Todo comenzó jueves cuando se encendió una alerta en las redes y un gran número de automovilistas reeditaron las penosas imágenes que hace algunas semanas mostraban largas filas de autos a la espera de poder cargar naftas.
Así, las versiones de desabastecimiento y aumentos terminaron generando una reacción inmediata, que se tradujo en una suerte de actualización de la psicosis colectiva que se mantuvo a pesar de las casi inmediatas desmentidas de todas las afirmaciones sin dueño que generaron la movida.
Y este viernes, a pesar de que desde la conducción de los estacioneros se explicó que aún con una demanda que se había incrementado casi al doble la atención era normal y que no había problema de abastecimiento, se repitieron las filas en los distintos surtidores de la capital tucumana.
Tampoco sirvió para calmar los ánimos que el gobernador, Osvaldo Jaldo, saliera a garantizar la provisión de combustibles en toda la provincia.
Esto ocurrió después de una serie de conversaciones con el presidente de YPF, Pablo González, y con el titular de la Cámara de Comerciantes de Derivados del Petróleo, Gas y Afines (Capega), Daniel Gargiulo, y definir que eran “una falsa alarma” las versiones sobre un posible desabastecimiento y aumento de precios antes del balotaje.
También el jueves Gargiulo explicó que aumentó la demanda por estas noticias infundadas, reiteró que el abastecimiento es normal y enfatizó que las distorsiones del mercado son producto del intervencionismo estatal que lleva a que los precios de los mayoristas sea más caro que el de las estaciones de servicio, y por ende se concentre la demanda en general sobre esos surtidores (minoristas).
El viernes, algunos protagonistas de las colas para cargar naftas indicaron que iban por una recarga normal, otros que se habían enterado de las versiones y que, a pesar de las aclaraciones de las autoridades de que no había riesgo de faltantes, igual iban a llenar el tanque “para evitar cualquier sorpresa”.
En otro caso era abastecerse de combustible para arrancar con el viaje fuera de la provincia aprovechando el fin de semana largo, y también había automovilistas y motociclistas “armados de paciencia” que esperaban una carga para ir y volver del trabajo.
Ante las fake news circulantes, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) que nuclea a las empresas que comercializan hidrocarburos refutaron esas noticias falsas sobre el aumento de las naftas a partir del lunes próximo -el día siguiente del balotaje-, y la escasez de combustibles en la región NOA.
En Santiago del Estero, el asesor jefe de la presidencia de YPF, Osvaldo Barcelona, en representación del presidente de la petrolera de bandera, Pablo Gerardo González, garantizó a la población santiagueña el normal suministro de combustible y rechazó los rumores que circularon sobre un supuesto desabastecimiento en la provincia.
Así lo afirmó en la conferencia de prensa que ofreció junto con el ministro de Economía, Atilio Chara, quien remarcó la falsedad de las versiones sobre faltantes.
Pero nada de eso alcanzó para disuadir a los automovilistas tucumanos que, dispuestos a defender de cualquier manera el frágil valor del dinero en sus bolsillos, entendieron que cualquiera sea el resultado de los comicios del domingo, lo mejor era cubrirse hasta donde lo permite la capacidad del tanque de combustible.