A cuatro días de la segunda vuelta, en el oficialismo hay optimismo y moderación. El número que hay que superar en la provincia que gobierna Kicillof, las debilidades de Milei y el porcentaje de indecisos que define.
En el peronismo conviven con la incertidumbre del resultado del domingo próximo y la convicción de que Sergio Massa ganará la elección. Claro que no es solo una cuestión de fe. La dirigencia política oficialista advierte que en el sprint final de la campaña el ministro de Economía sacó una luz de ventaja por la claridad del mensaje, el desempeño en el debate y los errores no forzados de Javier Milei.
“La elección va a ser palo a palo. Hay que ver que prioriza la gente. ¿A quién le dejaría a sus hijos?”, sintetizó un dirigente de extrema confianza de Massa, que acepta el desgaste que generó en la gente la alta inflación acumulada durante los últimos meses, pero entiende que el electorado se inclinará por un camino más lógico para transitar los próximos cuatro años.
El optimismo moderado del oficialismo tiene que ver con una línea de trabajo que bajó el candidato de Unión por la Patria (UP) y con los números de la mayoría de las encuestas, que marcan un batalla final muy pareja, donde la diferencia es, en muchos casos, menor a la del margen de error de los trabajos de consultoría.
Los últimos balotajes de la región fueron ajustados, menos el de Chile, donde Gabriel Boric venció a José Antonio Kast por casi doce puntos de distancia. En UP imaginan un escenario más similar al que se dio en Perú, Brasil, Colombia y Ecuador, donde la diferencia fue mínima. Nadie divisa un triunfo arrollador ni que la elección sea fácil.
“Desde la razón estamos bien. Después del debate supongo que mucha gente no va a votar a Milei. Pero no es un escenario común. Si un político tradicional hubiera tenido la cantidad de errores que tuvo en el debate, a esta altura ya se hubiese bajado del balotaje. Pero no es su caso. Porque sigue canalizando la bronca”, reflexionó un histórico dirigente social.
Para la dirigencia peronista en el debate presidencial Massa logró dejar expuesto, ante millones de personas, que Milei no está capacitado para gobernar y que no tiene conocimiento alguno de cómo funciona el Estado. Creen que eso servirá para persuadir a una porción de los indecisos que vieron en el libertario a una persona que no está preparada para ser presidente.
“Llegamos bien al domingo. Con el envión después del debate y el ánimo necesario de que se puede ganar la elección. Hay que concentrarse en explicarle bien a la gente la diferencia de los candidatos. Hablar con todos los que se pueda”, sostuvo un intendente del conurbano. Los jefes comunales trabajan en el territorio hablando con comerciantes y empresarios pymes, a los que les anticipan que el de Milei puede ser un gobierno similar al de Macri.
Una de las particularidades que tiene la elección del domingo es que no se elegirán cargos distritales. Sin elección a gobernador ni a intendente, la tracción de votos puede verse limitada. Sin embargo, los jefes comunales creen que el funcionamiento de la maquinaria electoral no se verá afectada. “Nos estamos jugando todo en la calle. Nuestras gestiones están muy atadas a los aportes de la Nación. Y sabemos que con Milei no será lo mismo que con Sergio”, se sinceró un intendente bonaerense.
En el peronismo bonaerense hacen cuentas y advierten que es determinante hacer una elección que supere los 50 puntos para poder emparejar la amplitud con la que Massa va a perder en Córdoba y Mendoza. En las elecciones generales Axel Kicillof sacó el 45% de los votos con la oposición dividida. El objetivo no parece estar tan lejos, sobre todo si se tiene en cuenta que Milei no pudo aumentar considerablemente la cantidad de votantes entre las PASO y las generales.
“Es una elección ganable y tenemos un buen candidato, que está exponiendo su experiencia y prudencia. En el debate se vieron dos Argentinas. Una que atrasa 1000 años y otra que está pensando en la minería, el gas, el petróleo”, afirmó un gobernador peronista, que mantiene la moderación frente al triunfalismo que reina en gran parte del oficialismo, sobre todo después del debate en la Facultad de Abogacía.
En el peronismo tienen en claro que los indecisos son determinantes para ganar una elección que, a priori, es muy peleada. Por eso deben mantener ordenada la campaña hasta las 8 de la mañana del viernes, cuando comience la veda electoral. Hay un margen que no se puede medir en las encuestas ni palpar en la calle. Hay un porcentaje de electores que definen su voto entre el sábado y el domingo, y en un balotaje tan peleado pueden mover el amperímetro.
“Hay un 5% que nos define la elección y que aún no sabe por quién va votar. Y eso es clave en un resultado que va ser muy ajustado”, advirtió un dirigente del peronismo que trabaja para acercar legisladores e intendentes opositores al nuevo armado de Massa. El mismo porcentaje es el que estiman que votará en blanco. En el peronismo sacan cuentas y descartan ganar por un margen holgado, que sería por encima de los cinco puntos.
Más allá de los errores de Milei a lo largo del último tramo de la campaña, el bloque opositor es muy fuerte. “El antiperonismo y la economía le dan fortaleza a Milei hasta el final”, afirmó un legislador del interior, preocupado por la adhesión que tiene el libertario pese a no hacer una campaña territorial importante para lo que implica un balotaje. Su figura es la que cautiva o aleja a los votantes. Nada más.
Otro tema que no pueden medir con exactitud en el peronismo es la influencia real que tendrá en la elección del domingo Mauricio Macri, más allá de los fiscales del PRO que pueda aportar. En el entorno de Massa perciben que el ex presidente absorbió la propuesta diferente que exponía Milei y que lo dejó atada la casta que tanto criticó. Es decir, que su influencia es negativa.
Sin embargo, hay dirigentes oficialistas que advierten que, de cara a la sociedad, Macri puede transformarse en la garantía de que hay una estructura detrás del libertario para poder llevar adelante la gestión. Percepciones y proyecciones de la instancia definitoria. Un día menos de campaña que aumenta el suspenso sobre el resultado final.
fuente: infobae