Las cotizaciones se estabilizan en el inicio de la temporada alta de liquidaciones del agro. Pero el recorte de las tasas de interés y una próxima unificación del dólar no dejan margen para un escenario de atraso cambiario.
En las últimas dos semanas el dólar libre esbozó una leve recuperación, luego de haber acusado amplias caídas nominales en febrero (-13,8%) y en menor cuantía en marzo (-1,9%). Después de tocar un piso intradiario en los $980 el viernes 5 de abril, la divisa llegó a negociarse a $1.040 el martes 16 (60 pesos o +6,1% entre puntas), para estabilizarse en los $1.015 del cierre semanal.
Este comportamiento -alcista por el recorte de tasas del BCRA, y luego atenuado ante la intensificación de las liquidaciones del agro- muestra la competencia entre fuerzas que le ponen límites a la volatilidad de los dólares alternativos. En los próximos meses éstos podrían subir más acoplados a una tasa de inflación doméstica que viene desacelerando, camino al dígito porcentual.
El dólar “blue” y las paridades bursátiles perdieron cerca del 20% desde sus máximos de fine de enero. El incipiente movimiento al alza de abril puede interpretarse como un cambio de tendencia que no necesariamente implica que el billete subirá por encima de la inflación, pero sí acompañar el ascenso del resto de los precios de la economía.
En retrospectiva, basta señalar que el dólar libre hoy se paga debajo de los $1.025 del cierre del 2023, frente a una inflación que sólo en el primer trimestre sobrepasó el 51 por ciento.
fuente: infobae