Letras de Fuego / Entrevista / Por Manuel Rivas* / Siempre es un placer entrevistar a una autora que es animadora cultural del NOA, como Nancy Olivera, con quien charlamos de sus actividades, su modo de ver la escritura y sus proyectos.
—¿Cómo la encuentra esta mitad de año en la actividad literaria?
—Estoy recogiendo mi siembra. Quiero decir que los trabajos enviados el año pasado para tres antologías ya han dado sus frutos. Antes de ir a Buenos Aires, el 26 de abril presentamos Vivencias II, la cuarta antología del Grupo Cultural Amigos del Arte (GRADA), de Libertador General San Martín. Además, ya están listas para ser presentadas otras dos antologías en las que se incluyen mis trabajos. La que se presentará el próximo sábado 24 de junio es “Senderos de la memoria II”, en la que el grupo Ahora o nunca, de San Salvador de Jujuy, ha seleccionado textos de nueve escritores jujeños referidos al registro de anécdotas, imaginaciones, hechos cotidianos, errantes, creativos, pasados, presentes, patrióticos, que rescatan la identidad de Jujuy. Recibir la invitación para integrar esta antología de parte de la escritora Susana Quiroga fue para mí un honor y la certeza de que Jujuy me ha adoptado como propia. Soy la hija del corazón de Jujuy. Me siento ledesmense. De todos modos, estoy también muy orgullosa de ser santiagueña, de La Banda, donde nací. La tercera antología es la que se presentará en septiembre, en Santiago del Estero, en este momento está en proceso de edición. Mis amigas, profesoras de Lengua y Literatura de Santiago, con las quienes compartí el estudio de la carrera, me invitaron a integrar la antología que el grupo SUMMA, colectivo de arte, la está preparando con motivo de festejar sus años de existencia. Esta invitación es más que significativa para mí por cuanto me ha permitido volver a mis raíces, a mis amigos santiagueños y mi lugar de nacimiento. Me emociona saber que pronto estaré por “mis pagos” presentado un libro junto a personas muy queridas. Además, estoy trabajando en la selección de cuentos para preadolescentes, próximo libro, y en la segunda parte de Tuka.
—¿Qué balance hace de la presentación de “Cuentos de selva urbana en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires?
—Las experiencias vividas te hacen comprender que vale la pena vivir. No hay sacrificio ni obstáculo ni pesar, que no se pueda superar, cuando te encuentras con personas que hablan tu mismo “idioma”, es decir tienen tus mismos intereses y disfrutan de la literatura tanto como uno mismo. En Buenos Aires, en el contexto de la feria, viví situaciones trascendentes para mí como persona y como escritora. ¡Me compraron libros! Eso es un logro inmenso cuando tienes tantas limitaciones para difundir tus textos desde el interior. Conocí a personas muy interesantes como Romi Carrizo, Marx Bauzá y Daniel Posse quien muy gentilmente me ofreció realizarme una entrevista en su página digital DEP Comunicación. Fue maravilloso. En pocos días viví experiencias intensas y reconfortantes. Por otro lado, también en mi ciudad fui muy bien recibida y hasta me halagaron con la invitación a un programa, “En primera persona” del canal 5 local, para hablar sobre mi biografía. Fue una sorpresa y un regalo para mi alma. Los Cuentos de Selva urbana han dado mucho que hablar. Colegas docentes han trabajado el libro con los estudiantes de secundaria no sólo en Libertador General San Martín sino también en San Miguel de Tucumán. Esto último, gracias al licenciado Miguel Ángel Figueroa, quien presentó el libro en el Mayo de la Letras. Con él y con Manuel Rivas estoy en deuda por el apoyo y el aliento que continuamente me brindan.
—¿Por qué cree que esos cuentos tienen buena recepción en el público adolescente?
—En relación a esta pregunta debo decirte que he tratado de pensar los cuentos haciendo uso de un vocabulario simple, cotidiano, accesible a todo lector, pero más precisamente acercándome a los códigos de los jóvenes. La mirada con la que he construido cada personaje del libro trata de presentarlos desde una desnudez de alma que, tal vez, impacte por su dureza, pero que tanto a los jóvenes como a los mayores no solo los impacta, sino que los emociona, los conmociona. Creo que en el libro cada personaje llama a empatizar con él y su historia. Es lo poco que puedo decir porque habría que hablar con quienes hayan leído los cuentos de esta Selva urbana para ver qué les pareció a ellos.
—¿Sus producciones le han dado alguna satisfacción inesperada?
