“En diciembre, las compras brutas de billetes ascendieron de USD 3.474 millones, fueron concretadas por unos 973.000 clientes, con un aumento de alrededor de 270.000 clientes respecto al mes inmediato anterior, lo que representa un incremento de 38% en la cantidad de personas que accedieron al mercado de cambios “, comunicó el Banco Central.
Semejante saldo en un mes no sólo se explica por la estacionalidad que genera el turismo de verano en el exterior, en particular en países vecinos, como Uruguay, Brasil y Chile, principalmente, aunque también en las playas de la costa Este de los EEUU, e incluso Europa, sino también por la concurrencia de un tipo de cambio que, puntualmente, se movió a menor ritmo que la suba de los precios y de los salarios, con precios que lucen desmedidos en la hotelería y residencias, en comparación con los valores en dichos países.
Además, en algunos casos, como Chile, o Paraguay, se agrega el efecto de la singular diferencia de presión tributaria sobre los bienes de consumo semidurables, como textiles, indumentaria y electrónica, y ahora se agregó el aumento de la brecha negativa del precio de los combustibles, un factor muy sensible en las cercanías de los puestos fronterizos, porque el diferencial es enorme en las provincial con el más barato que pagan los porteños.
La información desagregada de la autoridad monetaria según el monto de las compras mensuales de divisas mostró que el 41% fueron realizadas por personas físicas o jurídicas por importes de hasta USD 10.000; el 21% entre USD 10.000 y USD 50.000; el 18% entre USD 50.000 y USD 500.000; el 6% entre USD 500.000 y USD 2.000.000; el 4% entre USD 2 millones y USD 5 millones; y el 10% restante fue concertado por clientes con adquisiciones mensuales superiores a USD 5 millones.
El saldo del turismo internacional en 2016 terminó negativo en USD 8.539 millones, como consecuencia de ingresos de divisas que repuntaron en 62%, pero siguieron ubicándose en niveles muy pobres frente a los singulares atractivos naturales a lo largo y ancho del extenso país, ya que sumaron incluyendo el gasto en transporte apenas USD 1.590 millones, y también en relación a los egresos por esos conceptos por parte de residentes que eligieron visitar el resto del mundo que apenas superaron los del año anterior en 7,9%, a USD 10.129 millones, muy próximo al récord de USD 10.336 millones que se registró tres años antes.
A diferencia del comportamiento observado en las compras de billetes, las transferencias brutas al exterior de libre disponibilidad fueron efectuadas por unos 1.140 clientes, que totalizaron US$ 1.380 millones, y se concentraron en los estratos superiores. El 85% de la salida de fondos se explicó por compras mensuales superiores a USD 2 millones, destacándose, asimismo, las operaciones por más de USD 5 millones que representaron el 70% del total de las transferencias al exterior sin distinguir el destino final de los fondos.
Resalta el informe del BCRA que “parte de estos fondos pudieron haber sido destinados a pagos de obligaciones externas desde las cuentas en el exterior a las que se remiten”, acumuladas durante más de cuatro años de cepo cambiario, el cual se levantó con la llegada del nuevo Gobierno, aunque en lo referente a las operaciones financiero se sugirió a las grandes empresas demorar las transferencia hasta que se recompusieran las reservas.
Agrega la autoridad monetaria que “las entidades autorizadas aumentaron en diciembre sus cuentas corrientes en el BCRA por alrededor de USD 1.900 millones, producto básicamente del aumento de depósitos privados en moneda extranjera por unos USD 1.700 millones, llevando al stock a un nuevo máximo desde mediados de 2002, USD 22.400 millones, y de la caída de la posición general de cambios por la reducción de parte de los billetes captados en el marco del Régimen de Sinceramiento Fiscal. Estos movimientos fueron parcialmente compensados por la caída de depósitos del sector público por unos USD 1.000 millones”.
Fue particularmente relevante en el mes el impacto del Régimen de Sinceramiento Fiscal, que generó ingresos por USD 4.092 millones destinados al pago de las deudas impositivas correspondientes a lo establecido en la Ley N° 27.260.
En el acumulado del 2016, en el marco de las modificaciones normativas orientadas hacia una mayor libertad en el movimiento de capitales, el resultado de las operaciones entre las entidades autorizadas a operar en cambios y sus clientes fue superavitario en USD 1.907 millones.
En todo 2016 la autoridad monetaria realizó compras en el mercado de cambios por USD 3.536 millones, adquiriendo tanto el superávit de clientes como las ventas de tenencias de las entidades. Adicionalmente, adquirió de forma directa al Tesoro Nacional unos USD 10.900 millones (totalizando US$ 14.436 millones, que se sumaron a los activos líquidos en moneda extranjera en poder del BCRA), y efectuó pagos por las operaciones de comercio exterior canalizadas por el Sistema de Pagos en Monedas Locales vigente con Brasil y por ALADI por USD 1.018 millones.
También se destacaron como fuentes de aumento de reservas internacionales, los ingresos por emisiones de deuda del gobierno nacional, netos de los pagos de vencimientos de capital e intereses,
que totalizaron en el año USD 12.683 millones.