Este domingo, las urnas darán su veredicto. El lunes lo harán los mercados.
Cada elección nacional, sean internas abiertas o generales, tiene su propio balotaje. Y no hay que esperar dos o tres meses. Llega en cuestión de horas.
Este lunes 14 volverá a suceder. Y ocurrirá en un contexto de enorme fragilidad económica, agobio ciudadano, crispación política, desencanto y desazón.
Leé también: Bancos y consultoras profundizan el pesimismo para la Argentina a días de las PASO
¿Cómo leerán los mercados el resultado de una elección que tiene condimentos muy extraños?
¿El resultado será verdaderamente un dato cierto que nos permita anticipar o adivinar lo que ocurrirá en octubre?
Los encuestadores no tienen la fórmula para descifrar cómo votarán los electores.
Después de haber pronosticado durante meses que esta sería una elección de tercios, se sorprendieron con el pobre desempeño de los candidatos de Javier Milei en las provincias.
¿Podrá convertir la apatía y desgano del electorado en bronca contra la casta?
Tampoco pueden prever los efectos de la interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich: ¿El ganador le dará espacio al vencido o lo hará morder el polvo de la derrota?
¿El expresidente Mauricio Macri saldrá airoso con su velado apoyo a Patricia o un eventual triunfo de Larreta lo dejará dañado?
¿Alcanzará el precandidato de Unión por la Patria y ministro de Economía, Sergio Massa, un caudal electoral importante o quedará magullado?
Mucho menos se puede prever ni calcular cómo será el voto útil.
¿Cuántos electores kirchneristas votarán a Martín Lousteau en lugar de Leandro Santoro para que no gane Jorge Macri en CABA?
¿Cuántos votarán a Milei para frenar a Patricia Bullrich?
Hay muchas combinaciones posibles.
Por eso, los resultados de este domingo no serán definitivos en materia electoral, pero sí tendrán fuerza para precipitar un impacto económico el mismo lunes, cuando ya estén consolidados los datos de las PASO.
Cinco posibles escenarios económicos tras las PASO
Se pueden trazar decenas de escenarios posibles, con buena y mala repercusión en los mercados.
Puras hipótesis de trabajo, pero busquemos algunas certezas:
La primera
La presión en torno al dólar no aflojará. En un país en el que el Banco Central (BCRA) tiene reservas netas negativas y solo cuenta con bonos para tratar de contener la escalada de los paralelos, la tendencia seguirá siendo alcista.
El dólar blue se despertó y ya duplica su valor en el último año, de los $300 de julio de 2022 a los $600 de los días previos a las PASO.
La segunda
El FMI exige una devaluación del tipo de cambio oficial. El BCRA ya apretó el acelerador y está devaluando el peso a un ritmo del 14%.
Es un gesto, pero el FMI quiere más, un salto.
Y este punto pasa a ser central. Si Massa obtiene un buen resultado electoral, cercano al 30% de los votos, podría resistir esa exigencia con la esperanza de reforzar sus chances para octubre.
Pero si su cosecha es magra y quedase muy dañado en relación con un muy buen desempeño de JxC, la Argentina caería en un pozo de debilidad política. Alberto Fernández está completamente desnudo de poder político y Massa quedaría en una situación frágil.
Tal vez, el mejor escenario sería un resultado equilibrado.
La tercera
El país seguirá en un régimen de alta inflación. Ningún gobierno puede hacer en los tres meses finales, por bien que le vaya en los comicios, lo que no hizo en cuatro años.
La cuarta
Los mercados de bonos y acciones vienen en verde.
Tal vez porque descuentan un resultado favorable a Juntos por el Cambio o porque Massa, el candidato del kirchnerismo, también es promercado.
La quinta
La interna de Juntos por el Cambio es feroz y los gestos de unidad que se dieron en los últimos días son mero maquillaje para tranquilizar a un electorado preocupado.
¿Patricia Bullrich sería generosa con Horacio o querría imponer todas las condiciones al vencido?
¿Si gana Horacio, qué reacción tendrá Patricia?
La elección entre ambos está planteada alrededor de una opción: el carisma y la dureza de Patricia, contra la capacidad de Horacio de construir alianzas, consensos y programas.
¿Cuál es la mejor estrategia para sacar al país del abismo?
Cada vez son más los argentinos que se preguntan si no es necesario tener ambas características al mismo tiempo.
Pero el humor económico del lunes dependerá, en cierta medida, de la madurez política que muestre el vencedor de esta interna y sus equipos económicos.
¿Intentarán forzar al Gobierno a hacer un gran ajuste ahora, para que el próximo tenga un mejor punto de partida y no deba pagar el costo de correcciones que son inevitables?
fuente: tn