Por primera vez en casi 20 años, Bolivia no abastecería con energía al norte y centro del país. Con esta obra, será reemplazada con gas de Vaca Muerta, que cuesta 70% menos.
La inauguración del gasoducto Néstor Kirchner fue tan solo la primera de una serie de obras que planifica el Estado para lograr el autoabastecimiento energético y exportar a la región, dado que Vaca Muerta cuenta con recursos para 150 años. El próximo paso será la obra conocida como la “Reversión del Gasoducto Norte”, que permitirá llevar gas a las provincias del centro y norte del país, y ahorrar u$s 3.500 millones por dejar de importarle la energía a Bolivia, que cuesta cuatro veces más. Lo que acaba de definir el Gobierno es cómo será el financiamiento y durante los próximos días se realizará el llamado a licitación.
Completado el gasoducto Néstor Kirchner, que lleva el gas desde Vaca Muerta hasta la provincia de Buenos Aires, el mayor centro de consumo, la próxima obra será la llamada Reversión Norte. Consistirá justamente en revertir la infraestructura existente para que el gas, en vez de ir desde Bolivia hacia abajo, vaya desde Vaca Muerta y hacia las provincias del norte. La expectativa oficial es que esté listo para el invierno del 2024.
Autoabastecimiento energético y ahorro de divisas
En una primera etapa, fuentes oficiales explican que la clave de esta obra tiene que ver con el autoabastecimiento energético. Esto es porque el contrato con Bolivia, que debería haber finalizado en 2026 porque fue firmado por 20 años, finalizará el 31 de diciembre de este año, porque el país vecino tiene sus cuencas en declino. Que haya gas en el norte del país es esencial también para la electricidad, dado que la generación eléctrica se realiza con centrales térmicas que requieren de gas porque no son duales (en cuyo caso podrían abastecerse de combustibles líquidos).
Cómo será el financiamiento
Lo que acaba de definir la Secretaría de Energía es cómo será el financiamiento. De momento, Massa había acordado con el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) un crédito de u$s 540 millones, que se aprobó en abril. Sin embargo, el costo total de la obra se estima en u$s 750 millones. Aunque en un principio se hablaba de que pudiera existir financiamiento de empresas del sector privado para complementar esos u$s 210 millones pendientes, la definición que tomó Energía es que lo financiará Cammesa, que es la compañía que administra el mercado mayorista eléctrico, que tiene participación pública y privada.
La resolución que se publicará en el Boletín Oficial establece que se hará a través de una operación de “crédito reintegrable”, con el dinero que dispone Cammesa de haber exportado energía eléctrica, y que lo tiene en un fondo de estabilización creado en 2021.
Luego, quedará pendiente el llamado a licitación, primero para los caños, y luego para las empresas constructoras, que se realizará en los próximos 15 días, según anunció Massa. Las obras consisten en: un gasoducto de interconexión de 36” de diámetro nominal y 123 km de extensión, desde la planta compresora “La Carlota” del gasoducto Centro Oeste, hacia la planta compresora “Tío Pujio”, sobre el Gasoducto Norte, 62 kilómetros de loops de 30” sobre el Gasoducto Norte, entre las localidades de Tío Pujio y Ferreyra, y obras de reversión de inyección de las plantas.
En el mediano plazo, esta infraestructura posibilitará que Argentina pueda exportar gas a 3 países de la región en primavera, otoño y verano: en una primera etapa al sur de Brasil y norte de Chile, y luego a Bolivia, por al menos u$s 4.000 millones anuales, según estimaciones de la consultora Gas Energy Latin America (Gela).