Mandatarios, legisladores y dirigentes se reunieron con el ministro Guillermo Francos. Pulieron detalles de la ley ómnibus, que se encamina a su tratamiento. La última palabra la tiene Javier Milei.
“Habemus ley”. La celebración velada de un gobernador marcó el tono de la cumbre que este lunes reunió a jefes provinciales, legisladores de diversos espacios políticos y al ministro del Interior, Guillermo Francos, en la sede porteña del Consejo Federal de Inversiones (CFI) para lograr nuevos puntos de encuentro y asegurar el tratamiento de la ley ómnibus el miércoles en Diputados.
El cónclave tuvo como desenlace el acuerdo entre las provincias y el Gobierno nacional de coparticipar el 30% del Impuesto País, un reclamo que unía a distritos de distintos colores y que se arrastra desde que la administración de Alberto Fernández, a instancias de Sergio Massa, impulsó la eliminación de la cuarta categoría de Ganancias.
Ahora, la última palabra la tendrá el presidente Javier Milei. Los mandamases aguardan un gesto por parte de la Casa Rosada que, después de una semana cargada de amenazas y fuego cruzado, termine de garantizar el acuerdo parlamentario.
Cumbre de gobernadores y legisladores con Guillermo Francos
De momento, ese pedido llegó a un final feliz. Ahora, la administración de La Libertad Avanza (LLA) espera tener el apoyo en la Cámara baja para que por fin el tan postergado mega proyecto avance en el parlamento. La cumbre tuvo como particularidad haber reunido a dirigentes de escuderías variopintas, aunque todos con voluntad de “ayudar” a que Nación tenga finalmente aprobado su paquete.
Los gobernadores que dijeron presente fueron Martín Llaryora (Córdoba); Leandro Zdero (Chaco); Ignacio Torres (Chubut); Rogelio Frigerio (Entre Ríos); Marcelo Orrego (San Juan); y Maximiliano Pullaro (Santa Fe); y Jorge Macri (Ciudad).
Todos, a excepción del peronista no K Llaryora, son de Juntos por el Cambio (JxC). Catamarca y Tucumán, dos provincias administradas por el justicialismo, enviaron a sus vicegobernadores y reforzaron su posición autónoma respecto a Unión por la Patria (UP).
Francos, por su parte, fue de los primeros en llegar. Su visita duró apenas media hora, hecho que bastó para que las partes tejieran un acuerdo. Casi treinta minutos después de su arribo, el funcionario nacional partió en su camioneta, levantando el pulgar. “El clima del encuentro fue muy bueno”, detallaron desde su entorno. En cuanto al curso de la reunión, un diputado en fuga comentó: “El país no se acaba el viernes”.
Aunque catastrófica en su espíritu, la frase refiere a que continuarán las negociaciones con el oficialismo. “Esto destraba algo que las provincias pueden vender”, apuntó otra voz que participó del mitin. A la vez, fuentes al tanto de las negociaciones indicaron que la pulseada por los biocombustibles “está cerca de saldarse”. “La cosa es cómo se escribe, hoy todo pasa por ahí”, explicaron. De momento, la letra chica juega un partido aparte.
En vísperas del cónclave, el tucumano Osvaldo Jaldo había confirmado su presencia luego de oficializar su ruptura con UP. Sin embargo, horas más tarde, decidió desistir el convite y finalmente no viajará. La secuencia fue revelada a este medio desde el entorno del jefe provincial.
El Congreso, en tanto, dijo presente. Estuvieron los diputados Nicolás Massot; Emilio Monzó; Miguel Ángel Pichetto; Rodrigo de Loredo; Diego Santilli; y Ricardo López Murphy, entre otros.
La palabra de los gobernadores
Antes de ingresar el gobernador Pullaro destacó que de parte del gobierno “muchas cosas fueron escuchadas y corregidas” y adelantó que, a su criterio, “no estamos lejos de que salga la ley”.
El mandatario de Chubut, Ignacio Torres, afirmó que “el ánimo es colaborar, de llegar a acuerdos” y resaltó: “Es momento de que todos nos pongamos de acuerdo para salir adelante”.
A su turno, Llaryora remarcó que lo que tiene que primar “es la voluntad de poder obtener una ley que sea buena para la Argentina, que cambie el paradigma”. Sin embargo, consideró que “hay muchos artículos que podemos mejorar”.
Esta mañana, el vocero presidencial, Manuel Adorni, volvió a advertir que, con el capítulo fiscal eliminado, el ajuste sobre las provincias será mayor. Sobre este ítem pende ahora a la principal incógnita de los gobernadores: por dónde pasará la motosierra.
Las declaraciones del funcionario no cayeron bien en las provincias. Creían que una vez destrabado el conflicto por los artículos impositivos, se había alcanzado una pax con la Casa Rosada después de una semana de fuego cruzado y acusaciones subidas de tono.
Ahora, la tensión volvió a escalar y el futuro del paquete legislativo vuelve a depender de las disposiciones de los mandatarios. que reclaman que Nación cese con sus amenazas.
En su habitual conferencia de prensa, Adorni anticipó que “claramente va a haber un ajuste mayor a las provincias” y que “ajustarán partidas que no estaban contempladas si se aprobaba el paquete fiscal”. “Se ajustará todo lo que se tenga que ajustar”, disparó el funcionario.