La actualización del impuesto a los combustibles que llegará en mayo tendrá un impacto de unos $70 en el surtidor. Los próximos incrementos dependerán de la evolución de la inflación.
Los precios de la nafta y el gasoil pueden tener un aumento de al menos 8% después del feriado por el Día del Trabajador. Es que en el Gobierno esperan hacer efectiva desde el jueves la actualización prevista en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) que las petroleras –YPF, Shell, Axion, y Puma Energy– trasladarán al surtidor. A eso puede sumarse el 2% de devaluación mensual y el camino a valores internacionales que emprendieron las empresas del sector.
El Gobierno publicará en los próximos días la actualización del tributo. No se descarta que se divida en dos para no sumar más presión al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec de ese mes. Una vez resueltos los traslados pendientes del 2023 quedará en estudio la posibilidad de postergar nuevas subas del tributo, lo que dependerá de la evolución del indicador en abril y mayo, explicaron.
Es que el “sinceramiento” en precios regulados que comenzó el 10 de diciembre pasado, incluso con algunas marchas y contramarchas, complicó el objetivo oficial de llegar a una inflación de un dígito lo más rápido posible.
Por caso, el ICL estuvo congelado desde mediados de 2021 hasta febrero pasado, cuando comenzó a aplicarse la primera de cuatro cuotas de incremento en base a la inflación trimestral de 2021 y 2022 según lo dispuesto por la Secretaría de Energía. El Ministerio de Economía espera sumar 0,5 puntos del PBI adicionales este año por este concepto para compensar el intento fallido en el Congreso de subir las retenciones con la primera “Ley Bases”. Una especie de atajo que encontraron para ayudar a sostener superávit fiscal.
El primero de marzo se computó la actualización del impuesto correspondiente al primer y segundo trimestre del 2023. En abril se aplicó la suba correspondiente al tercer trimestre. Los incrementos promedio de los combustibles fueron 7,5% y 4,6%, respectivamente, lo que totalizó un aumento del 110% desde que asumió Javier Milei.
Según lo definió el Gobierno a través del Decreto 107/2024, en mayo debería trasladarse el incremento correspondiente al cuarto trimestre del año pasado, que será el de mayor impacto por la aceleración inflacionaria que generó la devaluación.
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) estimó a través de un informe al que accedió Infobae que ese proceso implica un incremento del impuesto de monto fijo de $70 que eleva el tributo desde $132 por litro a $202, es decir, un salto del 53 por ciento. Teniendo en cuenta los precios vigentes en YPF, proyectaron: “Considerando el valor de un litro de nafta súper, esta actualización del tributo (bajo el supuesto de traslado pleno) implicaría pasar de un valor de $966 a $1.036 en la ciudad de Córdoba, es decir, un incremento del 7,2%. En CABA pasaría de $837 a $907, aumentando un 8,3 por ciento”.
“Respecto al valor mínimo de la serie (octubre de 2023) el precio en la actualidad aumentó un 43% en términos reales. Comparando el valor máximo de la serie en octubre de 2018 el valor actual resulta un 33% menor. En los últimos meses, desde el pico alcanzado en enero de 2024, la caída real es del orden del 13%”, mencionaron.
Por otro lado, a principios de julio, el ICL debería actualizarse de acuerdo a la inflación del primer trimestre de 2024 para seguir con el esquema de actualización trimestral. “En efecto, el 1 de julio el impuesto debería subir un 51,6%, elevándose hasta los $306 por litro”, mencionó el Iaraf.
La consultora Economía y Energía coincidió en que el aumento del ICL será de 53,3% de acuerdo con el IPC del cuarto trimestre de 2023. Eso, indicaron, sumaría cerca de $62 para la nafta y $42 para el gasoil.
Desde el mes que viene las refinadoras podrían aplicar más aumentos para mejorar su rentabilidad teniendo en cuenta que, si bien se recuperaron del congelamiento que dispuso Sergio Massa en el final de su gestión, hubo una caída real en los últimos meses. Es que su objetivo es converger a los precios internacionales, para lo que aún falta entre 10 y 15% de incremento en los surtidores en base a las estimaciones del sector.
Otra clave será la decisión que tome el Gobierno a través de YPF, que concentra casi el 70% del mercado local. La petrolera estatal, a pedido del ministro de Economía Luis Caputo, moderó en los últimos meses el ritmo de incrementos que tenía previsto para no generar un impacto mayor en la inflación.
Caída en las ventas de combustible
En ese marco, las ventas de nafta y gasoil cayeron en marzo 12,1% respecto del mismo mes del año anterior, la más fuerte de los últimos tres años según un informe de la consultora Politikon Chaco en base a datos de la Secretaría de Energía.
Este fue el cuarto mes consecutivo en baja. El primer trimestre cerró con ventas totales a nivel nacional por 4,2 millones de metros cúbicos, 7,4% por debajo del mismo periodo de 2023 y 3,2% de retracción respecto al 2022. El reporte arrojó que se encuentra por encima de los primeros trimestres de 2019, 2020 y 2021.
“Observando por tipo de combustible, las ventas acumuladas de las naftas exhiben una contracción del 6,8% contra el primer trimestre 2023, mientras que en el caso del gasoil la caída es del 8,2%”, detallaron.
En cuanto a sus desempeños, la consultora resaltó que las naftas tuvieron una baja del 9,4% interanual pero con una alta disparidad: la venta de super se retrajo 4,4% mientras que las premium 23,3 por ciento. Eso muestra una demanda que migra hacia un producto de menor precio, ante los fuertes incrementos.
Por su parte, el gasoil tuvo un desplome del 15,4% interanual: el común 16,6% y el premium 13%, en línea con una menor movilidad por la profundización de la recesión.
fuente. infobae