—Sí, muchas. Para mí es grandioso percibir que, después de leer uno de mis cuentos, el auditorio se emocione, lagrimee, se ría y me aplauda con ganas, no por compromiso. Eso es lo principal. También, que me inviten o convoquen a participar de tantas antologías me produce una satisfacción interior indescriptible. Por ello, me siento muy agradecida. Ese reconocimiento de los otros escritores, que no son precisamente mis amigos, que me han conocido a través de mis textos me parece un premio invalorable. Finalmente, debo reconocer que, cuando puedo constatar que mis textos llegan al público adolescente y gustan, me siento totalmente recompensada.
—¿Cómo trabaja las narraciones? ¿Tiene un método predeterminado?
—No tengo método predeterminado. Sí, reconozco que cuando un tema me impacta, busco construir un personaje. Luego, pienso, largo y tendido, (sonríe con algo de picardía, como si no revelara la receta secreta del todo), cómo usará la palabra ese personaje o cómo lo contará el narrador, es decir, construyo tanto al personaje como al narrador. Trato de despojar mi escrito de mi mirada personal. No escribo como Nancy, escribo con las palabras, con la voz y la visión del personaje o del narrador. Yo, con mi mirada, mis valores, formación, me borro. Son ellos personaje y narrador quienes hablan, viven, sufren o se divierten en mis textos. Yo, como persona que escribe, no sé si llamarme escritora, me parece mucho, sólo trato de disfrutar escribiendo. Lo que debo destacar es que siempre trato de construir un cuento o una historia breve, que no ocupe más de dos carillas. No me gusta que mis lectores se pierdan en vericuetos descriptivos o en datos innecesarios para el núcleo narrativo. A mí, los cuentos muy largos me aburren; por lo tanto, yo no quiero cometer el pecado de aburrir a mi lector.
—¿Se siente más cómoda en la narrativa o en la poesía?
—Desde los trece años escribo poesía. Lo sigo haciendo. Me produce una explosión de emociones cuando logro expresar un sentimiento o una situación en un poema bien construido. Pero, en este momento, disfruto mucho escribir cuentos.
—¿Qué incidencia tuvo en su escritura el Taller Repentista y el Mundial de Escritura?
—Muchísima. Tal vez, los Cuentos de Selva urbana nunca hubiesen visto la luz de la imprenta si no fuera porque participo del Taller repentista, en donde conocí a personas excelentes quienes a la vez son escritores de excelencia. Gustavo Díaz Arias e Inés Cortón me invitaron a participar de la segunda versión del Mundial de escritura. Desde julio del 2020, participo en los mundiales con grupo de personas maravillosas de las que aprendo mucho. El grupo del mundial es un espacio de amistad, de cariño, de responsabilidad y compromiso. Escribimos para no fallarle al grupo y lo hacemos con alegría. Escribir en cada versión del mundial es correr en una maratón, no tanto para ganar, que es muy importante, pero sí para cumplir con el desafío diario y personal de construir un texto de no menos de tres mil caracteres y, principalmente, para cumplir con los amigos. El nivel de escritores del grupo de los Eslabones te exige concentración, estudio y dedicación para no bajar “la vara” del grupo.
—¿Mantiene la vinculación de los tiempos de pandemia en el presente?
—Sí, justamente durante la pandemia, el grupo de los Eslabones, me atrevo a decir mi percepción, que creo es compartida, se mantuvo con una solidez que perdura en la actualidad. La virtualidad me regaló grandes amigos.
—¿Se anima de nuevo a la presencialidad? ¿Tiene ventajas sobre la virtualidad?
—Considero que ambas son buenas si las quieres usar bien. La presencialidad te permite el contacto de ojos a ojos con tu público lector. Te permite percibir la emoción, el desgaste de la atención o aburrimiento. Lo he visto durante toda mi carrera docente. Por otro lado, la virtualidad te permite la difusión de los textos, la llegada de la palabra a sitios que de otro modo no tendrías acceso. En ambos sistemas la responsabilidad es grande para quienes escribimos. Yo considero que hay que plasmar en el papel palabras con valor significativo que lleven a impactar en los lectores en su más íntima humanidad o, en muchos casos, a despertar su humanidad.
—¿Cuáles son sus fuentes de inspiración poética?
—El entorno cercano, el remoto, las vivencias diarias, las locuras diarias, el pasado, el presente, las incógnitas, en fin, la vida misma.
—¿Se puede hablar de una literatura del Noroeste Argentino?
