En su extensa declaración, que abarcó casi dos jornadas del juicio por la sedición policial de 2013, el ex jefe de Policía nombró en reiteradas oportunidades al ex gobernador José Jorge Alperovich.
Le endilgó varias decisiones que tomó antes, durante y después de la sedición policial que generó los saqueos de diciembre de 2013.
Pero extrañamente el ex senador no aparece en la lista de testigos propuestos por las partes para este juicio.
Sí aparece su hijo, Gabriel Alperovich, que podría ser llamado a que brinde explicaciones sobre por qué retiraron los autos de la concesionaria familiar dos días antes de que el caos se apoderara de las calles de la capital tucumana.
La defensora oficial María Marta Contreras Cuenca le preguntó al ex jefe de Policía si era cierto que el ex titular del PE podría haber tenido información privilegiada y por eso protegió sus bienes. “No, que yo sepa”, le respondió Racedo.
Alperovich sí puede ser citado a declarar como testigo, pero para que ello ocurra, una de las partes debe solicitarlo, las otras partes deben opinar sobre el tema y el tribunal define.
Un caso para investigar
El 10 de diciembre de 2013, en medio de los saqueos, el conflicto policial y la violencia generalizada que terminó con varios muertos, empezaron a circular imágenes en las redes de las concesionarias de José Alperovich con las vidrieras vacías.
La polémica tuvo repercusiones políticas. La diputada Elisa Carrió fue una de las que se sumó a las críticas contra el gobernador y aseguró en Twitter: “Que Alperovich vacíe sus concesionarios de autos antes de los saqueos, es sintomático”.
De manera repentina, los autos exhibidos en las concesionarias del León Alperovich Group desaparecieron de las vitrinas. Esto fue reflejado por vecinos que, molestos, decidieron fotografiar el frente de varios locales comerciales de la empresa que pertenece a la familia del entonces gobernador.