Fue un hombre que dice ser empleado de la familia desde hace cuatro años y que recientemente alega haber sufrido un ACV.
Un hombre de 46 años denunció ante la Justicia en las últimas horas a L-Gante, a su madre, Claudia Valenzuela, y a parte del círculo íntimo del músico por robo, privación ilegal de la libertad, coacción agravada, lesiones y amenazas y al cantante y a su mamá por reducción a la servidumbre, informaron fuentes oficiales a Infobae. Según sus dichos, revalidados ante una fiscal, uno solo de los acusados le pidió al resto que dejen de pegarle: “Déjalo, lo vas a matar”.
Se trata de un hombre que asegura ser empleado de la familia con cama adentro desde hace 4 años y que recientemente dijo haber sufrido un accidente cerebro vascular, según pudo saber este medio. Así, una fiscal de General Rodríguez investiga las graves acusaciones para determinar si existen elementos para imputar al músico, a su madre y a su círculo íntimo. El abogado del presunto agredido pidió una serie de pruebas.
Según la denuncia, todo sucedió el 17 de marzo pasado, pasadas las 20.30, en la casa del cantante de la Manzana 31 del Barrio Bicentenario de General Rodríguez. El hombre acusa a Elián Valenzuela (L-Gante), a su madre, a su novia, a dos de sus amigos y a Yamil Valenzuela.
En esa circunstancia, según la denuncia, el empleado le manifestó a la madre del músico que “tenía hambre”. “Y la señora Claudia me manifiesta: ‘Viejo, ¿tomaste mate?’”, acotó. Luego, en base al relato, ingresó L-Gante “de manera repentina”, golpeándolo “en la parte de la nuca y la cabeza”. Ahí, el hombre aseguró que tanto el músico como su familia estaban al corriente de que recientemente había sufrido un ACV.
“(L-Gante) Luego, me gira y empieza a golpearme en la cara con sus puños, manifestándome: ‘Viejo traica… Mirame a la cara, la concha de tu madre’. En esos segundos, aparecen los amigos de Elián, de nombre Jona, alias “El Gordo”, y Tomás Herrera, a quienes pudiera reconocer perfectamente en caso de verlos, y empiezan a golpearme todos juntos a la vez con puños y patadas. También recuerdo que estaba la novia de Elián, Candela, y apareció la madre”, dice el texto de la denuncia.
Y continúa el denunciante: “Recuerdo que me golpean entre todos. Piñas, patadas. También apareció Yamil, quien intentó mediar: ‘Déjalo, lo vas a matar. Sufrió de un ACV hace poco, lo vas a terminar matando’. Al rato me desvanecí. Recuerdo que había sangre por todo el piso, me salía sangre de la boca y de la naríz, casi me ahogo de tanta sangre que escupía. Todo ello transcurrió en la cocina del departamento de Elián Valenzuela”.
Luego, expresó que el músico le recriminó que tenía que callarse “la boca y no joderlo”. Y siguió: “Solo le decía que quería que me contestara el teléfono, ya que hacía tres días que no comía, estaba a base de solo mate cocido, no había nada en la casa para comer. Tal es así que escucho a Claudia gritarme: ‘Eso te pasa por andar hablando. Te lo dije, viejo bocón. Viste que sos un traica’”.
Lo cierto es que en la denuncia figura que, en ese contexto, L-Gante le dijo: “‘¿No tenés para comer? Acá tenés’. Y me tira plata, algo de aproximadamente 20 mil pesos”. Luego de eso, contó que el músico y sus dos amigos le sacaron el celular y uno de los esos jóvenes lo amenazó: ‘A vos hay que meterte una bala en la cabeza, viejo’.
“Me mandaron amenazado a la casa de atrás, diciéndome que iban a estar vigilándome por si me escapaba. Luego, escupí sangre toda la noche, no pude dormir de los dolores. Allí, al recomponerme un poco, empecé a buscar por todos los cajones porque recordaba haber dejado una llave del portón. Al encontrarla, aproximadamente a las 5 y en el estado que me encontraba, me pude escapar”.
El denunciante le explicó a la fiscal a cargo del caso que hace 4 años vive en la casa de L-Gante del Barrio Bicentenario “en condiciones totalmente indignas”. Y añadió: “Siempre me dijo que me daba un techo a cambio de que me callara la boca por todas las cosas que pasaban allí”. También dijo que fue “obligado a realizar todo tipo de tareas sin ninguna contraprestación, mas que el lugar donde dormir: limpiaba, barría, lavaba los autos y la ropa, cocinaba, me usaban de chofer”.
Y relató un hecho que ocurrió en la propiedad del Country Banco Provincia: “M llevaban para limpiar toda la casa y a cortar el pasto. Estando ellos aburridos, la diversión era agarrar armas y apuntarme. También estilaban empuñar armas de ‘airsoft’ y tirarme en las piernas con balas de plástico, mientras se reían”.
Tras la denuncia, el abogado del hombre pidió que sea tenido en cuenta como particular damnificado, quien pidió una serie de medidas de prueba.