El lunes y el martes, el Parque Nacional Iguazú será la sede del primer encuentro presencial de todos los socios desde diciembre de 2019, que no habían podido encontrarse por el contexto sanitario y las ausencias de algunos mandatarios. Si bien se continuarán con debates que se dieron en nuestro país en enero en el marco de la Cumbre de la CELAC, la importancia de este encuentro radica en revisar acuerdos comerciales contraídos como bloque regional.
Entre los desafíos del encuentro, se debatirá también la reincorporación de Venezuela y la integración como socio pleno a Bolivia, se planteará una agenda de reducción de asimetrías internas en los acuerdos comerciales y se revisarán los nuevos requisitos medioambientales que plantearon los países que integran el bloque de la Unión Europea, así como también sus resistencias a la importación de una serie de productos sudamericanos.
En su última referencia al tratado comercial con la UE, consagrado cuando coincidían las presidencias de Mauricio Macri y Jair Bolsonaro, el mandatario argentino Alberto Fernández aseguró que todos los países involucrados tienen la “voluntad de llegar a un acuerdo” pero que existen obstáculos que requieren de “un equilibrio en el que todos ganemos”.
Dentro del bloque del Mercosur, una de las principales posiciones negativas viene de parte de Uruguay, cuyo presidente Luis Lacalle Pou puja por un aperturismo irrestricto y solicita no dilatar más la ejecución del acuerdo comercial con las naciones europeas.
Además de los mandatarios de Argentina, Brasil y Uruguay, participarán el actual presidente de Paraguay, Mario Abdo, y el mandatario electo Santiago Peña, junto a Luis Arce (Bolivia) y funcionarios de los Estados asociados: Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam. Durante las dos jornadas de la cumbre también habrá una reunión entre los ministros de Economía y los presidentes de los Bancos Centrales de los países que integran en bloque.