La familia de la fallecida María Marta Arias se siente burlada por el proceso legal, hasta tal punto que optaron por no asistir a las audiencias, según lo mencionó su abogado, Mario Leiva Haro. Pablo Amín, quien asesinó a Arias, fue sentenciado a cadena perpetua por su crimen.
Amín, originario de Santiago, llegó a Tucumán a los 24 años para asistir a un congreso de Herbalife con su pareja. Después de sufrir varios incidentes en el centro de la ciudad y en la Catedral, alegando ser perseguido, fue llevado al hospital Padilla y luego liberado. Posteriormente, él y su pareja cenaron con amigos antes de retirarse a un hotel frente al parque 9 de Julio.
Brutal femicidio
Lo que siguió fue uno de los asesinatos más brutales en 25 años. Amín golpeó a su pareja hasta matarla, incluso le extrajo los ojos con un bisturí. Fue arrestado por la policía mientras arrastraba el cuerpo de Arias por las escaleras del hotel. Después de pasar varios meses en el hospital Obarrio, fue encarcelado y condenado a cadena perpetua en diciembre de 2009 por homicidio agravado.
En diciembre pasado, sus abogados defensores, Mariela Mayer y Álvaro Zelarayán, solicitaron salidas transitorias para Amín para fortalecer los vínculos con su nueva esposa e hija, quienes conoció mientras cumplía su sentencia. La jueza Ana María Iácono concedió la petición permitiéndole abandonar la prisión dos veces al mes, durante tres horas, con la supervisión de tres oficiales de prisiones y con control de pulsera.
El Ministerio Público Fiscal apeló la decisión. En una audiencia reciente, el juez Facundo Maggio respaldó la decisión pero añadió más restricciones, incluyendo la evaluación de salud mental antes de cada salida, y la presencia de custodios vestidos de civil para no traumatizar a la hija de nueve años de Amín.
A pesar de la polémica decisión, Amín no podrá solicitar libertad condicional hasta 2042, después de cumplir 35 años de condena. Sin embargo, puede pedir la extensión de sus salidas transitorias hasta esa fecha.
Críticas a la Justicia
Leiva Haro, abogado de la familia Arias, criticó la decisión judicial citando informes de profesionales que señalan a Amín como un individuo impulsivo y potencialmente peligroso, especialmente después de dejar su medicación en 2013. Su preocupación fue compartida por el auxiliar fiscal Gonzalo García, quien enfatizó la necesidad de proteger a las mujeres y a la hija de Amín.
Los abogados defensores, Mayer y Zelarayán, refutaron estas preocupaciones, argumentando que la conducta de Amín ha sido ejemplar durante su tiempo en prisión y que nadie puede garantizar que una persona no repetirá sus acciones pasadas. El abogado de la familia Arias, Leiva Haro, señaló que la única opinión profesional favorable provino del psiquiatra Ítalo Corrado, quien había declarado a Amín inimputable.
El representante legal de la familia Arias agregó: “en las audiencias que se realizaron por este proceso hizo el mismo acting que durante el juicio. Dijo que no recordaba cómo se llamaban los familiares de María Marta ni dónde vivía, cuando eso es imposible. Sienten que ya vivieron todo esto”.
“Ellos consideraron toda esta cuestión como una burla. Creen que de nada sirvió el dolor generó esta persona. Sienten que Amín se sigue burlando de ellos”, finalizó Leiva Haro.