa ocasión. “El día que decida irme, pararé para ver cuál es el próximo paso que voy a dar”, manifestó el técnico del conjunto Millonario. Es decir que, como en sus épocas de jugador, va a poner la pelota bajo la suela antes de tomar una determinación. Entonces, una eventual salida estaría más vinculada a la vorágine del día a día. “Es difícil mantenerse en el fútbol argentino”, manifestó el estratega de Núñez. Y añadió: “Se analiza y se critica en base a los resultados de cada partido”.

En la conferencia de prensa posterior al Superclásico, ante los cuestionamientos de la variante de Iván Rossi por Andrés D’Alessandro, Gallardo alegó que esas críticas se hacen en base al marcador final. “Con el resultado puesto, dirán que ‘no era el cambio’. Si nos ganaban con Andrés en cancha, iban a preguntar ‘¿por qué no lo sacó?’’’.

Unas horas después, el técnico puso una curiosa frase en su perfil de WhatsApp. “Que la noticia no tape la historia”, escribió el entrenador. Sea cual fuere la noticia, hay una certeza: más allá de lo que pase en Córdoba, Gallardo, por sus cinco títulos internacionales, ya está en la historia de River.

Fuente: Clarín

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