—Siempre pensé que la literatura regional es, en sí misma, literatura nacional. Pero, siempre hubo quienes, priorizando la geografía, hablaron de Literatura regional o del noroeste, del litoral, etc. Para mí, la literatura es nacional sin importar en qué región se la produce. Es literatura argentina. Por supuesto, que tendrá, según la cultura del entorno en que se produzca, ciertos rasgos particulares como el vocabulario, ciertos temas, las características de ciertos personajes, el paisaje, etcétera; pero, es pura llanamente, literatura argentina. Los conflictos y los sentimientos, siempre serán universales, eternos.
—¿Quiénes son sus referentes literarios de la región?
—Es todo un tema. Hay en la historia de la literatura de Jujuy muchos nombres de repercusión nacional e internacional como José Murillo, Libertad Demitrópulos, que casualmente, son nacidos en las yungas, es decir en el departamento de Ledesma, al igual que Martín R. Galán. Choque Vilca, el tilcareño. Domingo Zerpa, Mario Busignani, Jorge Calvetti, Néstor Groppa, Andrés Fidalgo hacedores de la revista Tarja. También, es muy representativo Héctor Tizón. Quienes están publicando asiduamente en la actualidad, con temor y culpa anticipada porque seguramente me olvidaré de muchos, puedo nombrar a amigos como Susana Quiroga, Susana Aguiar, Ernesto Aguirre, Augusto Berengan, Isabel Zelaya, Mercedes Simón, Alejandro Carrizo, Sergio Zago, Ma. Eugenia Gasparovic, Francisco Romano Pérez, Pablo Baca, Fabián Víctor Borda, actual presidente de la SADE Jujuy, además de otros muchos escritores emergentes de esta rica zona creativa.
—¿Por qué considera que le cuesta tanto la difusión a los escritores del mal llamado interior del país frente a quienes residen en Buenos Aires?
—Porque estamos en los márgenes, escondidos y alejados del centro. Estamos opacados por el brillo de las grandes urbes. Es sabido que, en general, estamos limitados de recursos económicos. Las publicaciones que logramos realizar son costeadas por nosotros mismos o bien, en el caso de las antologías, nos organizamos en un “todos ponen”, te diría que las antologías son ediciones colaborativas. Así, fueron realizadas las cuatro antologías de GRADA, que es el grupo literario que integro desde su creación y en el estoy como integrante de su comisión directiva. En Buenos Aires, se cuenta con editoriales y medios de comunicación que tienen llegada en todo el país, eso ayuda mucho a la difusión y al conocimiento de los autores. Por suerte, en Tucumán, hay un diario digital muy conocido, este bello Diario Cuarto Poder, que se está dedicando a la difusión del arte norteño. Gracias, es poco decirle a su director, Manuel Rivas (sonríe por haber mencionado al entrevistador).
—¿Cuáles son sus proyectos a mediano y largo plazo?
—Por el momento seguir trabajando en la selección, corrección elaboración de las versiones finales de los cuentos para la futura publicación de un libro para estudiantes de nivel primario y en la organización de la segunda parte de Tuka. Ya tengo escrito los cuentos que continúan la historia de ese personaje. También, en un futuro, no muy lejano, me gustaría publicar un poemario con poemas de amor y erotismo. Además, hay idea que está revoloteando desde hace un par de años atrás en el grupo mundialista de los Eslabones, la publicación de una antología. Creo que, pronto, se concretará. La editorial ya está elegida es: Letras de Fuego. Seguro que la escuchaste nombrar (otra sonrisa por hablar con el director de la mencionada editorial en esta entrevista).
—¿Qué mensaje les dejaría a aquellos jóvenes o no tanto que quieren incursionar en la producción literaria?
—Yo siempre les dije a los jóvenes y a quienes quieren escribir en serio que sean buenos lectores, que estudien las técnicas narrativas o poéticas, según sus intereses de escritura, que pulan su habilidad, su don, que lo asuman como un trabajo y que, principalmente, disfruten escribiendo. Mi último consejo “de vieja” sería que nunca escriban “sin ton ni son”, que siempre traten de plantear temas con un sentido profundo que a los lectores los dejen pensando o sintiendo mucho y con ganas de seguir leyendo.
*Fundador y director de Diario Cuarto Poder. Profesor de Letras e Historia, periodista y escritor.
Datos de la autora
Nancy Olivera nació en Santiago del Estero en 1961. En 1983, se radicó en Libertador General San Martín, Ledesma. Jujuy. Docente jubilada.