El protagonista se llama Ernesto Morales e ingresó a la fuerza hace poco más de un año. Lo más probable -aunque las imágenes dan cuenta de su sospecha- es que no supiera que su compañera lo estaba filmando. Mucho menos sabía que en cuestión de minutos ese video caería en manos del jefe de la Policía local Damián Salas, quien a su vez lo reenvió al secretario de Seguridad Gabriel Lamonico.
La secuencia completa se desarrolló en un lapso muy limitado pasado el mediodía de este domingo. Según explicó el propio Lamonico a Infobae, cuando tomó conocimiento de lo que estaba ocurriendo se pidió una orden de requisa a la UFI descentralizada. La fiscal a cargo, María Garrido, autorizó la solicitud y la fuerza policial fue en busca del acusado.
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En el lugar se secuestraron los restos de la cocaína que Morales había consumido, el hombre fue detenido y trasladado a la fiscalía. Allí se le inició una causa por infracción de la ley 23.737 de estupefacientes y horas más tarde recuperó la libertad.
En paralelo, la Policía se comunicó con la división de Asuntos Internos, que lo desafectó en el acto. Mientras el caso sigue por vía judicial, a nivel administrativo el Ministerio de Seguridad de la Provincia dio inicio a una investigación para definir el futuro del hombre.
“Vamos a pedir una medida ejemplar”, aseguraron desde Ezeiza y destacaron “el correcto accionar” de la denunciante. “Acá no hay ningún tipo de connivencia ni camaradería. Si hacés algo malo, te caen todas las de la Ley”, dijeron.