—¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace vestido de Manosanta? ¿Acaso se dedicará al curanderismo?
—No, mi estimado. Más bien me dedicaré al arte de la adivinación política.
—¿Política?
—Sipi.
—¿No me diga que está más agrandado que galleta en el agua por acertar en los resultados de las elecciones?
—Sipi, en especial por el último resultado.
—¿Cuál resultado?
—El que todos esperaban, el de la Intendencia capitalina.
—Ah, sí. Ganó Rossana Chahla nomás…
—Así es, el Loco Monedita quedó llamando por teléfono sin que lo atiendan.
—¿En dónde no lo atienden?
—En Buenos Aires lo pasan directamente al buzón de mensajes.
—¿Se dio cuenta el pelao Larreta?
—Sipi, pero con el diario del lunes.
—Así es fácil.
—Claro, pero no se imagina la cantidad de dirigentes y referentes que le advirtieron que el Loco Monedita era un ancla en la fórmula.
—¡Pobre Sánchez!
—Ya lo dijo Jaldo, él también se equivocó.
—¿En qué?
—En la valoración del proceso electoral.
—¿Cómo es eso?
—Creyó que era una carrera de velocidad, pero en realidad era de resistencia.
—¡Está tremendo Jaldo!
—Y no es para menos, les dio una verdadera paliza a los opositores, con suspensión de las elecciones y todo.
—¿Qué pasará con Manzur?
—Más allá de que integre o no la fórmula presidencial, tiene una proyección y un protagonismo nacional garantizado.
—¿Usted cree?
—Fui el segundo en decirlo y lo sigo sosteniendo.
—¿Quién lo dijo primero?
—Diario Cuarto Poder.
—Lo felicito. ¿Quiere que comamos algo ahora?
—Espere que ya viene Manuel Rivas para que celebremos la distinción como Escritor del Año.
—¡Qué buen gesto el de celebrarlo!
—Mejor gesto será el suyo que pagará el almuerzo de los tres.
—¡¡¡Ya me jodió de nuevo…!!!