A la sucesión de las irregularidades que fueran denunciadas por vecinos y las investigadas por Diario Cuarto Poder, en el manejo del Museo Casa Histórica, se sumó la venta de ejemplares que, en principio eran gratuitos, y que habían sido mandados a imprimir en una gran cantidad para ser regalados a los turistas y visitantes. La auditoría contable avanza y todas las decisiones son controladas.
Un “souvenir” especial. Así habían sido pensados los 20 mil ejemplares que fueron mandados a imprimir para ser obsequiados a los turistas y visitantes de la Casa Histórica. Pero, como sucedió a lo largo del denominado “Año del Bicentenario”, las acciones no fueron como se planificaron. Sucede que la Asociación Amigos del Museo Casa de la Independencia, que manejaba la tienda interna de recuerdos, además de la venta de entradas y el alquiler del tercer patio para eventos, decidió que cada uno de los visitantes pagara $20 por ejemplar.
Lo curioso es que el financiamiento de esa impresión habría provenido desde la Nación. La auditoría contable ordenada por el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, detectó también esta irregularidad. Es por ello que, tal como anticipó Diario Cuarto Poder, la mencionada asociación civil, que tenía asiento en la sede del Museo Nacional, fue desplazada en el manejo de los recursos, además de establecerse la presencia de Arturo Lazarte, en calidad de veedor permanente hasta la normalización de la Casa Histórica.
La Asociación estableció una sede en la zona de Tribunales.
La injerencia de la directora interina, Patricia Fernández Murga, también quedó acotada. La funcionaria espera la realización del concurso de su cargo para ser reemplazada, debido a que decidió no participar de esta selección. El alejamiento de sus parientes cercanos, dos hermanas y dos sobrinos, entre otros, le generaron un duro golpe.
Además de la venta de ejemplares, en el local que funciona en el segundo patio, los integrantes de la mencionada asociación, habían incorporado una visita “virtual”, en la que los turistas podían utilizar esa tecnología para recorrer la casa en 11 minutos. Para ello también tenían que pagar $30. Esa maniobra también fue desactivada por la auditoría contable y la veeduría.
De la auditoría también se desprende el análisis de la cantidad de pintura necesaria para cubrir todo el edificio. El dato revelador es que con 20 tachos de 20 litros cada uno, se puede cubrir la totalidad de la superficie. Al parecer, las facturas que se encuentran en revisación, exceden esa cantidad de material. Es por ello que el control de los auxiliares contables es exhaustivo, teniendo en cuenta que las autoridades nacionales no quieren ningún inconveniente como el ocasionado por el desmantelamiento del “Espectáculo de Luz y Sonido”, que implicó la eyección del secretario de Patrimonio Cultural, Américo Castilla.